El Bolsón: comenzó el juicio por el remisero asesinado

Durante más de una hora, el testimonio del jefe de la comisaría de Lago Puelo, Hugo Melipil, marcó ayer la primera jornada del juicio oral y público contra los dos imputados por el asesinato del remisero Matías Albornoz (29), ocurrido el 13 de febrero del año pasado.

En coincidencia, un total de 57 testigos comenzaron a desfilar ante el tribunal conformado por la justicia chubutense en la Escuela 537 de El Hoyo, cuyas declaraciones serán recepcionadas hasta el viernes. También se adelantó que el veredicto será leído en el mismo lugar el 15 de febrero.

A su turno, Melipil respondió preguntas del fiscal de la causa, Oscar Oro, además del abogado de la querella y de los defensores de los acusados. Minuciosamente, el jefe policial dio detalles precisos del operativo desarrollado a partir del hallazgo del cadáver a pocos metros del Paralelo 42°, ya dentro del ejido de Lago Puelo, provincia del Chubut.

Enseguida, el fiscal aportó un paquete de pruebas que involucran directamente a Juan Franco Ordóñez (a quién se le allanó su domicilio en el Ecobarrio de El Bolsón donde se le secuestró un arma calibre 22 y 7 celulares, entre ellos los 2 teléfonos móviles sustraídos al fallecido), y a Lucas Mansilla Cayuleo, a quien se lo considera “partícipe necesario”. “Para la familia es conmovedor tener que recordar lo sucedido aquel fatídico 13 de febrero, cuando de una manera brutal fue asesinado nuestro hijo Matías”, dijo el padre de la víctima, Luis Albornoz.

Aquel día

Según lo reconstruido por los investigadores –y que quedó incluso grabado en una cámara de seguridad-, 2 hombres solicitaron el auto de alquiler a las 8.10 en la remisería “Piltri” indicando como destino el barrio Esperanza, en la zona sur.

A las 8.30, como no había señales de su paradero comenzó la búsqueda . A las 11, en un camino vecinal que atraviesa un campo forestal del Inta, a un joven que pasaba por el lugar le llamó la atención la presencia del Chevrolet Corsa blanco sin ocupantes y unos metros más adelante, entre la maleza, estaba el cuerpo de la víctima.