Puente peatonal Viedma-Patagones

Llamado también puente colgante o pasarela tiene comparación con el que ofrece la naturaleza por medio de lianas en algunas partes selváticas del mundo como medio de cruzar cursos de agua y en la que películas de hace años brindaron su atlético primer actor. También algunos escritos informan del «construido en China el año 65 de nuestra era». Más modernamente, son famosos los puentes colgantes (definición enciclopédica) Golden Gate en bahía San Francisco de California, EE.UU, con 1.281 metros de extensión. El George Washington sobre el río Hudson, EE.UU, con 1.067 metros. Old Point, en Pittsburgh, Gran Bretaña, 244 metros, los 250 metros en Gargantas del Niágara y también en Estados Unidos con 2.822 metros en dos tramos el San Francisco-Bahía de Oakland. Para destacar en la Argentina, el de Necochea-Quequén y laguna Setúbal en Santa Fe ambos con muchos años de uso. Hay otros de menor extensión y hasta pasarelas, principalmente en zonas cordilleranas patagónicas, en los cuales los cuatro cables de acero constituyen el alma de esa forma de comunicación casi con definición aérea.

   Como proyecto, el puente peatonal o colgante entre Viedma y Carmen de Patagones tiene más de treinta años. Desde el inicio de la idea hubo varios intentos y por allí en el Ministerio de Obras Públicas, Vialidad o archivos de dichos municipios deben dormir las voluminosas carpetas con planos, memoria descriptiva, detalles técnicos, presupuesto, etc. que insumieron horas de trabajo a ingenieros y técnicos de ambas provincias, algunos de ellos posiblemente hoy con retiro biológico profesional. Estas líneas tienden a reavivar recuerdos, actores, notas periodísticas, fotografías, etc. de varios anuncios. Menos mal: no hubo piedra fundamental, acto muy contrario a promesas políticas incumplidas…

   ¿El puente peatonal Viedma-Patagones quedó en el olvido? Recordamos algunos pasos del hermoso proyecto que, de concretarse, incorporaría una postal única para las dos poblaciones más antiguas de la Patagonia. Silencioso producto además como atracción turística. En 1975 la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires declaró de interés que el gobierno de esa provincia concretara convenio con el del Río Negro para la construcción del puente peatonal entre ambas ciudades limitadas por el río Negro. Producto del impulso tuvo intervención el entonces Ministerio de Obras y Servicios Públicos del Río Negro con proyecto de un grupo de ingenieros de Bahía Blanca, puente que arrancaría en la avenida 25 de Mayo y costanera (embarcadero) de Viedma y conectaría en Patagones con las calles Mitre y Comodoro Rivadavia. La financiación sería por partes iguales entre ambas provincias. El puente carretero «Piloto Basilio Villarino» construido aguas arriba produjo parate con el proyecto.

   Otro intento de parte de la Cámara de Diputados bonaerense por 1983 no tuvo continuidad, mientras que del lado rionegrino se desechó trasladar el abandonado puente fuera de uso de General Conesa (1986). Luego se trabajó para la integración de una comisión técnica interprovincial, arribándose a aquel 7 de marzo de 1993 la memorable fecha maragata en que los gobernadores de ambas provincias, más los municipales Rosso y Lebed, firmaron otro aspirante convenio: «Ambos gobernadores… asumen el compromiso de construir un puente peatonal y turístico interprovincial que unirá las ciudades de Carmen de Patagones y Viedma con el objeto de lograr una mayor integración y desarrollo regional». Punto que sinceramente habíamos olvidado citar en notas sobre el tema. («Río Negro» 9/2002 – 4/2004). Lo incorporamos. Se integró la comisión, uno de sus miembros era el ing. Ricardo Curetti, ex vial rionegrino, hoy intendente de Patagones, Daniel Leiboff y los profesionales rionegrinos Jorge Gutiérrez, Susana Nocetti y Dolores Martinolich. Misión: proyectar y elaborar pliegos (tardaron algo más de un año) para la licitación. Ambas legislaturas aprobaron el convenio. La larga siesta técnico-administrativa despertó a los nueve años y pico, mientras ambos vecindarios expusieron los pro y contra del necesario puente para la «integración y el desarrollo regional», con jugosas opiniones cuyos detalles omitimos.

   Río Negro mediante ley 2.604 de 28/4/93 ratificó el convenio interprovincial: «Obra Puente Peatonal y Turístico Viedma-Patagones» (sic) para construirlo «por el sistema de concesión de obra pública», la aprobación bonaerense del convenio se produjo por resolución de mayo de 1996 (DVPBA). Los imaginados gruesos cables de acero especial, maderas, tornillos, grampas y otros elementos para los cuatrocientos metros del cruce fluvial todavía esperan ver pasar a sus pies a ruidosas lanchas, veleros y canoas, peces y pichones de plácidas gaviotas aprendiendo a volar… pese a que el último proyecto lo ubicaba entre el viejo muelle Mihanovich (Patagones) y la Escuela Náutica (Viedma) contemplando «sectores de descanso para el peatón, con sobreanchos, terrazas o balcones de observación (¿avistaje de aves?), protecciones laterales transparentes para los vientos, iluminación complementaria y posibles accesos a embarcaderos o sectores de recreación en el río». («Río Negro», 6/1/04). Por supuesto, las disposiciones ambientales estaban contempladas en el proyecto.

   Deseamos no sea una historia más. Revivirla conlleva también pensar en lancheros que hoy hacen el cruce, servicios de ómnibus entre ambas ciudades; si su uso peatonal, con acceso para discapacitados, será pago o gratuito (nos inclinamos por lo último), vigilancia, mantenimiento y posibles medios publicitarios. Pero de manera muy especial lo pensamos además como formidable recurso turístico. Y a lo mejor algo único y original: algún casamiento en la mitad del puente peatonal sobre el río de los Sauces….

   

Bibliografía principal: Biblioteca Legislatura del Río Negro. Gutiérrez, J. O. ing. Historia, RN, 2004. «Río Negro» (diario), Una calle peatonal, 11/1989 y su archivo. Biblioteca Patagónica (varios). «La Capital» (diario), El puente colgante, 2003. «El Litoral» (diario), 2006. Durvan, Gran Enciclopedia, 1961. Biblioteca Legislatura del Neuquén y otros.

 

Héctor Pérez Morando (Periodista. Investigador de historia patagónica).

Especial para «Río Negro»


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