Garantizan calefacción para la terminal de ómnibus

Garantizan calefacción para la terminal de ómnibus de Bariloche

Garantizan calefacción para la terminal de ómnibus

El secretario general del Soyem, Juan Fuentes, aseguró que el próximo lunes podrían retomar la atención al público en el Juzgado de Faltas 2 que funciona en el segundo piso de la terminal de ómnibus, al igual que el personal de mantenimiento del área de Tránsito del municipio.

“El municipio compró unos 5 artefactos de aire de 6.000 calorías que dan aire frío o calor. La idea es que el técnico trabaje por la tarde especialmente en ampliar la térmica para que no colapse el sistema y el lunes podría normalizarse la atención en la terminal”, dijo Fuentes.

Los trabajadores municipales iniciaron la retención de servicios el último miércoles luego de estar 10 días sin gas. Ese domingo se registró una explosión y Camuzzi retiró los medidores.

“La terminal de ómnibus, añadió el dirigente gremial, tiene más de 30 años y si no hay un plan director es complicado. Lo cierto es que se sabe dónde habría que hacer mantenimiento”.

El intendente Gustavo Gennuso aseguró que ya se hicieron las gestiones frente a Camuzzi. “Se compró toda la cañería nueva. Los caños tienen más de 35 años y explotó un regulador. Lo conseguimos ese mismo día pero al hacer la prueba de presión, hubo muchas pérdidas por muchos lugares”, señaló Gennuso.

Basta recorrer la terminal de ómnibus de Bariloche de un extremo a otro y remontarse a décadas atrás para ver la misma imagen.

Pero la situación es aun peor, ya que la terminal de uno de los principales destinos turísticos del país no cuenta con teléfonos, wifi, cajeros y desde hace 10 días tampoco tiene gas.

“¿Café con leche? Le puedo ofrecer café pero la leche está fría y no tengo modo de calentarla”, explica Pamela, con una sonrisa nerviosa, a una mujer en el bar de la terminal.

Un cartel en el mostrador indica: “No hay gas. Sepa disculpar las molestias”.

Diez días atrás, Bariloche registraba el récord absoluto de frío en la madrugada, con 25 grados bajo cero.

Sin embargo, ese domingo luego de una fuerte explosión en la caldera, los empleados municipales de la terminal no dudaron en sacar a toda la gente afuera del edificio.

Camuzzi Gas del Sur retiró los medidores y desde entonces, no hay gas en el edificio por donde circulan alrededor de 5.000 personas por día durante las vacaciones de invierno.

Ayer a la mañana, Juan Fuentes, secretario general del Soyem, acercó un caloventor y una estufa dragón que se alimenta con una garrafa de gas para paliar la baja temperatura en el edificio.

“No hay solución y tampoco se pueden conectar muchos caloventores a la vez porque salta el sistema eléctrico por lo que habría que instalar un generador eléctrico”, explicó el dirigente gremial quien aclaró que a partir de hoy, habrá retención de servicios por parte de los empleados municipales.

El jefe de Gabinete, Pablo Chamatrópulos, aseguró que hacer la instalación de gas nuevamente demorará “unos 30 días” aunque el caso emblemático es el de la escuela de arte La Llave que padeció ocho meses sin gas.

Recién a fines del 2016, Camuzzi Gas del Sur conectó el servicio tras la verificación de la obra de instalación de nuevas cañerías que realizó el municipio.

“Más allá de no tener gas, tampoco limpian la terminal porque es difícil hacerlo con agua fría. Es una mugre. Lamentablemente, la gente se descarga con nosotros en la ventanilla. Desde el municipio, ni siquiera nos reunieron para decirnos hasta cuándo vamos a estar así o de qué manera van a solucionar la falta de gas. Nosotros somos los que ponemos la cara ante los turistas”, sintetizó Patricia Pérez, responsable de una boletería.

Silvina Jaramillo, a cargo de otra boletería, pronunció: “Esta es la imagen que se llevan los turistas que vienen a Bariloche. Yo trabajo en la terminal desde hace 18 años y el deterioro hoy es el mismo de ese entonces o más”.

“Ésta es la imagen que se llevan los turistas. Yo trabajo en la terminal desde hace 18 años y el deterioro hoy es el mismo de ese entonces o más”.

Silvina Jaramillo, empleada de una boletería.