Las paradas de colectivos de Neuquén en estado crítico

Sólo las de calle Sarmiento, donde funcionará la estación de transferencia del Metrobus, están en condiciones y se abastecen de energía solar.

Los neuquinos que utilizan el colectivo como medio de transporte saben que es mejor salir “un ratito antes” que perderlo y llegar tarde. Pero a veces los 15 minutos se transforman en 40 y a veces un poco más.

Sean poco o mucho los minutos que los vecinos tienen que esperar, lo concreto es que lo hacen en condiciones desfavorables. Y esto es porque hay un gran porcentaje de paradas de colectivos que carecen de garitas. En los barrios muy pocas tienen techo y paredes, y las que sí, por lo general están marrones del óxido, con varios agujeros y empapeladas de propaganda política vieja, con candidatos fuera de carrera. Además no cuentan con información sobre los colectivos que pasan por esas zonas.

El mal estado en que suelen estar las garitas las tornan pocas efectivas para dar refugio frente a al mal clima.

“Río Negro” recorrió algunos barrios y el centro neuquino y dialogó con los vecinos sobre el estado de las paradas. Denunciaron abandono, falta de iluminación y exigieron al municipio la colocación de más garitas y acondicionamiento de las existentes. Una vecina que esperaba el colectivo frente al aeropuerto neuquino, Andrea Traipe sostuvo que “está garita tiene el asiento fuera del techo y las paredes, y acá los colectivos pasan cada 1 hora los días de semana, o lo esperas sentada o bajo techo”.

Otra vecina, Lidia Nahuelhuar expresó que “todas las garitas necesitan algo, en general todas están muy sucias, en todo sentido, visualmente también, están llenas de publicidad política. Que son los que después dicen que van a limpiarlas y no lo hacen”.

Una Vecina que esperaba el colectivo en San Martín al 3.500, Noelia Caioni dijo que a las garitas “les falta contención para los días de viento y días de lluvia. Por más que estemos acá abajo, si llueve nos mojamos igual”.

Pero no todas las paradas de Neuquén están en las mismas condiciones y el mejor ejemplo son la del Parque Central. Allí las garitas gozan de absolutamente todo lo que sus pares en los barrios no tienen.

Gráficos grandes y coloridos con los recorridos de algunas lineas, números de los colectivos impresos en gran tamaño con las calles que transitan, carteles led que señalan los próximos arribos y un terreno nivelado que facilita el acenso y descenso de pasajeros. Además paredes y techos limpios y sanos que cubren a los pasajeros.

En ese sentido Lidia Nahuelhuar, concluyó: “Ojalá las garitas de los barrios estuvieran como las del centro”.

La voz de los usuarios

transporte público

No apto para personas

con discapacidad

La frecuencia de los colectivos y la falta de infraestructura para personas discapacitadas fueron los otros problemas que manifestaron los vecinos. Las garitas no son amigables con las personas con discapacidad. Los desniveles del terreno en las paradas y la falta de información en braille, dejan a estas personas a la suerte de que algún ciudadano le brinde ayuda. Una usuaria de este medio de transporte, Adriana Traipe dijo que “aparte de rampas para discapacitados tendrían que poner colectivos preparados para personas con movilidad reducida. No están para nada preparados los colectivos, tienen que subir entre 3 o 4 escalones y hay personas que les cuesta mucho”.

Datos

“A las paradas les falta de todo, están feas, abandonadas y muy sucias. Tampoco tienen iluminación”.
Lidia Nahuelhuar
“Ninguna garita tiene luz, las que tienen es porque se alumbran con la luz de la calle. Deberían modernizarlas”.
Andrea Traipe
“La mayoría de las garitas tienen una chapa en los costados y con eso no alcanza para protegerte del clima”.
Noelia Caioni

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