“La victoria de Milei no fue el 30%, sino instalar una agenda en parte de la sociedad”

Franco Delle Donne investiga en Alemania a las derecha radicales en el mundo. Ubica a Javier Milei dentro de las narrativas “paleolibertarias” que combinan elementos populistas y de defensa a ultranza del mercado, con visiones morales ultraconservadoras.

Para el investigador especialista en temas de derecha radical Franco Delle Donne, el gran éxito de Javier Milei no es haber conseguido un 30% en las PASO recientes, sino haber “instalado entre la un parte importante de la población una narrativa” en sus propios términos, con diagnósticos y soluciones para los problemas del país. Narrativa con muchos rasgos populistas, que divide el arco político en una elite (“la casta”) estatista y “socialista” que oprime o traba a un pueblo emprendedor y que sería la causa de la “decadencia” política, económica pero también moral del país. Y propone un liberalismo económico a ultranza, combinado con rasgos ultraconsevadores en lo político y lo moral, para superar esa postración. Uno de sus grandes atractivos es que propone “si no una salida, un horizonte” para muchos afectados por la crisis y desencantados de los partidos tradicionales.

Aunque estos planteos suenan como novedad para la Argentina, Delle Donne, doctor en comunicación por la Universidad Libre de Berlín, el discurso libertario tiene muchos rasgos en común con propuestas y estrategias con movimientos globales, en el caso de Milei especialmente con “paleolibertarios” de los Estados Unidos, que nutren el discurso del expresidente Donald Trump.

Para este académico argentino, el riesgo es que estas narrativas, con rasgos autoritarios, terminen “erosionando desde adentro” a la democracia. Por este motivo, dirige desde Alemania un proyecto de investigación y divulgación, mediante un sistema de podcast políticos, “Epidemia Ultra”, que buscan echar luz sobre este verdadero “clima de época” que se ha instalado en varias regiones del mundo. En diálogo con RIO NEGRO analizó el resultado de las últimas elecciones

Delle Donne dirige proyecto de divulgación y análisis de estudios sobre la derecha radical en el mundo.

Pregunta: El buen resultado de Milei es voto bronca o hay algo más?

Respuesta: En general, cuando un partido de derecha radical o de ultraderecha tiene un buen resultado electoral se asocia al voto bronca, especialmente si este partido participa por primera vez, en este caso en una elección presidencial. Milei ya había participado de una legislativa, pero en los países presidencialistas no es lo mismo el impacto de la presidencial que una legislativa de medio término, hay menos en juego en la cabeza de la gente. Daría la sensación que una parte de ese 30% tiene que ver con una expresión de enojo, de bronca, de decepción, que también coincide con la motivaciones del voto a este tipo de partidos. Pero por otra parte hay un un conjunto de personas que ven ahí más allá del enojo…

P: Qué sería?

R: Una posibilidad de expresar una narrativa que vienen escuchando hace mucho tiempo de Javier Milei, que tiene que ver con una visión libertaria desde lo económico, contra la intervención del Estado en la vida en la sociedad, en la economía, en otras en otros parámetros de nuestra sociedad y demás, pero también una visión que tiene un componente que definimos como “paleo libertario”, que sería que para determinadas decisiones sociales que determinan aspectos de la vida que tiene que ver con la moral o decisiones personales, aparece una visión ultraconservadora. En ese componente se parece mucho a la “alt-right” (derecha alternativa) de Estados Unidos, que combina esas visiones.

P: ¿Dentro qué espectro de las derechas ubicás a Milei?

R: Desde mi punto de vista, al menos por ahora, Milei se ubica en lo que sería una derecha radical. Es decir, expresiones políticas que operan dentro del juego democrático y de la lógica de partidos, de candidatos que plantean un escenario de reforma muy profunda del sistema, pero que se va dando poco a poco. Porque, aunque en este caso el rápido ascenso de Milei justo no lo representa, en general estos partidos comienzan sacando resultados modestos y van creciendo con el tiempo. Cuando llegan a puestos de decisión, si es que llegan, van erosionando la democracia poco a poco. Lo vimos con el caso de (el primer ministro de Hungría, Viktor) Orbán, por ejemplo o en Polonia. Ese es el gran peligro que representan los partidos derecha radical para la democracia, la erosionan desde dentro. Juegan con las reglas de la democracia y cuando disponen de las herramientas van generando políticas y decisiones que destruyen poco a poco el Estado de Derecho, vemos efectivamente su influencia negativa en el sistema democrático.

P: ¿Y la ultraderecha?

R: Una extrema derecha es una visión o expresión política que está en contra del sistema y quiere desde ese extremo cambiarla y plantear otro, no modificarlo, sino un sistema diferente: autoritario, de exclusión, de marginar a diferentes sectores, con de visión homogénea de la sociedad etc. donde la pluralidad no existe. El problema es que esta división, que analizamos en Epidemia Ultra, es analítica, nos sirve para analizar y pensar el fenómeno. Pero pueden solaparse, hay vasos comunicantes y ahí está el riesgo de algunas expresiones de Milei , que por momentos se acerca a ciertos extremismos. Esa visión palolibertaria de Milei, donde el Estado no existe ni es necesario, donde no son necesarios otros actores sociales, como los sindicatos o partidos, para discutir decisiones, donde todo se arregla por la ley de oferta y demanda del mercado, te puede llevar a una visión absolutista de la de la sociedad…

P: ¿Cómo ves a Milei dentro del espectro Latinoamericano, como Bukele, Kast y Bolsonaro?.

R: Como cada uno de ellos tiene sus componentes contextuales y propios de la circunscripción política a la que pertenece: Milei en Argentina, Kast en Chile, Bukele en Salvador tienen ese componente propio contextual de cada nación, pero también aparecen conexiones o denominadores comunes que en general se encuentran en la narrativa. Es narrativa por un lado es populista, en la cual se separa la sociedad entre en dos grupos homogéneos y enemigos entre sí: que serían por un lado la elite (Milei le llama la casta) este grupo de los que manejan todo y toman decisiones que afectan al otro grupo que sería el Pueblo, el sujeto social que defendería ese partido político o expresión política. Este elemento lo vemos en Donald Trump, cuando él hablaba del “Deep state” (el Estado profundo) cómo afectan negativamente las decisiones “tomadas desde Washington”, manejado desde las sombras. Con respecto a a Kast, se parece en ciertas narrativas conservadoras, pero para Kast es mucho más importante la reivindicación del pinochetismo, de atacar a las organizaciones internacionales como la ONU y el Pacto de San José de Costa Rica, hay una visión mucho más clara del autoritarismo. En cambio tal vez el verdadero poder del discurso de Milei, donde él más se apoya es en estas ideas libertarias en lo económico, en reducir el Estado y demás cuestiones.

P: En el caso de Milei hubo mucho voto de jóvenes, que están entre los más afectados por la crisis, al tener más informalidad y dificultades para lograr un empleo estable y salarios dignos…

R: En este tema hay un análisis muy interesante de Pablo Semán: él habla de cómo en los últimos años en muchos jóvenes va cambiando un poco la idea tradicional de que era moralmente justo y bueno ser un trabajador y se va instalando la idea del emprendedor, que tiene que más que ver con el individualismo, con esa idea de salvarse a partir de el esfuerzo personal, con menos relación con lo colectivo, con la sociedad. Esa es una visión, una ideología que Milei utiliza en su discurso, que claramente no tiene más respaldo que su capacidad de convencer. Se genera un discurso individualista que prende en muchos jóvenes, que se encuentran en una situación de desesperanza, de decepción, de desencanto con la política por la falta de respuestas.

P: De los partidos establecidos...

R: Hay que reconocer que las opciones políticas que están, ya sean en el Gobierno o en la oposición de JxC, no han sido capaces de hacerse cargo de diferentes problemas y demandas de sectores vulnerables, especialmente los jóvenes. Ahí es donde estos relatos encuentran posibilidad de crecer, ¿no? Brindan, si no esperanza, al menos un horizonte. Esto no quiere decir que sea real, pero genera un impacto, en algunos sectores habrá convencimiento, en otros al menos de probar a ver qué pasa.

P: ¿Hubo una subestimación del fenómeno por otros partidos? ¿Cómo puede evolucionar?

R: Creo que hay que tomarse tiempo, no apresurarse, ese 30% es una marca que en general cuando cuando aparecen estos partidos tardan en solidificarse, si ocurre. Gran parte del voto a Milei y expresiones similares es volátil, hay que esperar a la elección general. Lo más importante es entender que la gran victoria de Milei no está en ese 30% ni en salir primero en la PASO, sino en que logró instalar en un tercio de la sociedad argentina una agenda, un debate sobre una serie de temas y lo hizo desde su punto de vista y su forma de entenderlos. Eso es lo más peligroso, porque es una narrativa antidemocrática, que discute y pone en riesgo instituciones como los partidos políticos, el rol del Estado, de lo público. Que posiblemente funcionen mal, muy mal incluso, pero eso no significa que descalificándolas, eliminándolas o destruyéndolas podemos tener una democracia mejor. Al contrario, lo que hay que hacer es reformarlas , reforzarlas y ese es un trabajo bastante difícil, porque demanda autocrítica y una profunda reflexión de los partidos y la dirigencia en ese sentido. No sé si lo podemos lograr en el corto plazo, pero es un es un buen horizonte, un objetivo a mediano a largo plazo para pensar.

“Epidemia Ultra”, de la investigación académica al podcast de divulgación


¿Cómo se convierten algunas narrativas autoritarias, xenófobas y ultraconservadoras en una opción aceptable para los partidos políticos y para una parte de distintas sociedades democráticas?¿ Cómo logra un discurso populista que alienta el antagonismo a ultranza y una lógica intransigente los apoyos que le permite ocupar espacios relevantes en el debate público actual?

Esa es una de las preguntas claves que se plantea el proyecto “Epidemia Ultra” que dirige Franco Delle Donne, doctor en Comunicación por la Freie Universität Berlin. El proyecto de divulgación y análisis de estudios inlcuye varios documentos y podcasts de divulgación sobre la derecha radical que van desde los extremismos europeos como los de Viktor Orbán en Hungría, Mateusz Morawiecki en Polonia o Giorgia Meloni en Italia. Pero también busca diferencias con otros proyectos, como los de Donald Trump y la “Alt-Right” en Estados Unidos, Jair Bolsonaro en Brasil o Nayib Bukele en El Salvador.

Es realizador en Rombo Podcasts, un sello de podcasts políticos.

Su apuesta académica incluye la “empatía metodológica” una estrategia que busca evitar proyectar los valores propios sobre lo que se analiza, ya que así “conseguimos indignarnos, pero no comprender y aprender de estos fenómenos sociales y políticos”.


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