Un llamado telefónico y luego el silencio

El 18 de noviembre del '99, el gestor reginense Ricardo Portone se comunicaba telefónicamente con su familia, avisando que estaba en Roca y que salía rumbo a Regina. Fue la última noticia que se tuvo.

Luego se confirmó que el llamado se había realizado desde una estación de servicio roquense, ubicada sobre la ruta. Sin embargo, el Fiat Duna en el que circulaba, fue encontrado en Cipolletti, estacionado en la calle Uruguay.

En su interior se encontró el documento y el celular apagado de Portone, pero del gestor jamás se tuvo una pista firme como para poder orientar la investigación.

Tampoco dentro del Duna se halló algún indicio que permitiera suponer una pelea, ni muchos menos manchas de sangre.

Su desaparición se produjo cuando la DGI investigaba maniobras poco claras con facturas apócrifas.


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