El Museo Kunsten le encargó Jens Haaning que recreara una obra del pasado, pero el artista entregó lienzos en blanco sosteniendo que eran una crítica social. El título de la obra, Agarrá la plata y corré, no debe haber jugado a su favor en los tribunales. El museo la exhibió en la muestra y luego ganó el juicio contra Haaning.