A 20 años del triple crimen

Han pasado ya dos décadas de la ausencia más dolorosa, que cada vez se vuelve más presencia. Porque ahí están: en las paredes, en los recuerdos, en cada charla, en cada reclamo de justicia. Verónica, María Emilia, Paula, nunca las olvidaremos.

A 20 años del triple crimen de Cipolletti sigue el reclamo de justicia

 

Un día el corazón de los cipoleños se paralizó. Nada volvió a ser igual a partir del 11 de noviembre de 1997, cuando el país se enteró del primer Triple Crimen. Desde de ese momento, la ciudad comenzó a transitar el pedido de justicia y el camino de la lucha para no caer en el olvido: aquel martes, hace 20 años, los medios de comunicación informaron que a las jóvenes Verónica Villar, María Emilia González y su hermana Paula Micaela les habían arrebatado la vida. Atravesados por el deseo de mantener intacta la memoria y a 20 años del momento que marcó la historia de miles de personas, sus familiares las recordaron a través de sus gustos, pasatiempos y proyectos y reflexionan sobre el caso y lo que han vivido en estos años.

» Ofelia Villar, mamá de Verónica

» Ulises González, padre de Maria Emilia y Paula

» Agustina Bonetti, hija de Maria Emilia

» Guido González, hermano de Maria Emilia y Paula

«Los jóvenes son los que siempre están y los que ayudan a seguir esta lucha. La memoria pasa por el corazón y uno a un ser querido siempre lo tiene presente «  Ofelia Villar, madre de Verónica «Uno podría hablar horas y horas de las chicas. Yo siempre digo que en estos momentos serían tres madres maravillosas y tres profesionales muy valiosas para la comunidad, porque ellas tenían esos sueños» Ulises González, padre de María Emilia y Paula Micaela

Sueños truncados

Verónica estudiaba Agronomía, María Emilia para maestra jardinera y quería ir luego a Misiones para cursar la licenciatura en Genética. Paula, que aún no había terminado el colegio secundario, se inclinaba hacia el turismo. María Emilia era mamá de Agustina, de dos años al momento de su muerte. Era fana de Bon Jovi (se había dado el gusto de verlo en un recital) y de River. Cocinaba muy bien, como su hermana Paula, que era igual de agradable, tranquila y algo más reservada. Verónica era hincha de San Lorenzo, le gustaba el aire libre, andar en bici, escuchar a Inxs y rock nacional, como La Renga y Los caballeros de la Quema. Su familia aún conserva aquellos viejos cassettes.

¿Qué pasó?

Salieron a caminar una tarde de domingo  y nunca volvieron.

– Dos días después, el martes 11 de noviembre de 1997, aparecieron sus cuerpos en la zona de Los Olivillos.
Presentaban marcas de ataduras y otros maltratos, golpes y heridas de bala.
– Con el pais en vilo, Cipolletti fue el eje de multitudinarias marchas.

– Kielmasz buscó a Ulises González y le dijo que sabía dónde estaba el arma homicida.
Lo llevó hasta un lugar cercano a Los Olivillos y se la entregó.
– Kielmasz y Hugo González Pino fueron condenados en 2001 como coautores
El Superior Tribunal de Justicia anuló la condena de Gónzalez Pino.
– Kielmasz está preso en el Penal 4 de Santa Rosa. Le denegaron salidas transitorias.

La sociedad entera las abrazó fuerte a través del pedido de justicia y de las innumerables marchas.

A lo largo de estos años, la sociedad se encargó de mantener intacto el recuerdo para evitar caer en el olvido. Tal vez por eso, los rostros de Verónica, Maria Emilia y Paula Micaela permanecen guardados en la memoria colectiva.

«La palabra (arte) puede ser ayuda, amigarte con el tema, no sé si te sana, si te cura o cierra la herida, pero te hace empatizar un poco más o hacerlo de una manera más amigable salir a la calle de esta manera, de que las pibas tocan tambores en las marchas, de que bailen, de que pinten murales.»Luciano Villar, hermano de Verónica

La Multisectorial de Mujeres pintando uno de los murales -Foto: Florencia Salto

El mural terminado ubicado en Mariano Moreno y San Luis – Foto: Florencia Salto
Está ubicado en las calles Esquiú y Belgrano, frente a las 300 Viviendas. – Foto: Florencia Salto
Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional del Comahue (Yrigoyen al 2000) – Foto: Florencia Salto
En la escuela 258, ubicado en calles 25 de mayo y Brown) – Foto: Florencia Salto
Ubicado en calle Velez Sarfield, al lado del tanque de agua de la ciudad. – Foto: Florencia Salto

El dolor y el desconsuelo invadió la vida de los cipoleños.
El primer Triple Crimen fue para muchos un recuerdo que jamás va a borrarse y permanecerá intacto en la momoria colectiva.

«Justicia hubiese sido que esto no pasara” Luciano Villar, hermano de Verónica

La Multisectorial de Mujeres pintando uno de los murales -Foto: Florencia Salto

Texto y producción periodística: Belén Coronel – Maria Luján Venier – Javier Avena
Fotografia: Florencia Salto
Edición Video: Andrés Stefani


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