Un hospital distinto por la pandemia en Roca

En el hospital, un cartel acerado indica su nombre “Dr. Francisco Lopéz Lima”. Sale una ambulancia. Si es la 04, puede ser Claudio. Todo el hospital se ha modificado desde el inicio de la pandemia.

La capilla pasó a ser “Consultorio respiratorio” y los pediátricos ahora son de hisopado. Con el correr de los días empecé a entender los movimientos gracias a lo que me contaron: “La persona que tiene síntomas va al Respiratorio y si es sospechosa se la hisopará, irá a rayos y laboratorio”.

Semanas atrás iban a los hoteles directamente, ahora allí solo van pacientes que reúnan ciertas condiciones. En el hall del edificio central hay pocas personas. Nos miramos, algunos tímidamente nos decimos “hola”. En la recepción están Juan o Luis, uno de ellos es paciente recuperado.

Después de recorrer los pasillos, accedo a las sala de pediatría que ahora ocupan adultos que requieren observación. Sigo y llego a terapia. Ahí están quienes minuto a minuto luchan contra el Covid-19.

En esta terapia hay 5 camas y enfermeros y médicos están observando constantemente a través de un vidrio a sus pacientes. Los turnos son largos y ellos están extenuados, pero siguen.

Lamentablemente los esfuerzos no alcanzan a veces, en muchos casos por los antecedentes de los pacientes. Los morgueros, empleados de funerarias y municipales del cementerio deben llevar adelante la tarea más dolorosa. 

Son muchas más las personas que salen adelante y están de nuevo con sus seres queridos. Pero ellos: Juan, Mónica, Daniel, Cecilia, Claudio, Luis, Érica, Santiago, Marite, Silvina, Sandra, Gabriela y muchas, muchos más siguen estando. A ellas y ellos gracias. Cuidate, cuidalos.