Pocos se niegan a estudios por plomo en San Antonio
Unos 15 niños tuvieron que ser reemplazados.
SAN ANTONIO OESTE (ASA).- Un mínimo porcentaje de padres de los 200 niños seleccionados se negó a que sus hijos sean sometidos a extracciones de sangre, en el marco del estudio de los efectos de la contaminación con plomo en la población local. Los alrededor de 15 niños fueron reemplazados por otros, también elegidos completamente al azar.
Con los consentimientos en sus manos los agentes sanitarios y los especialistas arribados desde la Universidad de Buenos Aires salieron ayer a realizar las encuestas familiares previas a la extracción. Hoy, desde las 8 se tomarán las primeras veinte muestras sanguíneas, mientras que el resto de las 200 se tomarán entre sábado, lunes, martes y miércoles de la próxima semana.
Los padres están siendo consultados sobre distintas cuestiones, muchas de ellas relacionadas con los contactos que los niños pudieron haber tenido con el plomo en el transcurso de sus vidas. También en relación con las características de sus viviendas, si las calles son de ripio o de asfalto y otros temas que puedan ser importantes para los investigadores. Esos datos se cruzarán con los que aporten el Equipo Técnico de Apoyo Pedagógico y los maestros y los que se recojan de las mediciones de talla y peso por parte de los pediatras, además de las muestras sanguíneas que serán analizadas en Capital Federal para determinar el nivel de plomo en la sangre de los niños.
Un grupo de jóvenes del Interact Club colaborará también desde hoy en el hospital para ordenar el ingreso de los niños al consultorio pediátrico y luego su traslado al laboratorio, con el fin de evitar que la extracción sea traumática para los pequeños. Los niños seleccionados tienen entre 6 y 8 años y residen en distintos puntos de la localidad.
La inquietud acerca de los efectos que el plomo pudo haber causado en la salud de la población se profundizó partir de mediados de este año cuando fue presentado un estudio biológico que detectó presencia de este metal en mejillones de la ría de esta ciudad.
Un especialista llegado de México, el doctor Fernando Díaz Barriga, tomó muestras de tierra en diferentes puntos de la localidad y confirmó la biodisponibilidad del metal.
Su origen está dado en la existencia de una pila de escoria de una antigua fundición que operó hasta 1985. El escorial se ubica a pocos metros del casco urbano y se presume que el viento dispersó el plomo por la ciudad.
Ante esta situación se organizó este operativo que en un plazo de entre 40 días y dos meses permitirá saber si existen efectos nocivos sobre la población y empezar a determinar medidas para remediar el problema.
SAN ANTONIO OESTE (ASA).- Un mínimo porcentaje de padres de los 200 niños seleccionados se negó a que sus hijos sean sometidos a extracciones de sangre, en el marco del estudio de los efectos de la contaminación con plomo en la población local. Los alrededor de 15 niños fueron reemplazados por otros, también elegidos completamente al azar.
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