Una batalla desigual

NEUQUÉN (AN).- Tanto los cerveceros caseros como los artesanales luchan una batalla desigual con el producto comercial embotellado, que impuso un gusto y redujo costos, lo que permitió a las grandes marcas copar el mercado de las bebidas con alcohol. Son, de todos modos, cosas completamente diferentes aunque ambas se llamen cerveza. Y sobre todo tienen sabores bien distintos. Para el que está acostumbrado a las porrones y latitas de las grandes marcas, tal vez les resulte extraño el sabor intenso de las cervezas artesanales, lleno de texturas, su color opaco y las partículas en suspensión, pero como el paladar también hay que educarlo bastan algunas pruebas para apreciar la diferencia entre uno y otro producto. La cerveza artesanal tiene, si está bien hecha, agua, malta, levadura y lúpulo. Y nada más (salvo alguna especialidad que requiera ingredientes extras). Los dueños de Owe tienen en carpeta la posibilidad de vender su cerveza fuera del local de la avenida Olascoaga al 2100, pero no piensan en embotellarla porque el filtrado y la pausterización cambiarían el producto, sino en los barriles que ellos mismos utilizan para su chopera y que alquilan para fiestas.


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