Pese a la caída de las cirugías debido a la pandemia, los residentes siguen entrenando

El hospital Ramón Carrillo de Bariloche es el único en toda la provincia que cuenta con tres equipos de simulación quirúrgica para las prácticas de los médicos residentes.

Aún en contexto de pandemia donde las cirugías programadas se redujeron al 50% en relación al 2019, los médicos residentes del hospital Ramón Carrillo de Bariloche continúan su entrenamiento con tres equipos de simulación quirúrgica. 

El PSQ (Programa de Simulación Quirúrgica), una creación del cirujano general José Herrera, arrancó en 2017 y poco a poco fue expandiéndose por todos los hospitales del país. Hoy el hospital de Bariloche es el único en toda la provincia en contar con tres equipos de simulación quirúrgica para las prácticas previas con los pacientes. 

“Al bajar el número de cirugías programadas, no hay posibilidad de entrar a una cirugía para observar y asistir pero el entrenamiento debe continuar. De esta forma, se mantiene la práctica no solo para los residentes sino también para los médicos que quieran mantener o desarrollar otras habilidades”, explicó el cirujano Bartolomé Daniel, responsable del programa de simulación del hospital Ramón Carrillo. 

El simulador permite la práctica de los residentes y también está destinado a los médicos que quieran mantener o desarrollar otras habilidades. Foto: Marcelo Martínez

Juan Carlos Salvitti, jefe de Cirugía, definió “el simulador de cirugía video asistida como una caja con forma ovoide, con diferentes orificios y una cámara que reproduce la forma en la que uno ve la cavidad”. Precisó que, a través de una apertura, uno puede manejar el instrumental “de forma diferente a la cirugía convencional y abierta y, trabajar a distancia con la visión de la cámara”.  

Valor

1.000
dólares cuesta un simulador quirúrgico.

Este médico cirujano consideró que “la simulación permite capacitar y entrenar en maniobras básicas que, después se vuelcan en las prácticas cotidianas con los pacientes. Se adquieren habilidades en el manejo de instrumental”, detalló Salvitti.  

Advirtió también que las cirugías programadas no se realizan desde el comienzo de la pandemia. Solo se llevan a cabo las intervenciones de urgencia y de los pacientes oncológicos que no pueden postergarse.  

Salvitti detalló que, en un principio, el porcentaje de cirugías se redujo a un 30%. “Lentamente se fue recuperando porque aparecieron cirugías a resolver. Hoy, se está operando el 50% de lo que se operaba antes”, dijo. 

Es un método de enseñanza al residente en prácticas quirúrgicas. La simulación permite adquirir ciertas habilidades importantes para después desarrollarlas en el humano».

Juan Carlos Salvitti, jefe de Cirugía del hospital Ramón Carrillo.

Tres equipos para entrenar 

El programa de simulación se presentó en diciembre en Bariloche. En ese momento, uno de los simuladores fue aportado por la Asociación de Cirujanos de Bariloche y los otros dos fueron gestionados por la dirección del hospital, a través de las Damas de Rosa y la Cooperadora. 

También se dispuso de una sala de simulación quirúrgica en el área de Cirugía donde entrenan unos 20 residentes de Cirugía y Ginecología. “Es la primera que tiene Salud Pública en la provincia donde se puede entrenar laparoscópica básica y avanzada. Permite avanzar en gestos básicos de laparoscopía, aumentando la dificultad hasta llegar a las cirugías complejas”, puntualizó Daniel. 

Se dispuso de una sala de simulación quirúrgica en el área de Cirugía donde entrenan unos 20 residentes de Cirugía y Ginecología. Foto: Marcelo Martínez

El programa facilita el entrenamiento de las habilidades manuales de los médicos residentes y a la vez, achica el riesgo para los pacientes ya que el equipo permite cometer errores y corregirlos sin inconvenientes. 

La simulación tiene una relación directa con la seguridad de los procedimientos, especialmente en la primera parte del aprendizaje”.

José Herrero, integrante de la Asociación Argentina de Cirugía.

El entrenamiento es semanal y en tiempos de pandemia, se coordinan las horas de cada uno de los residentes tratando de mantener la distancia social. “No todos entrenan en el mismo horario y se van evaluando los avances quincenalmente. Después de realizar el entrenamiento, se busca la transferencia de conocimiento del simulador a la cirugía laparoscópica en quirófano”, expresó Daniel.  

El entrenamiento es semanal. Foto: Marcelo Martínez

Herrera, integrante de la Asociación Argentina de Cirugía, consideró que “tener un simulador en un hospital público como el de Bariloche y contar con el recurso humano capacitado, en unos años se verá reflejado por una mayor seguridad en los procedimientos quirúrgicos”.


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