Río Negro: la educación en la segunda ola

Las últimas semanas vienen mostrando el crecimiento exponencial del número de contagios y fallecimientos en todo el país producto de la segunda ola del Covid-19. Un importante número de localidades de la provincia de Río Negro, y en particular el área metropolitana del Alto Valle compartida con la Confluencia Neuquina, evidencian la misma evolución, siendo definidas como en estado de Alarma. Los indicadores de razón de casos y la tasa de incidencia cada 100.000 habitantes lo marcan con claridad. El dramático escenario ha sido reconocido por los responsables de hospitales públicos y por los efectores privados.


En ese complejo escenario, el gobierno rionegrino por decisión de la máxima autoridad del sector, definió seguir adelante con la actividad educativa presencial. Ello creó situaciones de tensión particular entre directivos, docentes, personal de servicios, padres y madres de niños/as y adolescentes en distintos puntos del territorio, y en particular en las ciudades más afectadas, en tanto se multiplicaron contagios y aislamientos a pesar del estricto cumplimiento de los protocolos al interior de los establecimientos de los distintos niveles. Frente a situaciones de similar gravedad la provincia vecina Neuquén, suspendió la presencialidad educativa y dispuso medidas que restringieron la circulación y distintas actividades a fin de bajar el número de contagios. En Río Negro, estas decisiones se demoraron al tiempo que aumentaron los casos de contagio y muerte y el estress sanitario.


En la semana del 17 al 20 de mayo la disparada de los contagios, y el desborde de los establecimientos sanitarios, llevó a que docentes y responsables de distintas escuelas y distritos educativos evaluaran la necesidad de implementar cambios en el desarrollo de las tareas. Fue así que plantearon a la conducción provincial la necesidad de suspender transitoriamente y por prevención las actividades presenciales, y desarrollarlas de modo virtual. Ello se encuadró en lo dispuesto por el Consejo Federal de Educación que integran todas las jurisdicciones educativas, que oportunamente aprobó la bimodalidad (presencial y remota) para el ciclo lectivo 2021, según lo recomendaran situaciones pedagógicas, epidemiológicas, sanitarias, y otras. Ello buscaba salvaguardar la salud de los y las alumnas, de sus familias y del personal de la educación. Río Negro acompañó tal decisión federal.


Las autoridades educativas insistieron en la modalidad presencial, mientras la asociación de docentes sostuvo la inconveniencia y riesgo de mantenerla. Tal situación derivó en que los docentes dispusieran por decisión de la entidad gremial desarrollar las tareas en jornadas virtuales durante los días 19 al 21 de mayo, lo que tuvo un alto acatamiento. Mientras tanto en las ciudades el número de contagios siguió en notable aumento y repercutió en el desborde sanitario en particular en el Departamento Roca. Desde la autoridad educativa se caracterizó la decisión gremial de cambio inconsulto de la modalidad de trabajo como un paro de actividades, y se dispuso el descuento de los días trabajados de modo no presencial a quienes adhirieron a la medida, requiriendo los informes de presencia a los directivos.


Consideramos que las medidas dispuestas por los y las trabajadores de la educación fueron de carácter preventivo frente a la Alarma epidemiológica y sanitaria procurando preservar la salud de la comunidad educativa. Tanto fue así que, a los 2 días de la decisión instrumentada, y en virtud de las medidas dispuestas por el gobierno nacional a través del DNU 334/21, que fueron acompañadas por el gobierno provincial, se ha decidido, entre otras medidas, la no presencialidad escolar transitoria a partir del 24 de mayo.


Frente al desencuentro planteado, y el esfuerzo desplegado por los trabajadores/as de la educación durante el tiempo de pandemia 2020/21, y ante el agravamiento de la situación epidemiológica y sanitaria que se vive en distintas ciudades de la provincia, instamos al gobierno provincial a que en el convencimiento de que corresponde no profundizar desencuentros en la emergencia, derogue la Resolución Nº 3100/21, ya que no contribuye a sobrellevar la gravedad impuesta por las actuales condiciones de pandemia. Por otra parte, la convergencia final de los criterios y visiones epidemiológicos de las autoridades estatales y la/os representantes gremiales del sector de la educación: seguir con la presencialidad implicaba un riesgo inaceptable para la vida y salud de la/os trabajadora/es y alumna/os.

Aplicar una sanción laboral luego de haber reconocido la solidez científica de los argumentos que inspiraron la decisión de la/os trabajadora/es de la educación, y de la disposición por DNU del Poder Ejecutivo Nacional, sería tan injusto como contradictorio. Ambos son requisitos para la legalidad de los actos administrativos.


* Diputada nacional por Río Negro (FdT)


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