Alerta en los ríos de la región para evitar más accidentes
En lo que va del verano, se registraron seis operativos de búsqueda de personas y todavía no encuentran a Yessica que desapareció en el río Limay. En el balneario de Isla Jordan hay mucha afluencia de público: qué concluyó el informe del Departamento Provincial de Aguas (DPA).
Las altas temperaturas en el Alto Valle, con una sensación térmica que supera los 40 grados, no dan tregua a los equipos de rescate de las provincias de Río Negro y Neuquén. Hasta ahora se han activado varios búsquedas de personas que son arrastradas por el río. De hecho, las autoridades de ambas provincias mantienen los rastrillajes para dar con Yessica, la nena de 10 años, que desapareció con la corriente del río Limay cuando intentaba ayudar a su hermano de 13, en el sector de Balsa Las Perlas, un área que no está habilitada.
Luciana Ortiz Luna, titular de la Secretaría de Emergencias y Gestión del Riesgo de Neuquén lamentó que, desde que inició la temporada de verano ya se han registrado «seis personas fallecidas o perdidas en los ríos» de la provincia.
El lunes pasado un guardaparque encontró el cuerpo del criancero Javier Valdez en el río Varvarco, al norte de Neuquén. El joven de 21 años intentaba construir una pasarela cuando cayó al río. En ese momento, se montó un operativo, sin resultados positivos.
Finalmente, un guardaparques de Áreas Naturales Protegidas en Piedra del Toro encontró el cuerpo de Valdez, a unos cinco kilómetros de donde había desaparecido. «Es un lugar donde la piedra no deja pasar el caudal habitual del río”, expecificó Ortiz Luna.
“Hoy esta familia puede hacer la despedida de su familiar, pero son situaciones muy tristes. Obviamente el poder encontrarlo da una tranquilidad, una calma. Tenemos equipos de Salud Mental de la secretaría acompañando a la familia y también en todos los otros casos que se están dando”, mencionó.
Tres días después, se encontró el cuerpo de un joven pescador de 24 años que fue arrastrado por las aguas del río Neuquén, a la altura del dique Ingeniero Ballester”. El muchacho se metió al agua, en ojotas, intentando alcanzar un anzuelo que había quedado trabado y fue arrastrado por la corriente. “La gente se confía porque tal vez lo ve bajo, pero el río tiene lugares muy profundos y caudalosos”, explicó Ortiz Luna.
La funcionaria solicitó a la gente respetar las indicaciones y “no bañarse en zonas que no están habilitadas”. Agregó que “por más que tengamos experiencia y capacitación en nadar, no hay que confiarse, porque las aguas están viniendo muy caudalosas. Y lo cierto es que no podemos desplegar personal en más de 300 kilómetros de río”.
Recomendó a los padres no dejar a los niños al cuidado «de otros niños, nunca perderlos de vista e inmediatamente pensar que un espacio de agua muy pequeño puede llegar a determinar una tragedia”.
Qué pasa en Cipolletti
«El río Negro está sano«, dijo el intendente de Cipolletti, Rodrigo Buteler, el 19 de diciembre pasado, al inaugurar el balneario en la Isla Jordan que estaba inhabilitado desde hace 30 años por las condiciones del agua.
El jefe comunal se metió al agua, junto a los concejales y miembros de su gabinete ya que durante la aprobación del proyecto de ordenanza que aprobaba el uso recreativo de esas aguas en la sesión del Concejo Municipal,algunos vecinos pusieron en duda las condiciones del río y pidieron que Buteler se bañara en ese sector.
El día de la inauguración se retiró el cartel que prohibía bañarse en ese lugar, unos 400 metros de costa con ocho guardavidas.
«A partir de la inauguración, concurre una gran cantidad de personas. Se encuentra señalizado con boyas que marcan el límite hasta donde la gente se puede bañar. Después de ese límite, el río posee un caudal bastante correntoso, por lo que siempre se requiere prudencia a los asistentes al lugar«, señaló Ayelén Quijada, secretaria de Protección Civil de Cipolletti.
Hasta el momento, dijo, «se vienen desarrollando las actividades normalmente. Cada persona o familia es responsable de los niños y de sus pertenencias. Hasta ahora, no hemos tenido inconvenientes, salvo lo ocurrido con Yessica en Balsa Las Perlas, una zona no habilitada como balneario«.
En relación a la búsqueda de la pequeña, manifestó: «Estamos desplegando toda nuestra fuerza efectiva -agregó-, cómo la de Bomberos de 25 de mayo (La Pampa) para lograr ubicarla y entregarla a sus progenitores para que puedan darle descanso eterno».
Roque Sarda, un poblador de Las Perlas, definió la zona donde desapareció Yessica como «un lugar de riesgo que, hace años, debería estar señalizada como zona peligrosa«. Contó que dos años atrás, unos jóvenes intentaron unir a nado el balneario de Neuquén, en la costa norte del río, con el sector de Las Perlas. «No podían avanzar y tuvieron que rescatarlos. Mucho tiempo atrás, cuando no existía el puente, los baqueanos debían cruzar el ganado hacia el frigorífico y lo hacían con muchísimo cuidado. Esto es una historia de muchos años», dijo y recalcó que «hay que tener mucho respeto por el río que tiene un caudal de mil metros cúbicos por segundo».
Bajas concentraciones de escherichia coli en Isla Jordan
La calidad del agua del balneario en Isla Jordán fue evaluado a través del programa Control Bacteriológico de Balnearios, ejecutado por el Departamento Provincial de Aguas (DPA), entre noviembre y diciembre.
En este período, indicaron desde el organismo, se monitoreó «la caracterización fisicoquímica y bacteriológica«, siguiendo las recomendaciones de las Guías Canadienses de Calidad de Agua que se toman como referencia.
«La calidad del agua para el uso recreativo se determina con los resultados de, al menos, cinco muestras extraídas en un período no mayor a 30 días. Por eso, el monitoreo de aguas se inicia con antelación suficiente a la fecha establecida para la habilitación de las áreas recreativas», indicaron desde el DPA.
Para la evaluación de la calidad bacteriológica, la guia canadiense recomienda «utilizar el parámetro de escherichia coli«. Las determinaciones analíticas se realizan en un laboratorio de la región, «empleando una metodología estandarizada que permite obtener los resultados en 24 horas».
Concluye que «el programa de control que reconoce el estado del agua para el uso recreativo con contacto directo del balneario, continúa hoy con un programa de vigilancia, con tomas de muestras semanales, obteniéndose resultados con la misma tendencia de bajas concentraciones de Escherichia coli». Se trata de una bacteria que se encuentra normalmente en el intestino del ser humanos y los animales de sangre caliente, según explica la Organización Mundial de la Salud. La mayoría de las cepas son inofensivas, pero otras pueden transmitir calambres abdominales, diarrea, fiebre y vómitos.
Por último, el informe del DPA menciona que «la evaluación de la calidad del agua y su buena condición para la habilitación del balneario en isla Jordán fue determinada recientemente como recomienda la guía tomada de referencia». Sin embargo, «los estudios en el sitio son permanentes desde la década del 90, a través del programa de calidad de agua de la cuenca de los ríos Limay, Neuquén y Negro».
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