La madre que lleva casi cinco años buscando a su hijo

Cuatro años y diez meses después el expediente pasó por cinco fiscales y la causa está abierta, aunque sin novedades. Teresa Catalán no baja los brazos.

Todos recuerdan a Teresa Catalán como una mujer fuerte, activa, llena de vida. Con esfuerzo y dedicación, crió a sus ocho hijos en Hueyusca, un paraje rural en la Región de los Lagos, Chile. Quedó viuda a los 40 años. Tuvo que salir a enfrentar la vida con la mayoría de sus hijos aún pequeños. Y esa mujer de baja estatura, rostro redondo y brazos fuertes se levantó y logró salir adelante. Nunca pensó que 40 años después el destino le iba a generar otra herida en lo más profundo del corazón.

Teresa busca desde hace casi cinco años a su hijo, Juan Higuera Catalán, que desapareció el 6 de enero de 2012 en Bariloche. Aún recuerda la última vez que lo vio cuando subió al colectivo que la llevaría de regreso a Purranque, en Chile. Era el 4 de enero. “Siempre que me iba Juanito quedaba llorando, triste”, rememora.

Dos días después de la desaparición de Juan, sus familiares en Bariloche sresolvieron que era el momento de avisarle a su madre . Una de sus hijas, que viajó desde Osorno hasta Purranque, fue la encargada de darle la mala noticia. Cuando le dijeron que Juan estaba perdido, Teresa recuerda que pensó que su hijo iba a aparecer pronto. Se preocupó, pero viajó confiada a Bariloche, con la idea de que iba a encontrarlo y que todo quedaría como un incidente menor. Jamás imaginó que la búsqueda de su hijo se extendería por semanas, meses y años.

La salud

Teresa tiene 84 años y su salud ya no es la misma. Su visión se ha deteriorado y la fortaleza que la caracterizó se fue diluyendo por el dolor. Ya no sonríe mucho.

Apenas recuerda a su hijo los ojos se le humedecen. Sus familiares cercanos sufren con ella. Pasaron cuatro años y diez meses de la desaparición de Juan y Teresa no pierde la confianza de que un día lo encontrará. Hay días en que piensa que lo tienen cautivo en algún lugar y otros se resigna a que ya no podrá volver a abrazarlo con fuerza, a decirle que lo ama y que lo extrañó todos estos años. Teresa relata que ve a su hijo en sus sueños. “Lo veo pero no me habla”, cuenta.

La familia Higuera Catalán está convencida de que los primeros días tras la desaparición de Juan no hubo mucho esfuerzo de la Justicia. En esos días de enero del 2012 el fiscal de feria era Marcos Burgos y la jueza de feria Silvia Baquero Lazcano, que no autorizó un allanamiento en el domicilio del joven que fue el último en ver a Juan.

Roberto Ángel había pasado a buscar a Juan la tarde del 6 de enero por su trabajo en un barrio del Este de la ciudad, donde hacía tareas de jardinería. Cargaron las herramientas en el Renault 12 de Ángel y se marcharon.

Juan llamó a un sobrino y le dijo que iba con un amigo a ver un trabajo. Nunca más volvió a su domicilio en el barrio Abedules. Higuera Catalán tenía 50 años. Se había separado hacía poco tiempo de su esposa, con la que no tuvo hijos. Y tenía un juicio laboral en marcha contra Mirta Cotaro.

El recorrido judicial

El expediente por la desaparición de Juan pasó por las manos de los fiscales Burgos, Guillermo Lista, Eduardo Fernández y Bernardo Campana. Intervinieron casi todos los jueces de Instrucción, pero nadie pudo desentrañar el misterio. Los policías de la Brigada que fueron asignados al caso muchas veces tuvieron que trabajar sin recursos. La familia dice que no tenían plata para la nafta ni para los celulares. Ni la recompensa de $ 200.000 que la Provincia ofreció para obtener datos certeros ayudó a la investigación.

La única vez que la investigación pareció avanzar fue a finales de agosto del 2013, cuando detuvieron por orden del juez de Instrucción Ricardo Calcagno a Ángel y Cotaro. El juez los procesó por el delito de homicidio por encargo, pero el procesamiento con prisión preventiva se desmoronó por falta de pruebas . Así recuperaron la libertad. Después la investigación quedó congelada y no hubo más novedades.

La causa por la desaparición de Higuera Catalán aún no se envió al archivo. La fiscal Betiana Cendón tiene el expediente y pidió medidas de prueba.

La esperanza

Teresa dice que no pierde la fe. Buscó a su hijo por tantos lados que no se resigna y sigue adelante a pesar de que las fuerzas ya no son las mismas.

Familiares y amigos de Juan lo buscaron por toda la ciudad, los alrededores, la Ruta 23 a Pilcaniyeu, Dina Huapi, El Bolsón. Teresa caminó toda la Ruta de Circunvalación, se internó en el arroyo Ñireco, trepó el cerro Carbón y el faldeo del cerro Otto en busca de su hijo. Esperó pacientemente cómo rastrillaban en Villa Campanario y hacían decenas de pozos en busca de una pista.

Teresa viaja desde que desapareció Juan casi todos los meses a Bariloche. Quiere estar cada día 6 en esta ciudad donde durante años fue feliz. “Cuando vengo en el colectivo parece que ya voy a ver a mi hijo entre las retamas”, explica.

Los familiares recuerdan que los días previos a su desaparición Juan estaba preocupado. Pero nunca les dijo el motivo. Aseguran que nunca recibieron en la casa una amenaza telefónica o un mensaje intimidatorio. Pero el 3 de enero los invitó a tomar mate: “Aprovechen que estos son los últimos mates que les voy a dar”, les dijo. Ese mensaje les quedó grabado en la memoria.

El 14 de abril pasado Teresa viajó con familiares hasta Comodoro Rivadavia porque habían recibido el dato de que habían visto a su hijo en esa ciudad. La información era precisa. Fueron con esperanza. La Brigada de Investigación de la Policía de Chubut ubicó a la persona que pensaban que era Juan. “Era muy parecido”, recordó Teresa. Regresaron a Bariloche sin nada y con la misma angustia.

Teresa retornó el viernes a Chile. Volverá en enero para la campaña solidaria del Día de Reyes, cuando familia y amigos de Juan juntan juguetes para regalar a chicos del Alto. La campaña se hace desde hace tres años y es un día de alegría a pesar de que todos tienen el corazón apretado por el dolor de un año más sin Juan.

“Confío en mi Dios y después en la Justicia. La esperanza no se ha perdido ni se perderá mientras uno viva”,

afirma Teresa, madre de Juan Higuera Catalán.

Datos

“Confío en mi Dios y después en la Justicia. La esperanza no se ha perdido ni se perderá mientras uno viva”,

Adherido a los criterios de
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Adherido a los criterios de <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios