Una iniciativa popular busca recuperar y proteger el arroyo Ñireco en Bariloche
Promueven que un tramo de 5 kilómetros se convierta en área protegida y se recupere el entorno para disfrutarlo. La zona a intervenir ya se usa como balneario improvisado.
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Un grupo de ambientalistas y referentes vecinales echó a rodar el proyecto de convertir el arroyo Ñireco, el más importante que atraviesa el casco urbano de Bariloche, en un área protegida, que permita recuperarlo de su actual estado de degradación y habilitarlo además como espacio recreativo.
El arroyo Ñireco nace en el cerro Ventana, bordea los barrios de la zona más postergada de Bariloche por el sur y luego atraviesa la zona este de la trama urbana, antes de desembocar en el lago Nahuel Huapi.
Una buena parte del curso tiene problemas de contaminación, con presencia de microbasurales, movimientos de suelo y una vegetación costera muy impactada.
Hace pocos días referentes del grupo Jóvenes por Bariloche (impulsores de varias jornadas de limpieza en la cuenca del Ñireco), de la fundación San José Obrero y de organizaciones barriales mantuvieron una primera reunión y sellaron el compromiso de “ponerse a trabajar” para lograr un estatus de protección oficial para el arroyo.
Una de las voceras del grupo, Jenifer Navarro, explicó que según el plan original el segmento a “intervenir” comprende unos cinco kilómetros del arroyo: los que van desde el puente de la ruta de Circunvalación hasta el barrio Vivero Municipal.
Se trata de un tramo que suele ser aprovechado como balneario improvisado para muchos vecinos a quienes les quedan lejos las playas lacustres. En los hechos, es un espacio de uso casi exclusivo para los residentes, con escasa presencia de turistas.
Navarro admitió que es un área afectada por la presencia de basura, la presión poblacional y la invasión de flora exótica. Además, las aguas tendrían una calidad dudosa, ya que el Ñireco recoge allí los pluviales de barrios cercanos, que llegarían no solo con agua de lluvia.
Para peor, el arroyo padece ya varios años de bajos caudales a causa de la sequía que afecta a toda la región, con el consiguiente perjuicio para numerosas familias que dependen del agua potable que aporta ese curso.
La joven afirmó que el propósito que los moviliza es “mejorar la cuenca en general” y convertir el Ñireco en un lugar “cuidado”. No tanto para preservarlo intacto o para restringir el ingreso, sino en la búsqueda de que “el vecino pase a sentirse parte del arroyo”.
Un encuadre nuevo
Bariloche ya tiene varias “reservas naturales urbanas”, que es la figura elegida para asegurar la preservación ambiental de áreas frágiles con humedales y bosques valiosos, como la laguna El Trébol, el lago Morenito, el bosque “de la Ermita”, todas en el oeste del ejido. Aunque también existe una en el sur: la reserva “cerro Carbón”, creada hace una década por impulso de un grupo de estudiantes.
Pero Navarro dijo que no están seguros de promover esa categoría para el Ñireco y por ahora hablan solo de un “área protegida”, con el objetivo de asegurar su sustentabilidad y dotarla de infraestructura para valorizarla como “espacio de recreación”.
Piensan trabajar en un borrador para llevarlo luego al Concejo Municipal, de donde surgiría el encuadre técnico. Lo que sí tienen claro es que la propuesta para el Ñireco debe contener “la voz de todos los saberes científicos” relacionados con el patrimonio ambiental, además de “incorporar los tratados internacionales y la normativa de protección de la biodiversidad”, explicó Navarro.
Señaló que en los encuentros previos surgió un interés expreso de los barrios Malvinas y Nahuel Hue, aunque hay otros abarcados por la cuenca del Ñireco que también se beneficiarían con la iniciativa, como el Vivero, Cooperativa 258, El Maitén, Omega y El Pilar.
La referente de Jóvenes por Bariloche dijo que en marzo tienen proyectada una nueva reunión de la “mesa de trabajo”, para afinar la idea. En el acta de compromiso preliminar aparecen como firmantes no sólo Jóvenes por Bariloche y San José Obrero sino también la asociación Nadaar, juntas vecinales y especialistas de la UNRN, Parques Nacionales, el Inta y biólogos del Conicet.
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