Vivir con lo nuestro

análisis

javier lojo jlojo@rionegro.com.ar

La ofensiva del gobierno sobre los subsidios tiene un objetivo netamente fiscal. Si bien nadie oficializó cifras, desde el Ministerio de Economía de la Nación se habla de un recorte inicial del orden de los 20.000 millones de pesos que será descargado en el presupuesto del próximo año. Para tener noción de los números de los que se habla, para el cierre del 2011 se espera que el gasto total en subsidios supere los 70.000 millones de pesos; es decir, la poda sería del orden del 30%. Para el electo vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, este ahorro debería solventar las necesidades de financiamiento que tendrá el gobierno en el 2012. Si bien los niveles de la deuda argentina con los acreedores privados son muy bajos (no llega al 20% del PBI), existen interrogantes sobre el camino que tomará la administración central para cancelar los algo más de 7.000 millones de dólares que vencen el próximo año. En los últimos tiempos, además de una frondosa recaudación, la administración Kirchner financió estas obligaciones con utilidades del Banco Central (y reservas de libre disponibilidad), fondos de la Anses y otros organismos estatales que participaron con aportes extraordinarios para el proyecto de “desendeudamiento” iniciado por la administración Kirchner. Mantener estas vías de financiamiento aparece como una etapa agotada y desde las filas de Economía aseguran que será necesario encontrar alternativas para juntar los dólares que se necesitan para pagar a los acreedores. Según cálculos privados, las reservas de libre disponibilidad del Central para el año que viene difícilmente superen los 2.500 millones de dólares y los organismos del Estado no contarán con importantes fondos para transferir al Tesoro. Boudou siempre avaló la teoría de volver a los mercados de capitales para refinanciar deuda, pero muchos son los economistas del oficialismo que le restan chances a esa idea y apañan la teoría de seguir “viviendo con lo nuestro”. Es por ello que desde Economía no descartan que este nuevo “colchón” generado a través del recorte de subsidios sea utilizado para afrontar vencimientos de deuda del próximo año. Sin embargo, para el vicepresidente electo, el “Plan A” para solventar las necesidades de financiamiento continúan siendo el acuerdo con el Club de París y el ingreso al mercado voluntario de deuda para refinanciar pasivos a tasas de mercado hoy excesivamente bajas.


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