Menta en el mate: el secreto natural para sumar energía y bienestar

La menta es una gran aliada del mate, no solo porque potencia su sabor, sino que transforma esta infusión tradicional en una bebida revitalizante, con beneficios digestivos, respiratorios y hasta antiestrés.

El mate es mucho más que una bebida en la vida de los argentinos: es un símbolo de encuentro, compañía y tradición. Presente desde el desayuno hasta las últimas horas del día, esta infusión se ha ido adaptando a los nuevos hábitos de consumo, sin perder su esencia. Una de las tendencias que gana cada vez más adeptos es la incorporación de hierbas naturales a la yerba tradicional, con un claro protagonista: la menta.

Menta en el mate ideal para combatir el cansancio y potenciar la energía


Aunque el café sigue siendo la bebida más elegida para combatir el sueño, según publica «El Cronista», el mate puede convertirse en una alternativa más efectiva, especialmente si se le añade esta hierba de sabor refrescante. La menta no solo despierta el paladar, sino que también actúa como un revitalizante natural que mejora la concentración y eleva la energía sin generar nerviosismo ni otros efectos secundarios comunes en las bebidas con cafeína.

Los beneficios de sumar menta al mate


La clave del poder energizante de la menta reside en el mentol, un compuesto que estimula suavemente el sistema nervioso central. Al consumirla en cantidades moderadas, ayuda a mantener la mente despejada, mejora el foco y aumenta la sensación de alerta sin alterar el estado emocional. Pero sus propiedades van mucho más allá:

  • Favorece la digestión: alivia la hinchazón, los gases y la acidez.
  • Reduce el estrés: su aroma fresco promueve la relajación y el bienestar.
  • Mejora la respiración: actúa como descongestionante natural, útil ante resfríos o alergias.
  • Combate el mal aliento: deja una sensación de frescura prolongada en la boca.
  • Alivia dolores: sus propiedades antiinflamatorias ayudan frente a molestias estomacales o dolores de cabeza.

Cómo incorporarla al ritual matero


Existen distintas maneras de integrar la menta al mate de todos los días:

  • Hojas frescas: tras lavarlas bien, se colocan algunas sobre la yerba para que liberen gradualmente su sabor y aroma.
  • Menta seca: se consigue en dietéticas o herboristerías, y se mezcla con la yerba antes de cebar.
  • Infusión de menta: una opción más suave es preparar un té con hojas de menta y usarlo como agua para cebar.

Cada forma tiene su encanto y permite redescubrir el mate desde una nueva perspectiva, fusionando tradición y bienestar. Incorporar menta al mate no solo enriquece la experiencia sensorial, sino que suma múltiples beneficios para la salud, convirtiendo cada cebada en un gesto de cuidado personal.

Métodos para secar menta:

La menta es una de las hierbas más versátiles y apreciadas por su aroma refrescante y sus múltiples beneficios para la salud. Ya sea para sumar al mate, preparar infusiones o usar en recetas, tener menta seca a mano puede ser muy útil. Afortunadamente, secarla en casa es sencillo y económico. Te contamos tres métodos prácticos para conservarla y disfrutarla durante todo el año.

1. Secado al aire: el método tradicional

Es la forma más natural y respetuosa con los aceites esenciales de la planta.

  • Paso 1: Cosechar la menta justo antes de que florezca, momento en que tiene más sabor y aroma.
  • Paso 2: Lavar las ramas suavemente con agua fría y escurrí bien.
  • Paso 3: Atar los tallos en pequeños ramos con hilo o cordel.
  • Paso 4: Colgarlos boca abajo en un lugar oscuro, seco y bien ventilado, lejos de la luz directa del sol.
  • Tiempo estimado: entre 2 días y 2 semanas, según la humedad del ambiente.
  • Resultado final: Las hojas deben sentirse quebradizas al tacto.

2. Secado al horno: rápido y accesible

Ideal para quienes buscan resultados en menos tiempo y tienen un horno convencional.

  • Paso 1: Cosechar, lavá y escurrí la menta.
  • Paso 2: Distribuir las hojas en una bandeja de horno en una sola capa.
  • Paso 3: Llevar al horno a temperatura baja (aproximadamente 60 °C).
  • Paso 4: Revisar cada 30 minutos hasta que las hojas estén completamente secas y crujientes.

Este método es rápido, pero requiere atención para evitar que las hojas se quemen o pierdan aroma.

3. Secado con deshidratador: eficaz y preciso

Para quienes tienen un deshidratador de alimentos, esta es la opción más rápida y controlada.

  • Paso 1: Preparar la menta como en los métodos anteriores.
  • Paso 2: Distribuir las hojas en las bandejas del deshidratador sin superponerlas.
  • Paso 3: Ajustar la temperatura a 38 °C.
  • Paso 4: Dejar secar hasta que las hojas estén crujientes al tacto.

Este sistema permite conservar mejor las propiedades de la menta y es ideal para grandes cantidades.
Una vez seca, guardar la menta en frascos herméticos, lejos de la luz y la humedad. Así conservará su sabor, aroma y propiedades por varios meses.

Con información de El Cronista