Velocidad para cosechar y enfriar

Es el momento clave de la cadena productiva.

Como tantos otros inmigrantes, llegaron a la Argentina buscando la posibilidad de arraigar una vida nueva, lejos de las heridas que había dejado la guerra. Viajaron desde la isla de Ischia, en el centro de Italia, hasta la zona de Avellaneda, Buenos Aires, donde arrendaron una pequeña quinta y con mucho esfuerzo y sacrificio comenzaron a cultivar hortalizas para vender en el barrio.

El paso siguiente fue el de comprar frutas para sumar al reparto y con el tiempo llegaron a instalar un puesto en el Mercado de Avellaneda, consolidándose como comercializadores. La actividad también los llevó incursionar en la subastas de lotes de frutas en el Mercado de Saldías.

Las manzanas rionegrinas eran uno de los pilares de la venta y una firma que desde Allen les proveía la mercadería contrajo con ellos una importante deuda que había que recuperar. Fue entonces cuando Juan Patalano viajó a estas tierras para solucionar el inconveniente y a su vez reorganizar el esquema de aprovisionamiento de fruta del Valle.

En Buenos Aires los hijos de Juan, José Luis y Juan Gabriel, continuaron con la comercialización hasta que algunos años después los Patalano asentaron definitivamente su actividad en el Parque Industrial de Allen. Allí construyeron una empresa que en la actualidad es modelo en el negocio frutícola y que posee una planta de empaque y frío dotada de la más alta tecnología.

Especialistas

Anualmente la empresa produce entre 350.000 y 500.000 cajas de peras y manzanas. “Hoy nuestra producción se compone de un 60% de pera y un 40% de manzanas. Antiguamente teníamos esta ecuación invertida pero en los últimos diez años la pera superó a la manzana en nuestro esquema. Somos un poco especialistas en pera porque este fruto requiere de una logística muy rápida en lo que es cosecha y enfriado. Hemos logrado mucha agilidad en capacidad de frío y tecnología, entonces podemos enfriar una gran cantidad de kilos hora, alcanzando versatilidad. Todo eso nos permitió trabajar un mayor volumen: la pera es un artículo que no puede esperar”, cuenta José Luis Patalano, quien está al frente de la empresa junto a su padre y su hermano.

Los principales puntos de exportación de la empresa son: Brasil, Francia e Italia, destinos a los que mayoritariamente se envían cargamentos de peras. El mercado interno también es central para la actividad de la firma que produce, empaca, enfría y vende su fruta.

Una de las características esenciales de la empresa “Juan Patalano e Hijos” tiene que ver con la calidad y la presentación de sus productos.

Un breve recorrido por la planta del Parque Industrial sirve para apreciar cómo se cuidan cada uno de los aspectos que involucran al proceso frutícola. En las instalaciones de procesamiento no hay detalle librado al azar y el control forma parte de una rutina permanente.

“Para fabricar relojes podés ser una marca buena, una trucha o un Rolex. Nosotros hemos tratado en nuestra empresa de ser Rolex, logrando buena imagen, calidad permanente, el concepto de que los clientes no necesitan revisar nuestras cajas cuando las compran porque saben lo que hay adentro. También cuidamos el aspecto edilicio, de higiene y contamos con todas las certificaciones internacionales para estar a la vanguardia. La imagen es nuestra carta de presentación”, cierra José Luis.

El proceso de selección y embalaje ya está en marcha nuevamente.

Empresas

José Luis destaca la preocupación por la calidad del trabajo en la empresa.


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