Aniversario de Catriel / Hacedores: La hora de reivindicar las oportunidades

El chef Juan Solorza se enfoca en la necesidad de crear alianzas entre el Estado local y privados para el desarrollo de la economía.

El chef Juan Solorza (41) se ha consolidado en los últimos dos años como un gran gestor gastronómico en Río Negro y Neuquén, con intervenciones también en grandes eventos y cocinas a nivel nacional. Desde esta ciudad, Catriel, irradia su extensa trayectoria profesional convirtiéndose muchas veces en puntal de ferias y movidas. Sabe, convoca y es muy respetado por los protagonistas del sector. No solo toma lecciones de las cocinas que lidera y participa sino también de los fenómenos de este tiempo que le toca vivir.

¿Cómo sería esto último? De estos tiempos postpandémicos Juan tiene algunas ideas que resultan indispensables para crear futuros en nuestras comunidades. “En los pueblos y en las ciudades que no han perdido la escala humana está el futuro”, piensa el entrevistado. Hoy todo el mundo está buscando las urbes y las comunidades sanas, de poco tránsito, poco ruido, cercanía con la naturaleza… la ciudad extendida donde hay espacio y tiempo para hablar, mirar y/o saludar. “Esta circunstancia me parece ideal para aprovechar en pueblos como el nuestro. El cambio pasaría, entonces, por volver a respetar las pequeñas producciones locales que mantienen desde siempre en pie a las comunidades, con una visión a mediano y largo plazo”, razona Juan.

Se sabe, no hay fórmulas que se puedan copiar en materia urbana y de desarrollo pero sí hay buenas prácticas que sirven de aprendizaje. En este punto, este chef reconoce que “Catriel ofrece hoy grandes oportunidades para emprender en gastronomía por la falta de diversidad y hasta compromiso en muchos casos. Qué quiero decir con esto: que cualquiera con formación que quiera innovar con un proyecto tiene lugar en Catriel, cualquiera que se comprometa 100% con su proyecto le va a ir bien en Catriel”. “También es cierto y para destacar que hay jóvenes que están apostando a profesionalizar sus cocinas y salir del clásico fast food de mala calidad”, recalca de inmediato.

Catriel ofrece hoy grandes oportunidades para emprender en gastronomía por la falta de diversidad y hasta compromiso en muchos casos».

Juan Solorza, chef.

“Todo este proceso necesita de un mayor acompañamiento y decisión para realmente lograr una verdadera diversificación productiva que impulse tanto a la producción primaria como la gastronomía local y así poder dar el salto de calidad que la ciudad merece”, apunta Juan cuando piensa en el Estado local. “Sin dudas, un cambio generacional de profesionales idóneos en materia de gastronomía y eventos sería un gran paso para seguir creciendo”, insiste el chef. “Por acá podemos hacer diferencia y posicionarnos”, recalca al momento de pensar en alianzas estatal-privados, tan necesarias para mover la aguja de las economías locales.

¿Quién es el que piensa esto? No necesariamente todo el mundo lo debiera conocer, ¿no? En el plano personal “considero que estoy en un gran momento en cuanto a mi carrera un poco por la madurez consecuencia de más de 20 años en gastronomía y por otro lado el hecho de participar articulando algunos de los eventos más importantes en la región. Entre restaurantes y ferias supe tener la posibilidad de mostrar el trabajo que desde 2013 desarrollamos con Paula (mi gran compañera) en Boulangerie “Almacén de cosas Ricas” en Catriel. A todo esto sumo el inmenso apoyo y en muchos casos la guía de grandes amigos y referentes gastronómicos, motor que me impulsó para que desde Catriel pudiese estar siempre presente en la región con nuestra cocina”.

Y en esto damos fe a lo que dice el entrevistado: en los últimos años no hay evento gastronómico relevante que no lo tenga a Juan cocinando en los fuegos, promocionando productos de su localidad o bien asesorando. Nació en Plaza Huincul y vive desde muy chico en Catriel. Empezada su juventud estuvo más de 15 años recorriendo varias ciudades de la Patagonia primero y México después: estudiando, haciendo prácticas e investigando para llegar al punto de convergencia de saberes y trabajo que hoy ostenta. A tal punto lo ostenta que es uno de los cocineros patagónicos más jerarquizados de los últimos años.

“Sigo eligiendo vivir aquí porque además de tener mi familia, es un lugar próspero, tranquilo y seguro donde hemos decidido con Paula que crezcan mis hijas”, formula a modo de síntesis Juan en este nuevo aniversario de Catriel. Su historia es emblemática del emprendedor regional.

"Mirar por fuera de los límites de Catriel"


¿Qué oportunidad ve Juan Solorza para Catriel desde la perspectiva que da la gastronomía local? ”Insertarnos fuera de los límites de nuestra ciudad y hacer las veces de anfitrión de eventos y ferias importantes que suceden en la región. Esta movida sería importante para que se conozca más la ciudad generando otro tipo de turismo además de beneficiarse emprendedores locales con el hecho de conocer el trabajo de colegas experimentados en su rubro”, expresa chef poniendo en valor, una vez más, la necesidad de crear y fortalecer con transparencia alianzas entre el sector estatal y privado.

Corazón y coraje, el ADN del emprendedor


“Hay un espíritu emprendedor que año a año se va reformulando en Catriel”, comenta el chef Juan Solorza. A él le gusta mucha esa definición que sostiene que “emprender requiere corazón y coraje y que es como ese pez que nada en el sentido contrario al resto, que busca su propio camino y solución”.

El emprendimiento tiene mucho de artesanía y práctica: con esta idea, Juan mira a su alrededor y destaca tan solo algunos de los que existen en esta ciudad. Enumera con el riesgo de olvidarse de algunos: Buffalo Foods And Drinks, bar y gastronomía, de Micaela Lucero y Cristian Pérez Alonso. House, bar y gastronomía, de Juan Chamorro. Aspen, café de especialidad, de Elías Barros. Benevento Restó, de Luis Arceo. Del Turista, parrilla, de Luis Antoniuk. Forastero, parrilla, de Emiliano Julián. Abuela Mony, de José Luis Vázquez. Cacique Cervecería, de Marcos Cichitti. Tosh Cervecería, de Diego Jatum y Eduardo Martínez. Monte Austral, miel, de Ford.


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