Un Papa fortalecido comenzó una extensa gira

TORONTO (Reuters) – Un fortalecido Papa Juan Pablo II, cuyo precario estado de salud ha preocupado, tomó ayer a todo el mundo de sorpresa cuando descendió por la escalerilla del avión a su arribo a Canadá, en lugar de usar un montacargas que lo aguardaba.

Aparentando estar en mejores condiciones que en tiempos recientes, el líder de la Iglesia Católica Romana, de 82 años, llegó a Toronto para presidir esta semana las celebraciones del Día Mundial de la Juventud esta semana. Aunque un montacargas lo aguardaba al otro lado del avión del Papa, quien sufre de dolores y de artritis, decidió a último momento que estaba lo suficientemente fuerte como para descender los 27 escalones, usando su bastón y ayudado por dos asistentes.

Durante su anterior viaje al extranjero, a Bulgaria y Azerbaiján, en mayo, el Papa estaba con mucho dolor como para arriesgarse por la escalerilla. El cambio en el programa, que permitió al Pontífice comenzar una de las giras más largas de su pontificado con una buena nota, fue recibido por gritos y algunas lágrimas de la multitud en el aeropuerto de Toronto.

«Paz y solidaridad»

En su discurso de llegada, leído con clara voz en inglés y francés, Juan Pablo II desafió a los jóvenes a promover la paz y solidaridad en un mundo demasiado sacudido por guerras e injusticias. «Demasiadas vidas humanas comienzan y terminan sin júbilo, sin esperanza», dijo el Papa en su breve discurso en el Aeropuerto Internacional Lester B. Pearson de Toronto. Juan Pablo II instó a los jóvenes a «impulsar la gran causa de la paz y la solidaridad humana». Agregó que la herencia multicultural -que consideró una de las grandes virtudes de la humanidad- ha contribuido sin proponérselo a crear un mundo lleno de delicadas tensiones étnicas y enorme confusión sobre el verdadero propósito de la vida. El Papa dijo que los jóvenes eran la esperanza y el futuro del mundo, pero que «también llevaban la marca de una humanidad que con demasiada frecuencia desconoce la paz y la justicia».

Cuando el avión que llevó a Juan Pablo II aterrizó en Toronto, los jóvenes católicos congregados en la ciudad más importante de Canadá expresaron sus emociones con gritos de bienvenida, cantos religiosos y banderas blancas y amarillas.

El viaje del Papa, el número 97 de su pontificado, lo llevará también a Guatemala y México, después de encabezar la clausura de las celebraciones del Día Mundial de la Juventud en una misa el domingo. A diferencia de las recientes celebraciones del Día Mundial de la Juventud, el festival de Toronto tiene lugar en medio de temores latentes de un nuevo ataque terrorista, escándalos de abusos sexuales de sacerdotes católicos y una crisis económica.


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