Recrear la ciudad de Neuquén: la barda y el río, el centro y los barrios


A un año de la desaparición física de Horacio “Pechi” Quiroga, un repaso de su gestión y el legado político que dejó en la capital neuquina.


EL PASEO DE LA COSTA PECHI QUIROGA

Horacio “Pechi” Quiroga, nacido en San Martín de los Andes, radical toda su vida, participó en los años de la dictadura en la comisión vecinal de barrio Nuevo. El radicalismo tuvo escasa incidencia durante la etapa territoriana de Neuquén (1884-1950) y triunfó como Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI), en la primera gestión del gobierno elegido por los ciudadanos, con Edelman-Asmar (1958), apenas provincializados los territorios nacionales. Durante años, entre la proscripción del peronismo, la lucha en su interior y la emergencia del MPN (1961), la UCR continuó con escasa incidencia en la provincia, un poco en lugares del interior neuquino, muy exiguos afiliados y dirigentes. La gran oportunidad sobrevino con el radicalismo propuesto por Raúl Alfonsín y el Movimiento Renovación y Cambio. No olvidemos que en la dictadura los partidos y sus fondos fueron congelados, aunque algunos dirigentes se reunían en sus casas, estudios u otros lugares.

En 1980, aun antes de la derrota de Malvinas (1982), se fue lentamente retomando el rearmado de la política partidaria. En las elecciones de 1983, la UCR en Neuquén, por 25 votos, no logró ingresar como oposición en la Cámara de Diputados. Quiroga inició su carrera política en 1987, cuando fue electo concejal de Neuquén, mandato que renovó en 1995 y finalizó en 1999. Ese año se postuló, por primera vez, como intendente de la ciudad de Neuquén -quería seguir los pasos del primer intendente radical Víctor Aníbal García- cuando Neuquén fue provincia. Participó como constituyente en la redacción de la Carta Orgánica del Municipio en 1994 y 1999 obtuvo su primera victoria como intendente al triunfar sobre Luis Manganaro (MPN). Durante 20 años estuvo en la intendencia, dentro y fuera del radicalismo, con y sin alianzas, con contradicciones (Kirchner y Macri), pero su obra logró admiración de propios y extraños, ya que pudo reconfigurar a la ciudad de Neuquén.

No fue solo asfaltar calles, sino obras muy importantes, tales como el traslado de la vieja terminal de ómnibus ubicada en el hoy parque central a un edificio propio y más alejada del centro de la ciudad. El Museo Nacional de Bellas Artes, la apertura de calles del parque para mejorar la conexión de norte a sur, ensanchamiento de la Ramón-Leloir, la creación de Parque Norte. Habilitó el Paseo de la Costa en la Isla 132 y una de sus obras más recordadas y disfrutadas por los habitantes de Neuquén: el Paseo Costero que por primera vez permitió a los que viven en la ciudad deleitarse en zonas no muy conocidas del río Limay (hoy recibe su nombre). Creó la red de bicisendas, el Microbús y trasladó la Municipalidad al oeste. Regionalizó la recolección de residuos domiciliarios, armando una red para que las tres principales localidades (Neuquén, Plottier y Centenario) pudieran procesar la basura en el mismo lugar. Puso en marcha el plan integral de obras pluviales, una construcción del aliviadero del arroyo Durán, que intenta solucionar las urgencias de los vecinos de ese sector cuando hay intensas lluvias.

Por último, se destaca la Fiesta de la Confluencia, festejo en febrero de todos los años que esperaban los neuquinos. Ocasión excelente para que todos los habitantes, nacidos y criados en Neuquén, puedan disfrutar de artistas locales, nacionales y con de renombre internacionales, para toda la familia, con gastronomía y artesanías-emprendimientos en el escenario de la Isla 132.

Es necesario recordar otro hecho significativo: después de 15 años del conflicto, los excombatientes de Malvinas lograron reunirse en una entidad y hacia el 2000 tener un lugar en la sociedad y la política. Si bien Quiroga no fue el único que escuchó a los veteranos en el 2006, decidió construir el Monumento a los Caídos de Malvinas, un cenotafio en el Parque Central, financiado por el Municipio en cuyo diseño participaron integrantes del Centro. Al acto de inauguración asistió el presidente Néstor Kirchner y Quiroga era candidato a gobernador. Sobre este tema y el funcionamiento del Concejo hay varios trabajos de investigadores del Centro de Estudios Históricos de Estado, Política y Cultura (Cehepyc) de la UNCo, que cualquiera puede consultar.

Quiroga no alcanzó -por su temprana muerte- a inaugurar una de su última gran obra: el nodo vial que permite la rápida conexión y tránsito por la ruta 7 hacia la ciudad. Tras 255 días, en diciembre del 2019, inauguró la obra el nuevo intendente: Mariano Gaido, estructura que promete agilizar el tránsito en horas pico y derivarlo para distintos sectores en el acceso-salida a y de Neuquén. La obra millonaria presenta dos niveles bien diferenciados: uno por la avenida Raúl Alfonsín y el otro por Doctor Ramón, garantizando siempre que desde el norte se pueda acceder hacia el este, oeste y sur de la ciudad y que desde esos puntos a su vez se pueda ingresar de manera ágil hacia el norte.

Pasaron muchos intendentes en la historia de la ciudad, pero se vieron pocas cosas, apenas unas calles asfaltadas, entre otras pequeñas obras que no emergen en los ciudadanos neuquinos como significativos.

Quiroga, con errores y aciertos, logró un modelo de ciudad que puede no gustar y tener detractores (todavía falta solucionar/mejorar los problemas de vivienda, servicios y de pobreza) pero tenía pragmatismo y una personalidad que marcaron un estilo de gobierno. Porque tuvo un equipo de personas de su partido y de otros que generaron proyectos y lo acompañaron en su gestión. De todos modos, logró convertirse en catalizador de un sector amplio de voluntades en Neuquén que no se sentían contenidas por el partido dominante en la provincia, que hoy tiene un gran desafío: continuar, ampliar y mejorar lo realizado.

Fue un gran lector de política, historia -le interesaba la historia de su ciudad natal- y de la Patagonia en general y sobre ingeniería civil vinculada a la naturaleza (Gerardo Bartolomé). Accesible a quienes lo entrevistamos para investigaciones, tuvo acercamientos con la UNCo y con convenios de sus estudiosos se logró una obra interesante sobre a historia de la ciudad (“Neuquén. Ciudad imaginada… Ciudad real”, 2003). Por eso, es importante recordar que los hombres pasan, pero las obras quedan.

*Doctora en Historia, Directora del Cehepyc (Centro de Estudios históricos de Estado, Política y Cultura) e investigadora del IPEHCS-Conicet; Unco.


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