Escrache con huevazos a un exmilitar condenado por abuso
La manifestación fue ayer contra un hombre sentenciado a 12 años de cárcel por violar a su nieta. Mientras espera que se confirme el fallo, sus abogados pidieron la anulación del juicio.
Con huevos, pancartas y cánticos escracharon ayer al militar retirado de Junín de los Andes, condenado a 12 años de prisión por el abuso sexual de su nieta. Fue a la salida de la audiencia de impugnación solicitada por la defensa del hombre, que pidió la nulidad del juicio por considerar que el imputado no había tenido una defensa acorde.
La medida fue presentada a pesar de que durante el juicio tuvo defensa particular de tres abogados.
El Tribunal de Impugnación estuvo integrado por los jueces Liliana Deiub y Héctor Rimaro de Neuquén, y el juez Federico Sommer desde San Martín de los Andes, todos por teleconferencia.
Durante la audiencia se escucharon dos testimonios y en diez días el Tribunal emitirá la sentencia.
En abril pasado, el hombre, de 65 años, fue condenado por el abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo de su nieta durante cuatro años.
Los hechos se produjeron cuando la niña tenía entre 7 y 11 años. El año pasado la mamá de la víctima, que hoy tiene 17 años, radicó la denuncia en la fiscalía de Junín. En Cámara Gesell la menor confirmó el relato de lo sucedido.
El caso llegó a juicio y los magistrados Jorge Criado, Juan Pablo Balderrama y Eulogio Nazareno lo condenaron.
El fiscal del caso, Manuel González, confirmó que pese a la condena, el hombre continúa en libertad, al menos hasta que el Tribunal ratifique la sentencia. Para mantener la libertad, el hombre debe cumplir con ciertas pautas de conducta.
Según la investigación, los abusos se habrían producido en Junín y en otra localidad, cuando la menor se iba con su padre y quedaba al cuidado del abuelo. El imputado tiene una empresa de transporte escolar y es chofer de una combi, situación que generó polémica y preocupación en la comunidad de Junín.
Dueño de una empresa
de transporte escolar
En abril del 2015, el hombre, de 65 años, fue condenado por el abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo de su nieta durante cuatro años.
Según la investigación, los abusos se habrían producido cuando la niña tenía entre 7 y 11 años.
El hombre es dueño de una empresa de transporte escolar.
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