La Cámara de Comercio exigió más controles para la venta ambulante en Bariloche
La creciente actividad de manteros y vendedores callejeros en el centro de Bariloche se convirtió en un tema de alta prioridad para la Cámara de Comercio y para la Federación de Entidades Empresarias de la ciudad, que reclamaron más operativos de fiscalización.
El presidente de la Cámara, Elías Caramichos, dijo que la venta ilegal convoca en estos días a barilochenses y también a decenas de oferentes que llegan de otros lugares para “hacer temporada”, cuando Bariloche se colma de turistas.
Señaló que la calle Mitre es un muestrario del comercio informal a cielo abierto, que invade las veredas y “no solo constituye una competencia desleal para el comerciante, sino un factor de inseguridad” para los transeúntes.
Aseguró que “generan incidentes, se pelean entre ellos, hay situaciones de maltrato y un clásico es el vendedor de cuchillos que se instala en un banco todos los días, frente a una chocolatería, y expulsa a cualquiera que esté sentado allí, para instalar su puesto”.
Referentes de la entidad empresaria y comerciantes de la Mitre mantuvieron una reunión ayer con el intendente Walter Cortés, con el responsable de Fiscalización Fabián Llacer y con autoridades de la policía provincial para exponer su preocupación.
Describieron allí “el impacto que genera la falta de controles en la actividad formal”. Desde el municipio y la policía se comprometieron a iniciar un operativo especial de fiscalización y ordenamiento la semana próxima, en coincidencia con las vacaciones de invierno, que suele aportar el mayor flujo de visitantes.
Caramichos dijo que los manteros y la venta ambulante registraron “un aumento fuerte” y abarcan rubros tan variados como el cambio de moneda, la oferta de alimentos, de ropa, peluches, anteojos, bijouterie “y hasta cortes de pelo”.
Dijo que un relevamiento reciente de la propia cámara determinó que existen no menos de 30 “arbolitos” dedicados al cambio de dólares y otras divisas en la Mitre, cuando en 2015 no pasaban de la decena. “El problema es grande porque algunos de los que venden en la calle tienen habilitación de Cultura del municipio y no se puede hacer nada”.
Esa área del municipio tiene un régimen específico de permisos para la venta de artesanías, pero según Caramichos en esa categoría entra gente que “revende” artesanías de origen indeterminado y que cuando se quedan sin mercadería “ha pasado que le encargan o le compran a los propios comerciantes” con locales fijos.

El dirigente dijo que Cultura tiene otorgadas “unas 30 habilitaciones, que para Mitre es un montón”. Insistió en que el perjuicio no es solo para los comerciantes sino para toda la ciudad, porque hay mucha gente que transita por el lugar y está expuesta a “pasar un mal momento”.
Refirió que en este reclamo puntual apuntaron sobre la venta ilegal en Mitre, que es el epicentro de la actividad turística, pero “el problema abarca a toda la ciudad”.
Mencionó el caso de las banquinas sobre la entrada de Invap, en el este de la ciudad, “donde hay una persona que no es de Bariloche, que instala puestos con gente que trabaja para él y vende palta, dulces, miel y en verano incluso acolchados y espejos”, en condiciones de explotación, ya que “cumplen turnos de 12 a 14 horas, y ni un baño tienen”.
Dijo que el mismo emprendedor informal tiene puntos de venta en avenida Pioneros y en la ruta 40. A su entender, la municipalidad debe ser más estricta en la erradicación de esos abusos.
La palabra del municipio
Consultado por este medio, Llacer dijo que trabajan en conjunto con la policía, y que hacen “hincapié” en el secuestro de mercadería. Sugirió sin embargo que algunos de los infraccionados vuelven a la calle en corto tiempo porque el Juzgado de Faltas les libera el decomiso sin grandes trámites.
El titular de Fiscalización dijo que trabajan según un “itinerario”, por turnos, con dos grupos de inspectores, y que realizan no menos de tres pasadas por día en los puntos más conflictivos. Los propios comerciantes dijeron que desde la tarde/noche disminuye el control y los ambulantes se multiplican, al punto de que algunos empezaron a cerrar más temprano, porque “se genera un clima hostil”.
La Cámara de Comercio presentó al municipio entre otras propuestas “la regularizaicón para vendedores informales con habilitaciones simplificadas, capacitaciones y otras alternativas para que puedan integrarse al circuito comercial formal.
También impulsan la realización de campañas para informar a turistas y residentes sobre “los riesgos de comprar fuera de los canales legales”.
La creciente actividad de manteros y vendedores callejeros en el centro de Bariloche se convirtió en un tema de alta prioridad para la Cámara de Comercio y para la Federación de Entidades Empresarias de la ciudad, que reclamaron más operativos de fiscalización.
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