Si éste es Lentini…

Al pibe Ramón Lentini le bastaron un puñado de minutos en cancha para transformarse en la nueva gran promesa de Estudiantes. El delantero ingresó a los 26 del epílogo y sobre los 31 marcó el gol que le permitió al «Pincha» meterse en la fase de grupos de la edición 50 de la Copa Libertadores.

Por lo visto en el trámite, el equipo de Leo Astrada no mereció sufrir tanto para quedar confirmado como el cuarto equipo de la zona 5, junto con Universitario de Bolivia, Deportivo Quito de Ecuador y Cruzeiro de Brasil. La serie con el Sporting Cristal terminó 2-2, pero el conjunto platense se benefició por el gol de visitante de la semana pasada.

Lo cierto es que esta vez sí hubo justicia en el estadio Único y el «Pincha» se llevó una victoria que buscó durante todo el partido. Lo hizo por arriba, por abajo y con pelota parada. A veces fallando en las elecciones, pero siempre intentando ser protagonista de esta película.

Si el resultado no terminó siendo más abultado a favor del conjunto criollo fue porque el arco peruano estuvo custodiado por Manuel Heredia, una especie de felino con guantes.

En la primera parte, el «1» de la visita le ahogó varias veces el grito de gol al dueño de casa: en realidad, a los 11 un tiro libre de Juan Sebastián Verón pegó en el palo, pero a los 14 sí surgió Heredia para jugarse la vida ante Boselli. Tres minutos más tarde el arquero le sacó otro «teledirigido» a la «Brujita».

Estudiantes comenzó a impacientarse y eso tranquilizó a Sporting, que durmió el balón y lo hizo circular con tal criterio, que llegó al descanso con mucho más aire que en el comienzo.

A la vuelta de los vestuarios, el «Pincha» salió a comerse crudo a su adversario. Verón se hizo manija de nuevo y a los 8 volvió a probar con un preciso tiro libre a Heredia, que respondió perfecto, como en todo el juego.

Sesenta segundo después el «1» le ganó el duelo a Desábato y sobre los 12 lo tuvo la «Gata» Fernández, que estuvo en una noche para el olvido. Heredia se agrandó de tal forma que volvió a hacer de las suyas, primero ante Galván y después frente al recién ingresado Lentini.

Pero el pibe no se dio por vencido, todo lo contrario. Y a falta de 14 minutos hizo de sus piernas dos resortes y metió un cañonazo de cabeza que hizo estallar a toda la parcialidad de Estudiantes.

El Sporting, con poco tiempo y menos ideas, fue en busca de una igualdad que nunca llegó y que tampoco merecía.

Estudiantes, con Verón como estandarte y un muchacho apellidado Lentini como salvador, ya se aseguró una nueva participación en la Libertadores. Justo en la edición número 50 de la Copa, el «Pincha» no podía faltar.