Los cruces de la ruta en los que nadie se acuerda del peatón

Uno en el este y el otro en el oeste. Las intersecciones con calles de doble mano donde muchos aprovechan para girar a la izquierda. Quienes circulan a pie deben correr contra reloj.

La ruta 22 que atraviesa de oeste a este la ciudad de Neuquén tiene dos puntos con intersecciones que se transforman en trampas peligrosas para los automovilistas pero más aún para los peatones. La ausencia de señalización vertical y horizontal adecuada se mezcla con la desaprensión de los automovilistas que tienen dos actitudes. Los locales aceleran en momentos críticos para ganar unos segundos de circulación y los visitantes desconocen el sitio y quedan presos de la indecisión en medio de la circulación rápida.

Uno de los cruces es el ingreso al barrio Valentina Sur. Son 200 metros de extremo peligro con semáforos de cuatro tiempos. El cruce de O’ Connors permite la circulación hacia el sur y hacia la misma ruta y desde el barrio, en el sur, es las única vía de salida, hasta que se haga el cruce de Lanín por las tierras del Ejército.

Los vehículos que circulan de oeste a este deben frenar en el semáforo unos 50 metros antes de la luz indicadora porque es el ancho de la calle de acceso a la ruta. Muchos quedan en el medio y los que se detienen atrás lo hacen a continuación porque la senda no está marcada.

Espera eterna

Ni hablar de los peatones que buscan cruzar la ruta en ambos sentidos, deben esperar hasta 10 minutos que disminuya la alta circulación porque si bien en una mano éstos tienen luz roja, de la otra les permiten retomar la vía.

El otro de las cruces es Paimún, hacia el este de la ciudad, a unos mil metros del puente carretero. La calle de cruce es de doble mano y los sistemas de aviso a los automovilistas y a los peatones son deficientes.

El peligro más relevante lo constituye el momento en que se corta la luz verde y se frena el tránsito porque no hay transición hacia el sentido opuesto, por lo tanto los accidentes por toques de vehículos sin comunes y el cruce peatonal constituye una odisea. Las dos vías de circulación de la ruta se manejan por un sentido del semáforo y quienes deben bajar de la ruta hacia las colectoras tienen tiempos diferentes y muy breves, lo que ocasiona largas colas.

A correr

La circulación vehicular rápida pone en peligro a los transeúntes. Los dos puntos de referencia son una invitación a la aventura de ir caminando.

Datos

200
metros es la distancia entre los extremos del ingreso al barrio Valentina Sur que se debe realizar en pocos minutos.
La circulación vehicular rápida pone en peligro a los transeúntes. Los dos puntos de referencia son una invitación a la aventura de ir caminando.

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