Postergó por un año el FMI el vencimiento del pago de 130 millones

Alivio para el gobierno ya que no recurrirá a las reservas. El Fondo elogió los progresos por la sanción de Quiebras.

El FMI dio un respiro a la crisis económica argentina, al aplazar por un año un vencimiento de deuda por 130 millones de dólares, pero el gobierno de Duhalde deberá transpirar antes de lograr un acuerdo con el organismo para recuperar los desembolsos suspendidos en 2001.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) resolvió ayer postergar por un año ese compromiso por 130 millones de dólares que vencía el 22 de mayo, de los casi 5.000 millones que debe cancelar Argentina al organismo multilateral en 2002.

Gracias a esta postergación, el gobierno evitará tener que recurrir a las reservas, vía recursos de Tesorería, como lo hizo a principios de semana para cumplir con el Banco Mundial para no caer en default. Cabe destacar que las reservas del Central se ubican hoy en 11.500 millones de dólares y han sufrido una fuerte caída de más de 4.000 millones en lo que va del año.

Por otra parte, los vencimientos por los compromisos internacionales pendientes del período junio-diciembre 2002 alcanzan los 3.750 millones de dólares, cifra que tendrá que ser respaldada, de no conseguir nuevo créditos, con las reservas del Central. (Ver infograma)

El jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, en nombre del gobierno, celebró la decisión del FMI como «una muestra más de que Argentina está transitando un camino distinto y que el mundo la está mirando de otra manera».

Una fuente del ministerio de Economía dijo que la postergación del vencimiento es «una señal positiva que se inscribe en la misma dirección que el préstamo del BID» por 694,2 millones de dólares para planes sociale recibido el pasado lunes.

Pero pese al optimismo, los rumores de una posible renuncia de Mario Blejer en la conducción del Central pusieron la nota negativa, ya que el funcionario se opone a la política de seguir acudiendo a las reservas para afrontar el pago de deuda. (Ver abajo)

El portavoz del Fondo, Thomas Dawson, confirmó en Washington el anuncio y anticipó que a principios de la semana próxima llegará a la Argentina una nueva misión técnica.

El FMI ya había aceptado el 17 de enero pasado aplazar otro vencimiento de Argentina por 933 millones de dólares. Ambos compromisos y otros que vencen en 2002, figuran bajo la figura de Facilidad de Reserva Adicional (FRA), pasibles de ser aplazados por un año por el directorio del FMI si éste considera que causan al país «dificultades excesivas», y si «el acreedor está tomando acciones para reforzar su balanza de pagos».

Argentina afronta en 2002 vencimientos por unos 9.500 millones de dólares con los organismos de crédito internacionales, según admitió días atrás el ministro de Economía Roberto Lavagna.

La noticia de la gracia del FMI se conoció el mismo día en que el presidente Eduardo Duhalde llegó a España, donde se reunirá con sus colegas de la Unión Europea (UE) y América latina, y 24 horas después de promulgada la reforma de ley de Quiebras, una de las exigencias del Fondo para reanudar una posible asistencia financiera a Argentina.

Dawson dijo a la prensa que «claramente ha habido progreso en la ley de Quiebras, (pero) también se debe enfrentar la ley de Subversión Económica e implementar los acuerdos (del Gobierno federal) con las provincias» para reducir sus déficits en un 60%. Esos son los puntos centrales de un catálogo de exigencias del FMI que Argentina deberá cumplir antes de retomar las negociaciones para volver a recibir los desembolsos congelados el año pasado, por unos 9.000 millones de dólares.

El deseo de revertir la imagen que tiene la Argentina ante los centros financieros internacionales, hace que el Gobierno intente mostrar como un hecho destacable, una postergación de un pago, que se realizar por la incapacidad de pago que tiene el deudor.

Con esta postergación, con la sanción de la ley de quiebras, lograda ayer en el Congreso, con la media aprobación de la derogación de la ley de subversión económica, con el acuerdo alcanzado con algunas provincias para recortar el déficit y con el dinero recibido del BID, el presidente Eduardo Duhalde intentará mostrar en España, país en el que se encuentra en visita oficial, una mejor perspectiva de la Argentina. (Ver aparte)

A su vez, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, intentará hacer lo propio primero en Ginebra y Bruselas donde tomará contacto con economistas y banqueros europeos y, a partir del martes, en Washington ante las autoridades del FMI.

Para Economía, esta semana se dio un cambio de actitud de parte de los organismos multilaterales para con la Argentina.En ese sentido, destacan entre otros hechos las expresiones que ayer tuvo el vicepresidente del BM para América Latina y el Caribe, David de Ferranti, quien destacó «el esfuerzo que está realizando el Gobierno para superar la crisis económica». (DYN y AFP)

O»Neill ve avances, aunque «erráticos»

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O»Neill, afirmó ayer que Argentina está haciendo algunos avances en la promulgación de las reformas económicas pedidas por el FMI, si bien consideró que el progreso ha sido errático.

«Parecen estar avanzando, aunque de manera errática, en progresar respecto a las cosas que son necesarias para alcanzar una condición sustentable», señaló el funcionario durante una conferencia de prensa.

El representante citó como positivos los cambios que realizó el Senado argentino a la ley de quiebras, calificándolos de «razonables», según señala un despacho de la agencia Dow Jones.

Agregó que la Argentina aún tiene que revocar la ley de subversión económica, cuya promulgación data de 1974 y está siendo aplicada en causas judiciales contra banqueros.

«Aún tienen que encargarse del asunto de subversión (económica), que todavía está en su área», señaló O»Neill.

En sus declaraciones O»Neill también desestimó críticas en el sentido que el FMI es en parte responsable por la miseria económica del país.

Cardoso alienta

La Argentina sigue siendo «un aliado importante» en el Mercosur, a pesar de sus problemas internos, aseguró ayer el presidente de Brasil, Fernando Cardoso, quien apostó en el mediano plazo por una moneda única en el bloque regional.

«Argentina no complica la situación del Mercosur aunque no ayuda lo que debería por sus problemas internos», señaló Cardoso en la víspera de la II Cumbre de Presidentes de Europa y América Latina, tras lo cual aseguró que «en líneas generales es nuestro aliado».

Cardoso agregó que «Argentina tiene los mismos o más problemas de comercio que Brasil, porque compite para defender su trigo internacionalmente. Por eso, necesita reaccionar con más esmero que nosotros para conseguir una apertura del comercio». (Reuters y EFE)


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