El artesano de los juegos de ingenio que atrae en la feria de Bariloche
Nicolás Petersen tiene su propio sello para alentar el razonamiento y cultivar la paciencia. Sus piezas únicas pueden ser utilizadas a partir de los 6 años y los padres las eligen para alejar a los chicos de las pantallas, pero también se divierten los grandes.
Nicolás Petersen está todos los días, con sus juegos de ingenio en madera, en la feria de la calle Urquiza, en el Centro Cívico de Bariloche. Foto: Chino Leiva
Nicolás Petersen es un artesano de la madera con un plus de originalidad y creatividad. Su misión es crear juegos de ingenio para que chicos y grandes usen el razonamiento, cultiven la paciencia y se entretengan, alejados de las pantallas digitales, y esa es la clave de su éxito en Bariloche.
El puesto en el exterior de la feria de artesanos de la calle Urquiza, a pocos metros del Centro Cívico, siempre está rodeado de gente intrigada en ver cómo se resuelven los enigmas de estos juegos de pequeñas piezas de madera pulida. Pero para conocer la solución deben esperar porque Nicolás no revela el secreto y solo lo facilita a los clientes que de manera privada consultan después de un mes de llevarse el producto.
El acercamiento de Nicolás (41) a los juegos de ingenio llegó en 2003, en plena crisis del país, sin trabajo y con la idea de un amigo artesano y su hermano, que por entonces se dedicaba al rubro en México. Así comenzó con los juegos de ingenio en alambre y clavos. Después pasó a la madera. “Fue todo a prueba y error hasta lograr mejores técnicas”, admitió a RÍO NEGRO en su taller montado en una enorme carpa en el patio de su casa en Dina Huapi, donde el calor se multiplica en los días de verano.
Los juegos llegan con el sello Prise de Tête Argentina, un juego de palabras en francés con el que su hermano, radicado ahora en ese país, también ofrece sus creaciones de ingenio. “El significado está vinculado a cuando uno pierde la paciencia, como que está a punto de sacarse los pelos”, comentó el artesano que reveló que no hay libros en castellano para aprender a hacer juegos de ingenio y en sus orígenes veía fotografías del armado y las piezas, las analizaba y probaba hacerlo. “Me gusta fabricar las piezas, armarlo. Disfruto del juego”.
En cuanto a los materiales Nicolás gestiona retazos de madera en aserraderos y recolecta piezas después de las podas. “Trabajo con distintas variedades. Hay maderas diferentes en dureza, colores, hay maderas más blandas. En esta zona las clásicas con ciprés y coihues”, señaló este artesano rodeado de pequeñas piezas en distintos tonos de madera, que forman parte de los 60 modelos distintos de juegos que crea habitualmente.
También Nicolás que busca la menor intervención posible en la naturaleza y las maderas que obtiene las utiliza hasta el último milímetro, incluso los retazos que ya no le sirven para sus piezas los aporta a otros artesanos que usan pequeñas muestras, como es el caso de los que se dedican a la joyería con restos de madera o resinas.
Muchos padres los llevan de regalo para desconectar a los chicos de tanta tecnología y también está la nostalgia de jugar juegos de cuando eran chicos”.
Nicolás Petersen, artesano en madera.
En sus diseños Nicolás fusiona el ingenio y la estética, por eso muchas veces los compradores solo quieren llevar las piezas para decorar una oficina o un ambiente. Otros, lo hacen por el interés de buscar una solución al problema y se llevan el contacto de Instagram de Nicolás (@prisedetetearg) para pedirle la respuesta. Eso sí, por acuerdo con el artesano deben probar un mes de sacarlo por sus propios medios, de manera contraria recibe el video tutorial con la premisa de no revelar el secreto.
La fabricación de los juegos puede demorar varias horas cada uno. “Al cubo serpiente, por ejemplo, hay que lijarle 12 veces las piezas y lleva 27 cubos individuales”, acota Nicolás al exhibir el producto que tiene más salida en la feria y que no solo se trata de un cubo de encastre, sino que se estira como una serpiente y tiene 9 opciones de solución.
En la mesa hay rompecabezas con piezas que se desarman, cubo serpiente, tetris, juego de pensamiento lateral, ocho modelos de juegos con clavos, entre otros.
El encanto del taller se completa con las máquinas que el propio Nicolás creó o readaptó para su trabajo. Allí hay desde un pulidor hecho con un tambor de lavarropas, un torno antiguo, una tapadora de botellas que utiliza para plasmar el sello de su marca en cada juego, una aspiradora casera con un enorme tambor para evitar que vuelen en el ambiente los restos de la madera, entre otros desarrollos.
Piezas para todas las edades
Los juegos de ingenio que Nicolás Petersen ofrece en la feria de artesanos de la calle Urquiza están ideados para niños a partir de los 6 años hasta adultos de cualquier edad. Son juegos de nivel intermedio de dificultad y con varias soluciones posibles.
“Son juegos para dedicarle mucho tiempo y hay que cultivar la paciencia”, señala el artesano de 41 años que entre 2006 y 2007 comenzó a crear los juegos en madera luego de comenzar la experiencia con alambra y clavos cromados.
Las piezas están lijadas y pulidas, y no tienen ningún tratamiento químico para que los chicos puedan manipular con tranquilidad.
En la feria se puede encontrar a Nicolás en la parte exterior de la carpa porque es un puesto que siempre reúne mucha gente ya que “se pierde la percepción del tiempo y pueden pasar horas probando y mirando”, señaló el artesano al que se puede ver trabajando con sus piezas porque siempre se lleva tarea para acompañar las largas jornadas de 10 a 21 que tiene en el verano.
Los juegos de ingenio parten desde los 300 pesos los de alambre y clavos, y desde 800 pesos los de madera.
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