Creen que Lorenzo Muñoz planificó el doble femicidio

Se infiere del perfil violento del autor. Otra hipótesis indica que recibió ayuda para escapar.

El jueves 22 a las 9.45 la policía notificó en la vía pública a Lorenzo Muñoz (40) que tenía que presentarse al día siguiente a una audiencia en la cual, muy probablemente, iban a dictarle la prisión preventiva.

Además la fiscalía y la defensa estaban a punto de acordar una condena por el abuso sexual que había cometido contra Valentina (11). La mamá, Karina Apablaza (30), lo había denunciado el 16 de septiembre de 2017.

Sin embargo, los investigadores creen que hablar de un desencadenante es solo una excusa. El crimen pudo haber sido planificado.

Lorenzo Muñoz y Carina se habían conocido en enero de 2016 en la fiesta de San Sebastián, que se realiza en Las Ovejas. Ella en esa época residía en Cutral Co.

En abril de 2016, Carina se mudó a Las Ovejas junto con su hija Valentina para mantener la relación con Muñoz.

El vínculo se rompió cuando el hombre abusó de la niña.

Muñoz tenía prohibido acercarse a Carina y a su hija, pero había incumplido en reiteradas oportunidades esa restricción.

Según la fiscalía, la policía tenía orden de hacer rondines y custodiar a Carina y a su hija.

El jueves 22 a las 13, Karina fue con su hija Valentina a la escuela primaria 30 de Las Ovejas a inscribir a la niña para cursar séptimo grado.

A las 13.30 regresaban a su vivienda en el barrio Pampa cuando Muñoz las interceptó en la avenida Pedernera, frente al cajero del Banco de la Provincia de Neuquén, y las mató a puñaladas.

El perfil violento de Muñoz permite inferir que planificó el crimen, y que llevaba el cuchillo dispuesto a ejercer violencia contra las mujeres.

A la primera que atacó fue a la niña, y luego a su madre, según relató una testigo presencial. Luego escapó, y ahora lo buscan por la vasta zona rural que rodea Las Ovejas.

Hasta ese momento por lo menos, actuó solo, sin apoyo ni ayuda de nadie.

Pero no se descarta que después haya recibido ayuda para esconderse en algún puesto de veranada o invernada, o incluso para cruzar a Chile por algún paso clandestino.

La localidad de 2.000 habitantes sigue conmocionada por el hecho.


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