Pole Sport: la disciplina que desafía la gravedad y empodera a las personas en Roca

Contención, superación y fortaleza caracterizan este deporte que además se combina con el arte.

Celeste Rocchetti está sobre la barra boca abajo, se sostiene a través de sus piernas que con fuerza se cruzan para resistir la gravedad. A los pocos segundos se suelta y se deja caer. Unos centímetros antes de tocar el piso usa nuevamente sus piernas para mantenerse en el aire. Así es el Pole Sport en Roca. Ni la edad ni el género son limitantes para hacer este deporte.

Celeste tiene 33 años y es instructora en el gimnasio Nueva Roma ubicado en la calle 9 de Julio al 561. Sus brazos y piernas son fuertes gracias a su pasión por superarse día a día en el Pole Sport.

Hace tres años comenzó el desafío de acercar esta actividad deportiva y artística a Roca. Según contó comenzó a practicarlo como hobby y se enamoró tanto, que empezó a capacitarse y dejó su trabajo en un jardín privado de Neuquén para dedicarse de lleno a la actividad. «Me apasiona mucho enseñar», expresó.

Este deporte es un desafío para todas las personas sin importar su peso, género o condición física. «Solo se necesita tener un cuerpo», expresó la instructora.

El pole no es como otros deportes. La persona se sostiene con partes de su cuerpos que no son comunes: axilas, pies, entre piernas, manos y caderas.

Es un ejercicio de alto rendimiento, que combina movimientos de fuerza, flexibilidad, acrobacia aérea y trabajos de piso que juntos componen secuencias y transiciones.

A partir del año 2008, que se fundó la Federación Internacional de Pole Sport (IPSF) comenzó a ser un deporte federado. Hay competencias a nivel provincial, nacional e internacional.

Las experiencias

Sam, una de las alumnas, comenzó la actividad hace seis meses. «Usas todo tu cuerpo: los pies, la cara, los hombros, las manos», contó y agregó «la parte más difícil es hacerlo ver delicado».

«Te ayuda al autopercibimiento. Es muy difícil ver de repente tu cuerpo», explicó.

Muchos estudiantes al principio piensan que no van a poder hacer ningún truco, pero luego de transcurrir los meses empiezan a lograrlo. «Ver tu progreso es muy motivacional, acá el equipo es re bueno», remarcó.

La transpiración, los temblores y moretones son componentes cotidianos en la actividad.

«Cualquier persona puede venir», destacó la instructora, ya que en sus clases hay alumnos desde 15 hasta 60 años.

Un ejemplo de superación personal es Nirvana de 52 años, quien comenzó Pole hace un año y logró sobrepasar sus objetivos en la clase.

El Pole es eso trabajar con tu cuerpo y reconocerlo desde otro lugar. Fue una experiencia maravillosa poder ver todo lo que podía lograr, todo lo que pude ir avanzando y poder reconocerme en esto. Cuando hago Pole me siento super mujer»

Nirvana, una de las alumnas.

También hay varones que realizan la actividad, pero son los menos. Desde el grupo invitaron a que participen. La instructora sostuvo que no es una disciplina solo para mujeres.

Fuerza, elasticidad y resistencia: así son las clases

Al llegar se pueden observar cuatro barras, una para cada persona. En la clase asistieron 4 alumnas, pero faltó una, Nirvana, a quien describieron como «superadora». Los cuerpos son diversos: algunas son más grandes, otras más jóvenes, también hay algunas más bajas, otras más bajas. Con moretones en sus piernas y brazos: son el signo del progreso y la persistencia en cada clase.

En la entrada de calor mueven sus cabezas, brazos de lado a lado, para adentro y afuera, las manos, piernas, rodillas. Combinan los movimientos con flexiones, trotes y saltos en cuerda.

Luego llega la hora de la barra. La profesora, Celeste, les muestra cómo debían subirse o cómo tenían que balancearse. Primero el antebrazo, luego el otro brazo. «No se olviden que siempre el empeine va atrás», les recordaba.

Celeste acompaña cada ejercicio. Cada una lo hizo a su tiempo y ritmo. En caso de que alguna sienta que no puede, la instructora y las otras compañeras, están allí para animarla y sostenerse unas a otras.

«Dale, me pongo abajo», dijo la instructora. Mientras una alumna soltaba sus piernas de la barra y se dejaba caer. La confianza es un sentimiento mutuo entre todas, lo cual las ayuda a llegar a sus objetivos.

Hacen varios ejercicios como el «escape», combos dinámicos donde hacen cambios y agarres rápidos y vuelos, además también trabajan en el piso.

Las alumnas siempre se alientan. «Dale, yo sé que tenes fuerza», expresó Celeste a una de ellas, quien pensó que no podía, resistió y logró hacerlo ¡Vamos! Gritaron fuerte entre todas. 

Aceptación y amor propio: hacer frente a los prejuicios

«Suele ocurrir que muchas personas se condicionan antes de animarse a probar una clase; por vergüenza o miedo, por su condición física, la forma de su cuerpo«, apuntó Celeste y agregó que «sobre todo a las mujeres, nos resulta complejo vernos y mostrarnos con poca ropa mientras nos ejercitamos».

Para la clase es fundamental poder tener ropa que permita a las personas agarrarse de la barra. Cuando no se usan prendas cortas se corre el riesgo de caer ya que usa la piel como sostenerse a la barra.

«Es muy progresivo el proceso de aceptación y amor propio que vamos descubriendo y desarrollando«, señaló la profesora. Con el tiempo estar con poca ropa pasa a estar en segundo plano, ya que lo importante es que salgan bien los trucos.

El Pole es una disciplina que presenta desafíos constantes, por lo cual la frustración está a la orden del día, al igual que algunos moretoncitos que deja en la piel.

La instructora además explicó que «la comunidad polera es muy respetuosa y siento que el acompañamiento, cuidado e incentivo mutuo forman parte de nuestros modos de vincularnos».

Para comenzar no se necesita conocimiento previo, ni una condición física específica. Los acondicionamientos y trabajo físico durante las prácticas se irán adaptando a cada cuerpo según las necesidades requeridas.

El Pole Sport suele ser asociado al baile sensual del caño, es por ello que «muchas veces se piensa que solo es para mujeres». Sin embargo, está destinado a todas las personas sin distinción de género ni edad. «El Pole que practicamos es Sport, es diferente al estilo original más erótico, denominado Pole Exotic», afirmó la profesora.

Roschetti consideró que como no tiene como objetivo preparar a nivel de competencia y la disciplina es medianamente nueva en la ciudad, es decir por falta de información, las personas suelen colocarle una gran carga de prejuicios debido a la poca ropa que se utiliza para hacerlo.

La profesora explicó que al comienzo viajaba desde Centenario a Roca, tenía que tomar dos colectivos de por medio para dar clases. Casi al término de la pandemia se mudó a la ciudad.

«Por ahora, doy clases en un gimnasio, hace poco se sumó mi hermana al dictado de clases, ella tiene mucha experiencia también en las acrobacias aéreas, así que es maravilloso tener un equipo.
Estamos anhelando y proyectando un espacio propio con muchas ansias y amor», cerró Celeste.

Qué es el Pole Sport

El Pole Sport, Fitness o más conocido como Pole Dance, es una disciplina de alto rendimiento, que combina movimientos de fuerza, flexibilidad, acrobacia aérea y trabajos de piso que juntos componen secuencias y transiciones.

A partir del año 2008, que se fundó la Federación Internacional de Pole Sport (IPSF) comenzó a ser un deporte federado. Hay competencias a nivel provincial, nacional e internacional. «Tenemos referentes maravillosos que se destacan en la disciplina ¡Incluso muchas personas han salido campeonas a nivel mundial representando a Argentina!», manifestó Rocchetti.

La instructora explicó que en Roca hay atletas, como Sofía Tapia, que comenzaron a competir el año pasado. «Algunas dieron sus primeros pasitos en mis clases y luego siguieron capacitándose y entrenando en otros espacios, dedicados específicamente a preparar a nivel competitivo», contó.

Este deporte rompe con los apoyos comunes ya que muchos de los trucos exigen estar en contra de la gravedad.


Celeste Rocchetti está sobre la barra boca abajo, se sostiene a través de sus piernas que con fuerza se cruzan para resistir la gravedad. A los pocos segundos se suelta y se deja caer. Unos centímetros antes de tocar el piso usa nuevamente sus piernas para mantenerse en el aire. Así es el Pole Sport en Roca. Ni la edad ni el género son limitantes para hacer este deporte.

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