Cuatro experiencias rurales para descubrir Centenario en invierno

Entre sabores de la tierra, calor de hogar y paisajes dormidos, la localidad neuquina despliega su lado más íntimo y generoso. Repostería de campo, olivares en reposo, huertas orgánicas y viñedos con historia invitan a recorrerla con otros ojos.

Praderas Neuquinas combina paisaje y oleoturismo: catas guiadas y cultura olivícola en un entorno que habla de origen.

El campo también tiene estación invernal, lejos del bullicio de la ciudad, Centenario despliega su identidad productiva en versiones pausadas, pero igual de vibrantes. Bajo el cielo frío y entre chacras dormidas, cada proyecto agroturístico invita a un encuentro distinto con los sabores, las manos que cultivan y el saber hacer de generaciones.

Comencemos con una copa de vino. En Bodega Constanza, la historia comenzó entre perales y manzanos, pero la curiosidad llevó a experimentar con vinos. Hoy, el protagonista es el refosco, una uva poco común en estas tierras, que encontró en Centenario su propio carácter.

Viñas Constanza invita a una Cata a Ciegas, una experiencia sensorial íntima para descubrir el vino con todos los sentidos, menos la vista.

El invierno marca el inicio de la poda, pero también es buen momento para conocer la bodega, recorrer el monte frutal y para este fin de semana la bodega reabrió su sala de degustación con una experiencia sensorial fuera de lo común: la Cata a Ciegas, una propuesta íntima y oscura para redescubrir el vino sin etiquetas, guiados solo por los sentidos.

La experiencia incluye cinco varietales, tabla de embutidos seleccionados y un aperitivo especial para el cierre. Será hoy y mañana sábado 26 de julio a las 21:15, con cupo limitado a 15 personas por noche y reserva previa por WhatsApp. Contactos: +54299 4890093 @bodegaconstanza. chacra 46-a3, Q8309 Centenario, Neuquén.

La ruta sigue en Los Chalets, un rincón de pastelería artesanal con alma de casa. Desde hace más de dos décadas, esta casita de té es una referencia para quienes buscan meriendas auténticas, rodeados de naturaleza.

En Los Chalets, el té de la tarde es una ceremonia de sabores caseros, entre mermeladas propias y recetas que huelen a infancia.

Las mermeladas se cocinan con frutos de la propia chacra, y la repostería, que incluye opciones veganas y sin TACC, recupera recetas familiares en un entorno que huele a bosque y a pan recién horneado. De jueves a sábado: 16 a 21. Contactos: https://casadeteloschalets.com.ar. +5492994767014. Zona rural, Calle 6 lote 74 Centenario

A pocos kilómetros, Casa de Campo Flor Dorada abre las puertas de su huerta orgánica. En pleno invierno, entre coliflores, repollos y kale, la propuesta no se limita a comprar verduras de estación: se trata de conocer la tierra, sus ciclos y los métodos de cultivo que priorizan la salud del suelo y de quienes lo habitan.

Flor Dorada propone una inmersión en la huerta orgánica: cosechar, aprender y reconectar con la tierra incluso en invierno.

Contactos @flordoradahuertaorganica. +542994220093. Cichero sección chacras 29 a ‘ex ruta 234’ Centenario.

En la barda, donde la vista se vuelve infinita, Praderas Neuquinas ofrece una experiencia singular entre olivares. Aunque el invierno mantiene la floración en pausa, el oleoturismo cobra sentido en la sala de elaboración y en las catas de aceites que destacan por su calidad y perfil sensorial.

La visita guiada se realiza de lunes a sábados a las 11 de la mañana, con un único turno diario (la finca permanece cerrada domingos y feriados). El recorrido tiene una duración aproximada de una hora y media e incluye una introducción a la historia del olivar, un paseo por la almazara y una cata profesional de los varietales que elaboran, acompañada por una tabla con quesos, aceitunas, miel en panal de colmenas propias agroecológicas y panes artesanales.

La reserva debe hacerse de forma anticipada por WhatsApp y se abona en el momento de confirmarla. No se ofrece servicio de restaurante. www.praderasneuquinas.com.ar,  @praderasneuquinas. +542995120777. Ruta 7 – Centenario


Praderas Neuquinas combina paisaje y oleoturismo: catas guiadas y cultura olivícola en un entorno que habla de origen.

El campo también tiene estación invernal, lejos del bullicio de la ciudad, Centenario despliega su identidad productiva en versiones pausadas, pero igual de vibrantes. Bajo el cielo frío y entre chacras dormidas, cada proyecto agroturístico invita a un encuentro distinto con los sabores, las manos que cultivan y el saber hacer de generaciones.

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