Suspenden el pago de impuestos con bonos

Lo acordó el ministro Lavagna con los senadores y será por sesenta días.

El ministro de Economía, Roberto Lavagna, acordó ayer con senadores del justicialismo promover una ley que suspenda por 60 días la posibilidad de pagar impuestos con títulos públicos para mejorar el volumen de ingresos coparticipables.

La medida, que se instrumentará a través de un proyecto que el Poder Ejecutivo enviará al Senado «en los próximos días», surgió como una respuesta al reclamo de los legisladores por la deuda de 650 millones de pesos que la Nación mantiene con las provincias.

El jefe de la bancada oficialista, José Luis Gioja, que ofició de vocero del encuentro, sostuvo que «en los últimos meses el porcentaje de pagos de impuesto ha caído por el no pago de gravámenes de empresas grandes, que lo han hecho con bonos en lugar de efectivo».

Gioja también aseguró que «está resuelto lo de la deuda con las provincias», aunque reconoció que «el dinero no está pero hay voluntad. Se va a acordar la magnitud y luego se la va a blanquear la deuda para incluirla en el presupuesto del próximo período en el volumen que corresponda», sostuvo el legislador sanjuanino.

La definición del tema quedó pendiente para hoy, para cuando el ministro tiene previsto encuentros con los gobernadores del PJ, por la mañana, y de la UCR, por la tarde.

Lavagna concurrió al Senado invitado por el bloque del PJ en el marco de la ronda de encuentros con los ministros de las distintas áreas, en este caso por el interés de los senadores en conversar sobre la deuda con las provincias, la marcha de las negociaciones con el FMI y la devolución del 13% recortado de los haberes a jubilados y empleados públicos. Sobre este último punto, Gioja dijo que «se está trabajando para ver la forma de poder hacerlo efectivo a partir de enero del año que viene», aunque se descuenta que la devolución se realizará en bonos del Estado.

Los senadores consultados por esta agencia que prefirieron relatar el encuentro con reserva de su identidad, coincidieron en señalar el tono «amable y cordial» de la reunión, pero reconocieron que hubo reproches mutuos.

Lavagna le enrostró «la sanción de leyes que dificultaron el acuerdo con el FMI», entre los que incluyó las postergaciones del CER y de las ejecuciones hipotecarias y la iniciativa que hace responsables a las casas matrices de los bancos internacionales por la actuación de sus filiales en la Argentina.

Como respuesta, varios senadores se quejaron por «la falta de coordinación con el Ejecutivo y la ausencia de lineamientos claros para saber cómo actuar». Un senador de una provincia patagónica reseñó el malestar de sus pares en pocas palabras: «Era público que esos temas estaban para ser tratados en el Senado. Si no se movieron para decir qué querían, que después no se quejen».

Lavagna también se refirió al acuerdo con el FMI, aunque sin dar precisiones sobre el aporte que puede implicar la actual visita a la Argentina del funcionario John Thorton. (DyN)

Reunión

Los gobernadores radicales reclamaron ayer al presidente Duhalde una «urgente» solución a la deuda por fondos de coparticipación que la Nación mantiene con las provincias y la puesta al día con el programa de asistencia financiera prevista en los pactos fiscales.

Duhalde les prometió que los ministros de Economía, Roberto Lavagna, e Interior, Jorge Matzkin, los recibirán hoy a partir de las 19.30 para hablar sobre las posibles alternativas para saldar la deuda, luego de la reunión que por el mismo motivo mantendrán con los gobernadores justicialistas.

«El atraso en lo que respecta a coparticipación de títulos es alrededor de 650 millones de pesos al 30 de agosto en todas las provincias», indicó el gobernador rionegrino Pablo Verani. El jefe de Estado dialogó esta tarde por espacio de media hora con los mandatarios radicales de Chubut, Mendoza, Río Negro, Catamarca y de Corrientes.

Empresas verían disminuidas sus deudas externas

El Banco Central determinó ayer que los giros de dinero al exterior para el pago de deudas de capital e intereses de empresas sólo serán libres si se trata de deuda reestructurada utilizando los mecanismos previstos en la recientemente aprobada ley de quiebras.

El comunicado explica que los giros serán libres si la deuda fue renegociada tras alcanzar los acreedores un acuerdo según las mayorías que exige la ley de quiebras, pero agrega que también deberán ser obligaciones vencidas e impagas renegociadas a plazos no menores a cuatro años en promedio. Otra de las condiciones es que para el pago de servicios de capital, en la nueva deuda deberá haber un período de gracia de no menos de dos años.

En la deuda renegociada, los pagos de intereses deberán ser como mínimo cada tres meses, y la tasa de interés efectiva anual no podrá superar la LIBO a seis meses mas tres puntos porcentuales.

La reducción que deberá haber logrado el deudor en el capital a devolver deberá haber sido del 40% de su valor nominal o del 60% en caso de capitalizaciones.

Pocas expectativas para los ahorristas

Los bonos optativos con garantía privada que los bancos podrían ofrecer a sus clientes a cambio de los depósitos reprogramados no despertó demasiado entusiasmo entre los analistas económicos, que creen que el incentivo es demasiado «débil» para recuperar la confianza de los ahorristas afectados por el corralito financiero, según un relevamiento realizado por Télam.

El economista Daniel Muchnick dijo a Télam que las garantías que ofrecerían los nuevos bonos, que contarían con el respaldo del banco emisor, además del Estado, no es novedosa y que trata de la «misma oferta y el mismo negocio» de los Boden que en su oportunidad ofreció el gobierno a los ahorristas y que tuvo una mínima aceptación.

«No es muy original ni muy tentador. Es sólo una gran bicicleta para amortiguar los golpes de la ruta totalmente poceada que es la economía argentina», dijo Muchnick. Además, dejó claro que «el tema central es que la gente recupere su confianza en el sistema bancario, y eso aún no se ha logrado, porque la gente sigue sintiendo que fue engañada y hasta estafada por los bancos a los que les confió sus ahorros».

Oscar Liberman, de la Fundación Mercado, consideró a la iniciativa como un «incentivo débil» para los ahorristas, a los que se los quiere llevar a utilizar estos bonos para la compra de bienes durables. Aunque aseguró que esta propuesta -que contaría con el consenso del Ministerio de Economía y los bancos- «es una nueva herramienta de escape» para que los bancos no afronten su responsabilidad ante los ahorristas. «La inclinación de la gente a comprar bienes durables está en su valor mínimo histórico -fue del 1,2 por ciento en agosto-, y se debe a la gran caída que sufrió el poder adquisitivo de sus ingresos tras la devaluación y al gran aumento que registró el promedio de precio de los bienes durables», precisó Liberman.

Reclaman «despesificación»

El ex ministro de Economía Domingo Cavallo advirtió que si no se despesifican los depósitos y los créditos originalmente pactados en dólares, la economía quedará «condenada al estancamiento y el empobrecimiento», y afirmó que con la despesificación, el precio del dólar «va a bajar».

Además, Cavallo sostuvo que «si la Corte admitiera la constitucionalidad (de la pesificación), la gente llegaría a la conclusión de que la Constitución argentina no garantiza el derecho de propiedad».

«La moneda de los contratos tiene que volver a ser la que eligieron las partes, porque su alteración por ley es inconstitucional», remarcó el ex ministro, en un artículo firmado por él y publicado ayer en el suplemento económico del diario La Nación. A su criterio «si no se lleva a cabo la despesificación, la Argentina quedará condenada no sólo a utilizar monedas extranjeras, sino a firmar todos los contratos a futuro en jurisdicción extranjera». En consecuencia, alertó que «eso significará estancamiento y empobrecimiento. Asimismo, el padre de la Convertibilidad aseguró que «el tipo de cambio fijo fue una etapa, pero no era la esencia del sistema» puesto en práctica en 1991.

En ese sentido, puntualizó que «la esencia de la Convertibilidad era la libre elección de la moneda».

Por lo tanto, afirmó que «el verdadero abandono de la convertibilidad no fue la libre flotación», sino que subrayó que «se produjo con el proceso de pesificación». (DyN)


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