Puerto Madryn fue sede del 4º Rally de Ballenas
La actividad organizada por el Club de Autos Clásicos de la Patagonia convocó a treinta autos de todo el país. El recorrido fue de 200 km y estuvo dividido en dos etapas.
La ciudad fue, una vez más, sede de la cuarta edición del Rally de Ballenas, prueba de regularidad reservada para automóviles de más de 25 años de antigüedad
La ciudad de Puerto Madryn fue testigo, el sábado 27 y el domingo 28 de junio pasados, de la cuarta edición del Rally de Ballenas, prueba de regularidad en la que sólo pueden participar autos de más de 25 años de antigüedad.
Organizado por el Club de Autos Clásicos de la Patagonia y con el auspicio de de la Municipalidad de Puerto Madryn y de la Subsecretaría de Turismo, fueron treinta los autos que participaron del 4º Rally de Ballenas, cuyos dueños provenían de diferentes ciudades del país, como Mar del Plata y Pergamino.
El recorrido, de 200 km, estuvo dividido en dos etapas, con largada y llegada en la Avenida Guillermo Brown, de la ciudad Puerto Madryn. Más de treinta autos, de diferentes modelos y años, recorrieron una hoja de ruta que debió ser seguida con precisión de décimas de segundos, partiendo desde la primera rotonda en el Boulevard Brown, uniendo Puerto Madryn y Puerto Pirámide. Con una excelente convocatoria, el Rally funcionó como motor turístico de una gran franquicia natural como lo es Puerto Madryn y su entorno.
Quienes ganaron en la categoría de Rápidos fueron:
1° José Luis Oberts – Carlos Sierra, de Santa Rosa, Porsche 928 1980
2° Wenceslao Rodríguez – Lucio Pérez, de Gral. Roca, MGB 1979
3° José Luis Torrent – Irene Torrent, de Pergamino, Chevrolet Belair 1597
Y quienes ganaron en la categoría Lentos:
1° Daniel Blanchet – Estefanía Bozzo, de Puerto Madryn, Fiat 1100 1963
2° Néstor Redondo – José Luis Beraza, de Puerto Madryn, Ford 1935
3° Mauricio Sanz – Olga Gutierrez, de Puerto Madryn, Fiat 1500 1967
Puerto Madryn, ubicada en la costa de la provincia de Chubut, posee un valor turístico y una ubicación estratégica indiscutibles, siendo el centro de servicios de la costa patagónica y la puerta de entrada a la Península de Valdés -declarada en 1999 Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO-.
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