Un recorrido por el pensamiento italiano

NEUQUEN .- Para Sergio Sciglitano, el estudio sobre el pensamiento de los grandes filósofos mundiales no debería circunscribirse a un reducido círculo «en el que sólo se analizan los más conocidos o aquellos que provienen de una determinada tendencia».

«Existen muchas corrientes de pensamiento que contienen aportes muy valiosos, tanto para la historia como para las ciencias y que sin embargo no tienen cabida acá», lamenta este hombre de apellido italiano, graduado en Historia en la Universidad Nacional del Comahue (UNC).

Fue justamente por esta inquietud que este estudioso de la historia, la filosofía y la ciencia se interesó por analizar el pensamiento del filósofo italiano Ludovico Geymonat, un pensador contemporáneo que murió hace diez años y elaboró sus reflexiones entre la Primera y Segunda Guerra Mundial.

Egresado del Instituto Ludovico Geymonat para la Filosofía de la Ciencia, la Lógica y la Historia de la Ciencia y de la Técnica, de Milán, Sciglitano está seguro de que en estas latitudes se ignora el pensamiento de muchos autores «que son referentes importantes en Europa, pero a quienes aquí no se les da importancia».

El producto del trabajo de Sciglitano, que tendrá forma de una tesis con la que piensa aprobar la maestría en Filosofía e Historia de las Ciencias que cursa en la UNC, arroja a juicio del docente elementos interesantes «que pueden contribuir a alimentar el debate entre las distintas disciplinas».

Situándolo históricamente, trae a colación que el pensador italiano «tiene varios períodos en su itinerario cultural que se van diferenciando y son el partisano, antifascista, neopositivista y en una etapa posterior, el marxista», que fue el objeto de estudio de Sciglitano.

«Este hombre se plantea un debate de filosofía y ciencia al mismo tiempo, porque el grupo de poder de ese momento no se preocupaba por las cuestiones fascistas», cuenta apasionado el historiador.

Según su estudio, «Geymonat habla de que conoce historia de las ciencias, la relatividad de la ciencia y entonces ante todo habla de los dogmas y escapa al positivismo».

La idea de este docente que también estudió en Granada es lograr «a través de Geymonat, hacer una crítica a nuestra universidad argentina que pone de moda dogmáticamente a un autor».

A criterio de este especialista en la obra del pensador italiano, la tradición academicista en este país «hace una olímpica laguna y un vacío de ciertos autores y dicen que esos debates no son interesantes, por eso la idea es introducir a Geymonat en un contexto donde avanza fuertemente la famosa monocultura de la globalización».

Acérrimo detractor de las imposiciones del establishment tanto de la comunidad científica como intelectual, Sciglitano arroja la primera piedra sobre un debate que parece interminable.

«Estoy en contra de esta imposición de que todo pase por el inglés, no hay una sola cultura, no es cierto que todo pasa en una disciplina, o que si uno no sabe inglés 'fue', pero sí es cierto el manejo y la manipulación que hacen de esas cuestiones», señaló.

Como para dar un ejemplo puntual, el joven se queja de que «en programas como el del periodista Mariano Grondona nombran sólo las universidades más conocidas como las norteamericanas, inglesas, italianas o francesas, pero no a las de otra regiones que también tienen excelente tradición académica».