Por mes, 16 peatones son arrollados en Neuquén capital y hasta Arroyito

Si se compara con la cantidad de siniestros viales que ocurren a diario en las pobladas calles de Neuquén, el número de los que involucran a peatones pareciera ínfimo, pero la estadística no deja de ser alarmante. En el 2015 fueron poco más de 200 los casos y este año las cifras apuntan hacia algo parecido. Para quienes abordan el trabajo de la prevención existe conciencia, pero queda mucho por mejorar.

El 17 de agosto es el Día del Peatón, en conmemoración de la primera víctima fatal de un accidente de tránsito vehicular que involucró a un transeúnte y que ocurrió en 1897 en Inglaterra. Con ese preámbulo el comisario Daniel Asselborn, Jefe Operaivo de la Dirección de Tránsito de la Policía de Neuquén, se refirió al panorama regional y al comportamiento que demuestran los peatones para desenvolverse en la vía pública.

“Hay que partir diciendo que, eventualmente, todos somos peatones, tanto el que camina por la vereda, como el que conduce un vehículo y es obligación respetar las normas”, sostuvo. Para el uniformado, en Neuquén hay un cierto respeto por las normas de tránsito en cuanto a las personas que transitan a pie, y “se podría decir que sólo entre un 35 o 40% de las personas no respeta normas como el cruce por las esquinas, pero es algo que se ve en todas partes del país”, sostuvo.

Algo que llama la atención son los riesgos a los que se exponen los transeúntes con el fin de ahorrar un poco de tiempo. Se aventuran a cruzar en los sitios más riesgosos “un ejemplo claro es la ruta 22, que al tener trayectos de 200 metros sin cruces la gente opta por atravesar la ruta saltando el guarda rail. En la ruta provincial 7 pasa lo mismo, a la altura de la comisaría 20 de Parque Industrial, la gente no respeta el puente peatonal y siempre cruza la ruta pie, con los riesgos que eso conlleva”, advirtió.

En cuanto a los conductores, sostuvo que en general respetan a quienes circulan a pie. Sin embargo, “es frecuente encontrarse con conductores que estacionan sobre la senda peatonal, o sobre las rampas para discapacitados”.

En contraste, Alberto Gasparini, presidente de la asociación civil “Luchemos por la Vida”, fue tajante al advertir que en el país “nadie respeta las normas de tránsito, porque vivimos en una cultura en que no nos interesa el otro. Cuando hablamos de peatones uno siempre piensa en la otra persona y hay que tener en cuenta que todos somos peatones”, insistió.

El dialogo con “Río Negro,” Gasparini señaló que “tiene que existir un control por parte del Estado, para formar y educar, pero también tiene que haber un compromiso social y contribuir con la educación vial”, concluyó.

La estadística