La bioconstrucción busca ganar la batalla de la legalización

Un equipo de trabajo roquense trabaja en los proyectos para obtener el aval de la técnica por ley. Un plan de créditos para la construcción de una vivienda social de adobe, su objetivo.

Tiene forma de caracol, 300 metros cuadrados, cuenta con 14 toneladas de postes y se construye en un barrio privado ubicado al este de Roca. Techo de tierra para una futura terraza verde, botellas encastradas en las paredes que forman figuras, una habitación en suite con un gran baño, ambientes abiertos, aberturas recuperadas, suman a la particularidad de ésta casa, que ya suma dos años de trabajo continuo y es el “caballito” con el cual el grupo Rincón del Barro asegura que ganará la batalla para legalizar la bioconstrucción por ley.

De la construcción se encarga el mismo equipo de trabajo que en simultáneo levanta las paredes de otra unidad habitacional con materiales “amigos” del medio ambiente pero en la otra punta de la ciudad: Chacra Monte. Es que como parte de su propuesta de extender la técnica, proyectan presentar al Estado un prototipo de vivienda social.

El grupo se dedica a la bioconstrucción hace años y tramita la personería jurídica para constituirse como asociación. Apuntan a formalizar la técnica que no es permitida en Roca, pero que aseguran que cumple con las condiciones de seguridad e higiene y que tiene el plus de contribuir a la armonía medioambiental, al incorporar la reutilización desechos y el autoabastecimiento energético a través de pantallas y calefones solares.

“Tomamos conocimientos ancestrales y los volcamos con las nuevas tecnologías a proyectos que apuntan al cuidado del medioambiente como premisa”, remarcó la bioconstructura Victoria Leiva (40).

“Al margen de lo privado, lo que queremos apuntar es a la parte social, al trabajo en el cuidado del medio ambiente y la salud. Para ello canalizamos proyectos a través de la asociación, y pedimos al INTI el aval técnico”, agregó.

Además, aseguró que la demanda de particulares que eligen la técnica para su techo propio es cada vez mayor, pero que no son tantos los que saben cómo hacerlo. Implementan la autoconstrucción asistida, es decir, son guías de trabajo para quienes quieren construir su propia casa.

Igua dentro de sus planes está el contar con una escuela para enseñar el oficio, para lo cual el obispado local le cedería una porción de un terreno en comodato para que ubiquen el espacio de capacitación. “Todos quiere meter las manos en el barro y no se puede, se requiere aprender para que sea seguro”, apuntó la bioconstructora y señaló que “si se legaliza y se enseña, se gana la seguridad que falta ahora. La formación es lo que va apuntalar este proceso y con una ley se le daría garantía tanto al que contrata como al que trabaja”.

“Este es el momento, tenemos el respaldo del gobierno nacional que defiende las energías sustentables”, afirmaron confiados desde la agrupación, que canaliza sus proyectos en el área de Hábitat y Vivienda del Ministerio del Interior para que tenga eco y pronto se convierta en una ley que apruebe la técnica constructiva.

La casa en forma de caracol se construye hace dos años. Es la más grande que edificó el grupo desde que iniciaron su tarea.

emiliana cantera

Tamaños

Apuntan a formalizar
la técnica que no es permitida en Roca. Aseguran que cumple con las condiciones de seguridad e higiene y contribuye a la armonía medioambiental.

Materiales baratos o recuperados

El hornero prepara el barro, lo que genera economía de la leña que se utiliza para el ladrillo quemado. Y es más barato.

Usan “material gratis”: botellas, vidrios, maderas, que bajan notablemente el presupuesto de obra. “Para el grueso y fino se compra un camión de arcilla, otro de guano y arena”, ampliaron.

remarcó Victoria Leiva, una roquense que se dedica a la bioconstrucción.

Planteamos la bioconstrucción seria, la que es posible, pero siempre que sea dirigida desde los cimientos hasta la estructura, el peso, el techo, siempre usando el sol y aprovechando los recursos de la zona”,

Datos

70 m²
cubiertos conforman la casa que construyen en Chacra Monte. Tiene cocina comedor, dos dormitorios y un baño.
Apuntan a formalizar
la técnica que no es permitida en Roca. Aseguran que cumple con las condiciones de seguridad e higiene y contribuye a la armonía medioambiental.
300 m²
constituyen el interior de la casa en forma de caracol que se edifica con adobe y materiales recuperados.

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