Los patagónicos son los que menos carne de cerdo comen

La baja oferta del producto por la barrera sanitaria y la falta de cultura para incorporarlo en la dieta diaria son parte de las claves que explican el fenómeno.

producción

Don Alberto, el otro día compré un solomillo de cerdo importado de Dinamarca y cuando lo cociné, se enteró todo el edificio”. La señora le comenta al productor artesanal porcino la mala experiencia que tuvo al adquirir el producto importado, más barato, y prepararlo en su departamento del sexto piso.

Albserto Pozzebon tienen un puesto de venta de carne de cerdo en la feria que funciona en una plaza frente al complejo de edificios de la calle San Juan. Cuando escuchó la queja de la vecina le propuso un reto, le entregó un solomillo faenado el día anterior y le pidió que lo hiciera de la misma forma. Al otro día, la vecina le confesó que la cocción no generó humo por lo que sus vecinos no se dieron cuenta de que disfrutó de una rica cena.

La calidad de la carne, el precio, la escasa cultura de incorporarla a la dieta diaria y la barrera sanitaria que impide ingresarla, con hueso, desde el norte del río Colorado, son algunas razones que explican el bajo consumo.

La Asociación Argentina de Productores de Porcinos informó a este diario que es un serio problema el de los sitios de faena que tienen las provincias patagónicas. En Neuquén hay una planta de tránsito federal en Plaza Huincul y el matadero municipal de Neuquén está cerrado desde hace dos meses.

El organismo nacional informó que el consumo del año pasado en el país fue de 17,7 kilos per cápita de los cuales 14,5 fueron como carne fresca y 3,2 de chacinados

El consumo total de la Patagonia, por lo menos el oficial e incluyendo importaciones, es de 3,9 kilos per cápita, es decir un cuarto de lo que se consume a nivel nacional.

“Hay una creencia que la carne de vaca es mejor que la de cerdo, cuando si se mira bien, la carne que yo vendo no tiene grasa, es fibra pura porque a mis animales les doy proteína y vitamina”, dijo Alberto quien entendió que existe poco apoyo público para incentivar la producción porcina.

Una tonelada de soja le sale unos 11.000 pesos y una de maiz 6.600 pesos, mientras que el precio de la energía pasó de 3.800 a 14.000 pesos en su establecimiento ubicado en Colonia Rural Nueva Esperanza.

En la zona pampeana la soja de segunda se consigue a 2.000 pesos la toneladas, es decir que engordar un cerdo resulta más económico. La región patagónica tiene una ventaja elocuente: es libre de aftosa sin vacunación y la barrera del río Colorado impide el ingreso de producto con hueso.

Las grandes cadenas de comercialización ofrecen productos envasados al vacío congelados desde Dinamarca o Brasil. El país europeo es el principal productor mundial de cerdo y al tener excedentes lo exporta a precios económicos porque tiene producción subsidiada.

Para Pozzebon, el problema es cómo los alimentan. En su pequeño establecimiento tiene un equipo para fabricar el alimento balanceado con mezcla de maíz y soja. En Europa los alimentan con una fórmula química líquida que permite obtener un cerdo en condiciones de comercializarlo en menos tiempo, aunque cuando se lo cocina, la fundición de l grasa genera mucho humo. Ese fue el problema de la vecina neuquina.

Mataderos

La baja oferta de productos en las góndolas tiene relación también con las plantas de faena. Granja El Amanecer, que es el establecimiento porcino más grande del sur del país, es la única que tiene tránsito federal y abastece al mercado patagónico.

La planta de faena de Neuquén está cerrada desde hace dos meses y la municipalidad de Neuquén no atina a resolver, primero de quién es la culpa y segundo a dar una respuesta a los cientos de pequeños productores que tienen su piaras listas para la faena.

La fibra está separada de la grasa

La bondiola se la puede conseguir a $240 el kilo, en fresco y de reciente faena. Los productores artesanales porcinos se enorgullecen de vender el chorizo, por ejemplo, hecho con un 80% de carne de pernil y el 20% de tocino. “Si usted lo pone a la parrilla queda igual, del mismo peso, no se achica nada”, comentó Alberto Pozzebon, un apasionado de la carne de cerdo.

La pulpa de paleta gana terreno en la mesa

La pulpa de paleta de cerdo es eso, pulpa de pura fibra. Para que un cerdo llegue a la góndola pasan unos 5 meses durante los cuales, luego del destete, son alimentados por una ración que mezcla un 25% de soja y un 75% de maíz. Esta fórmula permite obtener un animal que tiene un equilibrio de grasa y fibra ideal para dietas con bajo nivel de grasas y exquisitez de paladar.

El asado con hueso, es el gran producto

La carne con hueso es la primera que se vende porque obtener el producto es una tarea difícil según la época. Los productores de cerdo deben lidiar con las inclemencias del frío y también del calor para que sus corrales puedan contener los animales. Deben darles calor con calderas alimentadas a leña para evitar la mortandad de los lechones después de paridos.

Establecimientos

El problema es la planta de faena

Tres de los productores de cerdos de Senillosa encontraron en un centro de faena privado, la solución al cierre del matadero Nueva Colonia, en la meseta neuquina.

La sala de faena, que fue equipada por la provincia con infraestructura por más de 20 millones de pesos quedó inhabilitada por un conflicto interno de la Asociación de Fomento Rural.

El otro matadero municipal con infraestructura para animales menores, también cerró en Centenario. El lugar tiene un deficiente tratamiento de efluentes que no permitía la habilitación ante la falta de salas de faena. Desde el ministerio de Producción se gestionaba la habilitación en Añelo de un matadero existente para canalizar la demanda de la zona de Confluencia.

En el de Colonia Nueva Esperanza la municipalidad de Neuquén dio por finalizada la concesión, inició tratativas con algunos de los crianceros, pero desde la secretaria de Comercio y Bromatología, se indicó que “no habrá novedades” hasta el tercer domingo de octubre.

El lugar trabajaba unos 4.000 cerdos por mes con destino a frigoríficos o góndolas.

padrillos se registraron en el servicio nacional de sanidad. De todas formas se prefiere genética de otras provincias para inseminar.

499

31.672

cabezas de ganado porcino fueron faenados el año pasado en Neuquén según el registro sanitario del Senasa.

Datos

381
establecimientos con ganado porcino detectó el Senasa durante el año pasado según
el anuario estadístico.
2,8%
es el crecimiento de este tipo de emprendimientos con relación al año 2016.
-1,2%
fue la disminución en un año
de las existencias de ganado porcino en la nortapatagonia.

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