tres ex presidentes de la Nación

Cristina llegó acompañada por una manifestación modesta de kirchneristas. Y Menem izó la bandera del recinto. Entrarán en funciones el 10 de diciembre.

“Vamos a volver” y “si la tocan a Cristina que quilombo se va armar”: hace tiempo no se veía frente al Congreso una concentración -aunque pequeña- del kirchnerismo duro. En una sesión especial en la Cámara alta, prestaron juramento ayer 23 de los 24 senadores que fueron elegidos en octubre y el paso de la ex presidente y senadora electa Cristina Fernández de Kirchner generó revuelo: aplausos, ovaciones y selfies, además de algunas muestras de distanciamiento, en una mañana curiosa en la que juraron tres ex presidentes de la Nación. A Carlos Menem le correspondió ser abanderado.

Cristina Kirchner llegó a la entrada principal del Senado a las 10. La calle había sido cortada con vallas en ambos márgenes, con gran custodia policial, donde agruparon unos 300 manifestantes kirchneristas (sin convocatoria de la ex mandataria, pero con organización). A unos metros, en el frente del Congreso se había levantado un gran escenario para la marcha de gremios y movimientos sociales contra las reformas del gobierno que se concretó horas más tardes.

Aunque estaba prevista para las 10.30, la sesión no arrancó hasta cerca de las 11. La ex presidente fue de las últimas en ingresar al recinto –previa fotos y saludos con empleados del Senado, legisladores y familiares-, y la única en ser aplaudida al entrar. En los palcos superiores, la acompañaron diputados K como Fernanda Vallejos (electa), Axel Kicillof y Héctor Recalde.

CFK ocupó la banca de la senadora del PJ, María Laura Leguizamón -que deja su lugar en diciembre-, a izquierda de Adolfo Rodríguez Saá con quien bromeó y charló hasta el inicio de la ceremonia. Varios senadores del PJ se acercaron a saludarla con sonrisas e incluso a sacarse fotos, muchos de ellos no formarán parte de su posible bloque en diciembre: con el jefe del bloque del PJ, Miguel Angel Pichetto la ex presidente ni siquiera cruzó la mirada en el recinto. Se evitaron mutuamente. A diez días del recambio, en el kirchnerismo calculan que la ex presidente podría armar un bloque de 8 o 9 legisladores.

Fernández de Kirchner también inauguró la ronda de aplausos cuando la vicepresidente, Gabriela Michetti, empezó a nombrar a los senadores que jurarían: “Por favor, gracias, así escuchamos todos”, pidió la presidente del Senado. Sin embargo, a partir de ahí, todos fueron aplaudidos.

El primer turno fue de la provincia de Buenos Aires y el primero en jurar fue el oficialista Esteban Bullrich. Gladys González, segunda en la lista que derrotó a la de CFK en octubre, no participó porque está de viaje en China. Así, tras Bullrich, pasó Kirchner al frente (sola, la única que lo hizo sin compañía de familiares), que juró por “Por la Patria, por Dios y los Santos Evangelios” sobre una gran Biblia azul y plateada. Una vez más una ovación. Alguien, en el palco de periodistas, gritó: “No te reís ahora, ¿no?”, pero no se entendió si iba dirigido a Kirchner o a Michetti. “¡Sos nuestra esperanza!”, gritaron más arriba.

En el ranking de ovaciones la ex mandataria peleó el primer puesto con otros dos ex presidentes. Rodríguez Saá (mandatario por 7 días en diciembre del 2001) llevó simpatizantes ruidosos que corearon su nombre desde los palcos.

El otro fue Carlos Menem, físicamente muy desmejorado, que debió ser acompañado en cada desplazamiento para mantenerse en pie. Como miembro más anciano del cuerpo (87 años) fue el encargado de izar la bandera. “Ídolo” le gritaron desde los palcos y varios viejos peronistas lo aplaudieron con fuerza y vitorearon cuando dijo “sí, juro”. A pesar de las complicaciones judiciales, todo indica que podrá asumir en diciembre.

Con el jefe del bloque

del PJ, Miguel Angel Pichetto la ex presidente ni siquiera cruzó la mirada en el recinto. Se evitaron mutuamente.

Una falsa alarma

de bomba en Diputados

Los agentes de seguridad del Congreso se mostraron inquietos: minutos después de concluida la sesión para la jura de los senadores electos, una amenaza de bomba obligó a requisar el Senado de la Nación con perros de la brigada Antiexplosivos de la Policía Federal, aunque no se ordenó la evacuación al comprobarse pronto que se trató de una falsa alarma.

La amenaza sobre la colocación de un explosivo en el Senado se hizo al número de emergencias 911 de la policía, que alertó de inmediato a la seguridad del Congreso. Rápidamente, agentes de la Brigada Antiexplosivos revisaron, con perros de adiestrados, los salones de la Cámara alta, los balcones y el salón Azul donde estaba la prensa.

Datos

Con el jefe del bloque
del PJ, Miguel Angel Pichetto la ex presidente ni siquiera cruzó la mirada en el recinto. Se evitaron mutuamente.

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