Video: 10 años de la erupción del volcán Calbuco de Chile y el turista que logró registrar el momento del fenómeno
En pocas horas, el volcán ubicado en la provincia de Llanquihue de Chile pasó de estar en verde a rojo. Los especialistas aseguran que "no hubo muchas señales".
La pequeña iglesia de Río Blanco salió sin daño, pero el espesor del deslave es elocuente. Foto: archivo Chino Leiva
Después de 43 años de inactividad, cuando el reloj marcaba las 17.50 de un miércoles de abril del 2015, el volcán Calbuco, de 2003 metros de altura, ubicado en la ciudad del mismo nombre, la más antigua de la provincia de Llanquihue, entraba en erupción. La nube de cenizas cubrió el centro de Neuquén.
«Hacía rato que veníamos diciendo que era probable que ese volcán fuera el próximo en hacer erupción, después del Caulle Puyehue en 2011. Pero lo cierto es que no hubo mucha anticipación«, recordó el vulcanólogo y limnogeólogo Gustavo Villarrosa, doctor en Ciencias Geológicas, investigador del Ipatec (dependiente del Conicet y la Universidad Nacional del Comahue) en Bariloche.
Si bien los especialistas monitoreaban el Calbuco, no dio muchas señales de una inminente erupción. “En pocas horas, pasó de estar en verde a rojo. Lo cierto es que no se había monitoreado una erupción anterior y eso nos ayuda mucho a entender las señales que va dando el volcán. Así vas ajustando tu sistema de previsión”, detalló.
En este caso, el monitoreo corresponde al organismo de Chile. Si bien hay muchos sistemas de control, el más universal es a través de sismógrafos. “Se colocan estaciones sísmicas alrededor del volcán y se auscultan los pequeños sismos que emite el volcán cuando se fracturan las rocas internamente o cuando se mueven los fluidos adentro de la cámara magmática. Es como si se produjeran vibraciones”, describió.
A través de estos sismógrafos, los investigadores toman una idea de por dónde se mueve un magma, que está pasando y a qué profundidad. “Con un registro sísmico de las erupciones previamente, podés predecir cuándo el volcán se acerca a una erupción. Otro sistema de monitoreo consiste en medir las emisiones de gases del volcán. El volcán se infla y desinfla en función de lo que pasa con el magma. Se pueden usar satélites para medir la deformación alrededor y en el edifico volcánico”, señaló.
En el caso del volcán Calbuco, la erupción fue breve y solo registró tres pulsos eruptivos grandes a lo largo de algunas horas. “Nada que ver con la erupción del Caulle. Los primeros dos pulsos eruptivos produjeron columnas altas de ceniza con un volumen importante. Por las condiciones meteorológicas, esas dos primeras plumas eruptivas entraron a Argentina y se estacionaron sobre la provincia de Neuquén. Lo sufrió mucho Junín de los Andes. La tercera pluma se desplazó por El Manso, pero fue un pulso chico. Sólo dejó algunos milímetros de cenizas”, recalcó.
Tras la erupción, se declaró el lugar como zona de catástrofe, se produjo la evacuación forzada de unas 9000 personas y cerca de 500 viviendas sufrieron daños por el alud.
El turista que registró el momento de la erupción
Esa misma tarde, un turista, Francisco Valerio, filmaba una cascada al pie del volcán Calbuco en la reserva nacional Llanquihue cuando de repente, observó la primera fumarola del cráter. En las imágenes se escucha al turista fascinado con el paisaje, hasta que de pronto, se asustó ante lo que veía y dejó de grabar. Estas imágenes se viralizaron rápidamente.
Esa primera columna eruptiva alcanzó una altura máxima de 15 kilómetros y se prolongó por una hora y media. La segunda llegó a las 21.55 y a la 1, la tercera.
“En ese video se puede ver no solo la columna eruptiva sino un flujo piroclástico que baja. Hubo bastante flujos que produjeron bastante destrucción al pie del edificio volcánico. Poder verlo es interesante para contar con registros concretos de la evolución de la erupción”, señaló Villarrosa.
Recalcó que si bien se suelen usar cámaras en vivo que permiten saber qué está pasando y “ante una erupción se puede medir la altura de la columna eruptiva para conocer a dónde se desplaza. Pero estos registros fílmicos, sin dudas, te dan otra perspectiva de las cosas”.
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Después de 43 años de inactividad, cuando el reloj marcaba las 17.50 de un miércoles de abril del 2015, el volcán Calbuco, de 2003 metros de altura, ubicado en la ciudad del mismo nombre, la más antigua de la provincia de Llanquihue, entraba en erupción. La nube de cenizas cubrió el centro de Neuquén.
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