El femicida de Las Ovejas atacó a la niña y la madre murió al defenderla

También están seguros de que recibió algún tipo de apoyo para escapar. Se confirmó que iban a condenarlo a tres años por abusar de la niña.

Al caminar por las calles de Las Ovejas los vecinos coinciden en señalar que Muñoz es una persona violenta, tiene una forma grosera de mirar y dirigirse a las mujeres y es maltratador. El miedo se adueñó del pueblo: puertas y portones cerrados, gente que mira a través de las cortinas, temor, mucho temor mientras el autor del brutal doble femicidio de Valentina López (11) y Carina Apablaza (31) sigue sin aparecer.

La búsqueda cubre una amplia zona, de alrededor de 5.000 hectáreas, y hay unos 60 policías trabajando, con el apoyo del helicóptero. Muñoz podría estar oculto en cualquiera de los puestos de crianceros, o quizá –sospecha la fiscalía– esté recibiendo ayuda de alguno de sus 19 hermanos.

Mientras los rastrillajes se realizan, en la sociedad se mantiene una pregunta: ¿por qué Muñoz estaba libre? A las 9 de la mañana del jueves había sido notificado de que tenía que presentarse a una audiencia judicial. Ahí le iban a dictar la prisión preventiva porque desobedecía permanentemente la prohibición de acercarse a Carina, que había sido su pareja durante un año, y Valentina, a quien había abusado.

También estaban a punto de condenarlo por ese abuso a 3 años de prisión.

A las 9 lo notificaron y a las 13:15 Muñoz salió al cruce de Carina y Valentina en una curva de la avenida Pedernera, en el límite de este pueblo de 2.000 habitantes. Armado con un cuchillo de 20 centímetros de hoja (que aún no fue secuestrado) apuñaló primero a la niña y luego a la madre. Los investigadores creen que esta secuencia no fue casual y que el homicidio fue largamente planificado.

La fiscal jefe Sandra González Taboada aseguró que “tenemos claridad absoluta sobre cómo sucedió el hecho y quién lo ejecutó”.

Además hay testigos que vieron el ataque. (Ver página 36)

Después de consumar el doble femicidio, Muñoz se escabulló hacia una zona boscosa. Es casi seguro que alguien le prestó un caballo para facilitarle la huida.

En los alrededores de Las Ovejas hay zona de árboles plantados por el hombre y seguidamente Mallín Verde y Los Llanos, donde hay más de 5.000 hectáreas de bosques.

Los abusos

Valentina había manifestado en varios ámbitos los abusos a los que estaba siendo sometida por parte de Lorenzo Muñoz.

Uno fue la escuela, el otro ámbito una “célula” en la Iglesia Centro de Restauración Familiar en Las Ovejas. Las dos mujeres concurrían a ese lugar, pero en los últimos tiempos también se sumó Muñoz, quien refieren le habría manifestado “Que Dios te bendiga”.

Carina conoció a Muñoz en enero de 2016 en la fiesta de San Sebastián. Ella vivía en Cutral Co, y en abril de ese año se mudó junto con Valentina a la casa del hombre, que trabajaba como portero en una escuela.

En septiembre del año pasado Carina denunció el abuso sexual que sufrió la niña y estaba esperando el juicio. Mientras, Muñoz tenía prohibido acercarse a ambas, pero poco cumplía con esa restricción.

Ahora que se perdieron dos vidas el pueblo se llenó de policías que buscan al doble femicida.

Lo que se sabe

hasta ahora

Lorenzo Muñoz podría estar oculto en alguno de los puestos de crianceros de la región. Tiene 19 hermanos, y no se descarta que alguno de ellos lo esté encubriendo.

Atacó primero a Valentina (11) y luego a su madre Carina (31). Hay hipótesis sobre por qué eligió esa secuencia de agresión.

El cuchillo que utilizó, de 20 centímetros de hoja, lo llevaba habitualmente como muchos pobladores de Las Ovejas.

Estaban a punto de dictarle tres años de prisión en suspenso por el abuso sexual simple de Valentina.


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