RIO SUELTO: Los principios no se manchan

«La idea no se negocia…»

La frase suena fuerte. No sólo por el vozarrón de la garganta que la pronuncia. También porque es toda una declaración de principios y se sabe, estos no son tiempos de principios declarados, al menos en el fútbol.

¿De qué idea innegociable habla Alfio Basile? «Buscamos siempre el ataque jugando por abajo y sin tirar pelotazos, sin revolear la pelota…»

Ante Suiza (1-1), el sábado pasado, el equipo argentino traslado al césped del Saint Jakob de Basile la idea futbolística de su entrenador, pero le salió a medias. Muy a medias. El problema es que los partidos pasan y el juego argentino es siempre así, a medias.

Los futbolistas son los que queremos y nos gustan. Por estilo y por trayectoria. La idea también nos seduce. ¿Acaso no es así como queríamos que jugara en los tiempos veloces de Marcelo Bielsa? Pero ¿por qué a la selección no sale jugar así, entonces?

Dos cosas parece necesitar este proyecto: rodaje y triunfos. Rodaje para que sus interpretes, los jugadores, se entiendan definitivamente dentro de la cancha. Para que sepan cómo se mueve cada compañero, con y sin pelota. Para que Tevez entienda los movimientos de Messi y Messi, los de Mascherano, por caso. No hay manera de que haya fluidez y dinámica en el juego si no hay ensayo sostenido en el tiempo.

Y los triunfos, porque no hay manera de seducir si no se gana. La mística también se construye con vueltas olímpicas, no sólo con corazón y pases cortos.

«No hay doble mensaje en el seleccionado. No me importa ganar a cualquier precio o de cualquier manera», sigue diciendo el vozarrón. Entonces, es una buena noticia que a la selección la dirija Basile, como antes lo fue que la dirigiera Bielsa. Porque antes que los estilos están los principios. Y a los principios hay que sostenerlos… dentro de la cancha.

JUAN MOCCIARO

jmocciaro@rionegro.com.ar