Controlar la noche, una tarea compleja

Seis inspectores por fin de semana recorren los locales nocturnos para supervisar que se cumpla con la reglamentación y se respeten las medidas de protección hacia los menores.

Controlar a los jóvenes en la noche cipoleña se ha vuelto un desafío para los inspectores municipales. A la dificultad de fiscalizar que se cumpla con la normativa respecto de los menores de edad, tienen que “lidiar” con algunos dueños que “ponen palos en la rueda”, aseguraron.

“Los jóvenes son los que más consumen y cuando te metés con el bolsillo de algunos empresarios no les gusta”, sostiene Juan Carlos Colombo, director del departamento de Comercio. Según el artículo 150 del Código de Faltas la sanción por permitir el ingreso de un menor de edad puede llegar a 3.000 SAM (Sanción Administrativa Municipal) que equivale a 45.000 pesos aproximadamente. Cada unidad SAM es igual al valor del litro de nafta súper, que hoy ronda los 15 pesos.

“Los jóvenes están descontrolados. A la salida te encontrás con chicos muy alcoholizados”, dispara una de las responsables de la unidad de inspección quien pidió reservar su identidad.

Los jóvenes entre 16 y 18 años pueden ingresar sólo hasta las 2 de la mañana, luego de esa hora solamente los mayores de 18. Esa franja etaria, entre 16 y 18, no puede consumir alcohol, pero es incontrolable. “Ellos mismos reconocen que los menores son los que más consumen”, indicó una inspectora. El área de inspección cuenta con un diagrama especial de control sobre los comercios nocturnos. Los más intensos se realizan en las madrugadas del sábado y del domingo. Dos equipos con tres inspectores por unidad patrullan la ciudad desde las 0 a las 8 de la mañana. Las dos primeras horas el control es sobre fiestas no habilitadas y venta de alcohol clandestino. Luego de las 2 el control más importante es en el ingreso de los boliches y luego a la salida, para que se respete el horario de cierre.

Sin embargo los inspectores reconocen que los propios empresarios habilitan otros sectores para que entren sin pedirles la documentación. “Antes nos decían: ‘Haceme el acta pero déjalos pasar a todos’. Ahora nos pusimos firmes y sin DNI no pasa nadie”, explicó la responsable de las inspecciones.

Colombo agregó: “Tiene que ser el DNI nuevo, incluso nos encontrábamos alteración de algunos documentos”.

“Si llega haber alguna denuncia se investiga, incluso la madrugada del martes y del miércoles que son los dos días de la semana que no hay control”, explicó Colombo.

Además de viernes y sábado hay control miércoles, jueves y domingo de 5 a 8 de la mañana para el control de cierre.

Son 18 personas en el área de inspección de la noche local, cada fin de semana hay seis inspectores afectados que van en dos patrulleros.

Los principales controles, además del ingreso de menores, están centrados en el horario de cierre que debe ser a las 6 de la mañana, aunque hay una hora de tolerancia. Además, está prohibido el uso de vasos de vidrio. “Es algo que se repite, no lo entienden”, agregó la jueza de Faltas Sabiana Goicochea.

“El menor entra igual, por otra puerta los dejan entrar, el problema es que adentro es más complejo controlar”, explicó Colombo quien además agregó que se necesita “más personal” porque la demanda es cada vez mayor.

Los inspectores sostienen que la ingesta de alcohol es muy grande, también entre menores. “A la salida se ven muchos jóvenes que salen con coma alcohólico”. Si un menor de edad compra una bebida alcohólica la contravención es doble, una por el ingreso y otra por la venta.

Qué hacer con los chicos

Otro problema que se genera en el control con los adolescentes es qué hacer con ellos ya que, si bien no pueden ingresar al boliche, tampoco se los puede dejar en la calle. Debería intervenir algún órgano del Estado, pero no hay interacción entre las partes involucradas. Hace algunas semanas se realizó una reunión con funcionarios del Ministerio de Trabajo de la provincia para comenzar a trabajar en un protocolo de acción sobre esta problemática. Otro foco de atención está puesto en la prevención y en el rol de los padres. “Muchas veces me ha pasado de no dejar entrar a un menor y que venga el padre o la madre a recriminarnos”, aseguró la jefa del departamento.

Lo que más se controla, con un cuenta personas, es el factor ocupacional. Se trata de las principales actas de infracción que se labran. Cada local bailable tiene un cupo limitado de personas de acuerdo a las proporciones del lugar. Los inspectores controlan que se respete ese número. Aseguran que “es normal” que se excedan del límite.

Esa contravención no está especificada en el Código. Para poder sancionar se recurre al artículo 273 que está dirigido a infracciones que no “están especificadas”. La contravención estipula sanciones que van de 600 a 150.000 pesos.

En los pubs también rigen las reglamentaciones referidas a menores de edad.

La venta clandestina de alcohol es la infracción que más se comete en la noche. La Dirección de Comercio registró 25 contravenciones en lo que va del año.

Las sanciones

Datos

La venta clandestina de alcohol es la infracción que más se comete en la noche. La Dirección de Comercio registró 25 contravenciones en lo que va del año.
$ 600
a $ 150.000 es el monto de las multas que se imponen a las contravenciones estipuladas en el Código de Faltas.

Un grupo de empresarios de confiterías bailables roquenses se unieron para solicitar que se realicen modificaciones en las ordenanzas que regulan el cierre de los locales nocturnos desde las 5:30, y en las sanciones por el ingreso y el consumo de alcohol de menores de edad.

Se trata, en total, de nueve titulares que hicieron una presentación ante la comuna y el Concejo Deliberante donde manifestaron que la conclusión temprana de su actividad les genera pérdidas económicas, ya que muchas veces los jóvenes evitan salir porque los horarios de permanencia en los locales son escuetos. Agregaron que, como consecuencia de esta determinación, los chicos eligen pasar las noches en ciudades vecinas, o incluso se suben a los autos para llegar hasta allí cuando cierran los boliches, sin considerar su estado etílico.

Por su parte, también señalaron su disconformidad por el cobro de multas al consumo de alcohol de menores, porque sostienen que muchas veces el comercio no es responsable y “está avalado por los padres” u “otras personas que compran por ellos”.

Esas impresiones fueron volcadas en un escrito que se presentó ante las autoridades roquenses, de quienes esperaban respuestas en los próximos días.

En Roca, la reglamentación para los locales bailables está prevista desde diciembre de 2010, cuando el órgano legislativo sancionó una ordenanza que regula los cierres antes de las 6, la venta de alcohol y las multas previstas para ello.

Se trata de 9 titulares de locales y confiterías bailables, quienes piden que se modifiquen las ordenanzas que regulan cierres y el consumo de alcohol de menores.

Datos

Se trata de 9 titulares de locales y confiterías bailables, quienes piden que se modifiquen las ordenanzas que regulan cierres y el consumo de alcohol de menores.

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