Despedida sin gloria para el gran Bolt

Atletismo

El jamaicano Usain Bolt se despidió las pistas del modo más inimaginable, con una dramática lesión que le impidió concluir la final del relevo 4×100 de los Mundiales de Londres, la última prueba que disputó como profesional.

El astro del atletismo mundial fue por su ansiado último oro en la posta por equipo, pero a mitad de la recta, se paró aquejado por una lesión y ni siquiera llegó.

La sorpresiva victoria de Gran Bretaña dejó casi en un segundo plano la triste despedida del mayor astro de la historia del atletismo.

El público inglés que llenaba el Estadio Olímpico de Londres no podía dejar de festejar el oro de sus atletas, mientras que Bolt se revolvía sobre el tartán, en la mitad de la calle 5.

El hombre más veloz del planeta sintió una molestia a los pocos metros de recibir el testigo para iniciar la última posta; siguió como pudo y en los último cien metros se lanzó sobre el tartán agarrandóse la parte trasera de una de sus piernas.

Luego dio una espectacular voltereta sobre sí mismo, como si todo fuera un circo del absurdo y se quedó tendido sobre la pista, sin concluir la prueba.

Pareció una escena irreal. Una opereta montada para alimentar el show que siempre acompañó al mejor velocista de la historia.

Pero Bolt siguió tendido hasta que llegó la asistencia, que tardó un poco, y también lo hicieron sus compañeros.

Luego se levantó rápido, con gesto contrariado, hizo después algún tímido saludo hacia la grada y, sin que los fans parecieran darse cuenta, desapareció en las entrañas del Estadio Olímpico.

En la grada, no se oyeron los habituales gritos de “¡Bolt, Bolt!”.

Su campaña

no se mancha