Aún no se normaliza el servicio de energía eléctrica

La CEB confirmó que existen daños del tendido eléctrico tras el temporal. La caída de ramas y árboles entre las principales causas de los cortes de los últimos días.

Aún no se normaliza el servicio de energía eléctrica

Las consecuencias del temporal de nieve continúan vigentes para el servicio de energía eléctrica. A pesar de que el 99,75% de los usuarios cuentan con electricidad, persisten los problemas en las líneas de baja tensión en sectores de Colonia suiza y la Península San Pedro.

La Cooperativa de Electricidad Bariloche dio a conocer esta tarde que el servicio está “condicional” y que depende de los daños del tendido eléctrico. El principal de los problemas fue la caída de ramas y árboles que además complicó el acceso a los barrios del oeste, considerada la zona “más desvastada”.

La empresa aclaró que se priorizó la seguridad pública, las zonas sanitarias, la zona urbana, el saneamiento y tomas de agua y por último las zonas periféricas y rurales.

También se indicó que todavía no se pudieron analizar los costos de la emergencia. No obstante la CEB admitió “responsabilidades compartidas” por la falta de poda preventiva en líneas de media y baja tensión.

Otro punto evaluado desde la cooperativa fue la “invasión” sobre los bosques. Se detalló que la poda puede ser “controversial” en relación al medio ambiente y su eficacia, ya que, ante la presencia de árboles de más de 25 metros de altura, puede resultar perjudicial en la pérdida de sustentabilidad del suelo, “el impacto en el paisaje y en relación a jurisdicciones ambientales”.

En declaraciones a este diario el gerente de la CEB, Federico Lutz, explicó que la ciudad “debe tomar una decisión estratégica” y enumeró tres opciones: respetar en todo lo posible el área boscosa y sacar sólo las ramas y árboles de mayor riesgo, “dañar más el bosque y abrir una franja de 20 metros a cada lado de las líneas” o bien “soterrar” el tendido.

Lutz dijo que en Bariloche hay 1.200 km de líneas eléctricas de baja tensión y que el costo del metro de cable colocado es seis veces superior al aéreo, estimando una inversión de 3.300 millones de pesos a razón de 67.561 pesos por usuario.

Los cortes en números

90% de los eventos fueron producto de caídas de árboles o ramas sobre postación

60% de los árboles estaban dentro de propiedades privadas, 34% sobre espacios públicos y sólo el 6% sobre media tensión.


Los cortes de energía que provocó la última nevada reavivaron la polémica por el apeo preventivo de árboles y también los reclamos para enterrar las líneas de distribución eléctrica. La inversión necesaria, en este último caso, sería enorme y su “prorrateo” recaería sobre cada usuario con una suma superior a los 67 mil pesos.

La falta de luz afectó a algunos barrios durante más de cinco días y ayer eran más de 500 las viviendas que todavía estaban a oscuras.

El trabajo de poda de ramas y volteo de árboles que amenazan las líneas se realiza antes del invierno y choca con el rechazo ciudadano, por razones ambientales. “No toquen ese ciprés ¿por qué van a sacar ese coihue?”, es la interpelación que escuchan con frecuencia los operarios.

La CEB documentó en el último año más de 1.200 reclamos por los operativos de poda. Existen incluso dos causas penales contra trabajadores de la Cooperativa por ese motivo.

El subsecretario de Servicios, Eduardo Garza, dijo que “la gente se queja, no le gusta y defiende hasta los pinos”, una especie exótica altamente peligrosa por el desprendimiento de ramas en temporales de viento y nieve.

El gerente de la CEB, Federico Lutz, explicó que preservar la seguridad de las líneas eléctricas de media tensión es responsabilidad de la Cooperativa, mientras que las de baja tensión corresponden al municipio y a los particulares.

Señaló que la ciudad “debe tomar una decisión estratégica” y enumeró tres opciones: respetar en todo lo posible el área boscosa y sacar sólo las ramas y árboles de mayor riesgo, “dañar más el bosque y abrir una franja de 20 metros a cada lado de las líneas” o bien “soterrar” el tendido.

Ante la insistencia en el “soterramiento” de los cables brindó una estimación económica concluyente. Lutz dijo que en Bariloche hay 1.200 km de líneas eléctricas de baja tensión y que el costo del metro de cable colocado, con materiales, mano de obra e impuestos, es de 2.815 pesos (seis veces más que el aéreo). La inversión sería de 3.300 millones de pesos, que representa un costo de 67.561 pesos por usuario.


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