Un visitante del Ártico por primera vez en Neuquén

Un Falaropo de Picofino fue descubierto por niños en laguna la Solitaria. Es la primera cita de esta especie en la región, que eligió pasar un par de días y seguir su migración.

El Falaropo Picofino es un ave del ártico al que no le gusta la prensa. Viaja de noche por los océanos y no es asiduo visitante del sur. Tal es así que nunca nadie lo había visto en el país hasta el 4 de este mes, cuando un grupo de niños de Zapala, lo descubrió en la laguna La Solitaria, Mariano Moreno.

A las 10:30 de la mañana del 4 de mayo, Cecilia de Larminat y otros integrante del Club de Observación de Aves (COA) Las Lajas con chicos del Colegio Nuestra Señora del Rosario de Zapala, salieron a buscar aves. Todo era habitual, hasta que ella miró con sus binoculares y observó un ave pequeña parecida a una gaviota blanca y gris, que se movía a toda velocidad en semicírculos.

“Quedé paralizada e intimé a mis pequeños acompañantes a permanecer en calma para que no volara. Le saqué todas las fotos posibles, ya que estaba convencida que se trataba de un Falaropo Picogrueso, muy raro de ver pero que a veces aparece”, comentó emocionada Larminat.

El grupo sigiloso lo observó durante un buen rato, sin asustarlo y se fueron contentos. Pero los integrantes del COA marcharon y pensaron en la revancha. Al otro día, era el famoso gran día para los amantes de los pájaros.

La plataforma EBird, dependiente de The Cornell Lab of Ornitology, una vez al año organiza el Gran Dia Mundial de Observación de Aves, que consiste en convocar a todos los observadores y aficionados del mundo a registrar todas las aves posibles en sus respectivas zonas durante 24 horas. Eso se procesa y aporta una gran base de datos para los que se interesen en el tema, en especial los investigadores científicos.

“Ese día, con mis compañeros teníamos que ver si nuestro Falaropo permanecía en el lugar para incluirlo en nuestros listados. Es así, que en diferentes grupos de avistadores del COA Las Lajas volvimos a la laguna y, con gran alegría, logramos verlo nuevamente”, cuenta.

Los Falaropos pertenecen al grupo de Migradores A, es decir que en esta época del año están en viaje de vuelta al ártico. En su largo viaje utilizan estas lagunas de estepa como escalas y aprovechan para descansar y alimentarse.

“Cuando subimos nuestros listados después de la ardua jornada, grande fue la sorpresa cuando los especialistas de eBird, dudaron de nuestra identificación y empezaron a sospechar que se trataba de un ave mucho más rara que el Falaropo Picogrueso”, cuenta la aficionada.

Les pidieron más y más fotos, consultaron especialistas de USA, donde estas aves son un poco más comunes y después de casi un día de consultas, debates y cotejo de fotos llegó la respuesta.

“Los expertos del Laboratorio de Ornitología de Cornell, Marshall Illif y Jay McGowan, nos lo confirmaron: se trataba de un ejemplar de Falaropo Picofino (Phalaropus lobatus) y que era el primer registro comprobado y documentado de esta especie en Argentina”.

Viajero solitario

Este pájaro pasa el invierno en mar abierto, se interna en aguas remotas hacia el interior de los océanos durante la estación desfavorable. Ni siquiera se conocen con exactitud sus áreas de invernada del norte del Atlántico.

Esto indica la importancia que tienen estas lagunas de estepa para este tipo de aves, ya que si no las encontraran con agua, posiblemente no lograrían llegar al final de sus viajes. Son “estaciones de servicio” en su ruta, que eligen por ser ambientes sanos.

Por estos días, en la escuela de Zapala, los chicos todavía disfrutan su descubrimiento. Le escriben poemas al pájaro y comentan la difusión del tema. Para los científicos, en cambio quedan preguntas por contestar. “¿De dónde viene este Falaropo? ¿Cuál es su ruta? ¿Por qué está solo? ¿Está desorientado? ¿Cuándo vuelve? ¿Volverá? Habrá que seguir observando”, dicen.

Una actividad recreativa y cultural llevan adelante los más chicos en el paraje La Solitaria.
Gentileza Cecilia De Larminat

Un club de apasionados

para observar

El Club de observación de aves (COA) Las Lajas se formó en agosto de 2014, luego de un Curso de Iniciación a la Observación de Aves, dictado por el Lic en Biología Horacio Matarasso, gran promotor de la actividad.

“Somos como pequeñas filiales o representantes en terreno de Aves Argentinas. Toda nuestra actividad es absolutamente adhonorem y voluntaria, y lo hacemos, en primer lugar, porque nos apasiona y como una forma diferente de estar en contacto con la naturaleza”, comentaron.

Además, esta actividad genera curiosidad, ganas de investigar, de estudiar y de disfrutar con gente del país y también del exterior.

Al que quiera sumarse, los Clubes de Observadores de Aves (COA) de la región están en facebook.

Según expertos del Laboratorio de ornitología de Estados Unidos, es el primer registro comprobado y documentado de esta especie en la Argentina.

“Nuestras lagunas son el hogar y refugio de muchas especies que merecen vivir en paz sin que los llenemos de basura”.

Cecilia de Larminat.

El ave fue fotografiada cerca de Zapala donde eligió un ambiente sano para descansar.
Gentileza

Cecilia de Larminat es integrante del Club de Observación de Aves Las Lajas.

El primer día lo fotografiamos y al otro día volvimos. Grande fue nuestra sorpresa cuando lo vimos otra vez. Pensamos que era un Picogrueso pero los expertos nos dijeron que era un Picofino”.

Datos

Según expertos del Laboratorio de ornitología de Estados Unidos, es el primer registro comprobado y documentado de esta especie en la Argentina.
“Nuestras lagunas son el hogar y refugio de muchas especies que merecen vivir en paz sin que los llenemos de basura”.

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