¿Por qué la oposición le dedicó «El Mono Relojero» a Macri?
Lanzada hace veintiún años, la canción es reconocida como un himno dentro del ámbito del rock nacional. Anoche volvió a estar presente en las redes sociales y algunas emisoras radiales. Te contamos el origen de la letra y por qué le dieron sentido después de las PASO.
La euforia por los resultados de las PASO junto a las intervenciones de los políticos quedaron resonando este domingo, y fueron parte de los memes y chistes en redes sociales. Una de esas frases fue «Sos el mono relojero, te compraste el reloj. Si vos no podés dormirte, ¿por qué voy a dormir yo?».
Surgió en horas de la noche, cuando el presidente Mauricio Macri ordenó a la gente que estaba en el búnker de Juntos por el Cambio «a dormir y a empezar a trabajar desde mañana», aún sin conocerse los cómputos oficiales de la elección.
Esas palabras sonaron en las cabezas de muchos aficionados al rock, quienes recordaron la canción «El Mono Relojero» de Kapanga y le recuperaron un sentido.
En realidad la versión, considerada de los primeros hits de la banda y un himno dentro del ámbito rockero, tuvo inicialmente otro destinatario. Fue lanzada en 1998 y pertenece al disco «A 15 cms de la realidad»; entonces Eduardo Duhalde era gobernador de la provincia de Buenos Aires y quería implementar el cierre de los locales nocturnos a las 3 de la madrugrada.
Esa determinación generó un amplio descontento entre los sectores juveniles, y ni hablar entre los que consumían rock. De hecho, con esa medida Kapanga perdió algunos shows ya programados; y de ahí surgió la canción que se convirtió en símbolo de una época.
Finalmente ese tema se transformó en el primer corte de difusión del álbum inicial de la banda oriunda de Quilmes, que generó el empujón para que el material fuera Disco de Oro al superar las 35 mil copias vendidas.
Anoche volvió al recuerdo de muchos, sobre todo los que pertenecen a la oposición. Y durante este lunes post electoral sonó en diversos rincones. «Andate a dormir vos, yo quiero estar de la cabeza. Poder tomar una cerveza y emborrachar mi corazón», justo para la conclusión de la veda.
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