Diego Canut, publicista:

Estos son tiempos en que los gurúes y tarotistas están en la suya. Es que casi nadie resiste la tentación de querer predecir el futuro, futuro que para todos ellos roza el apocalipsis. Cuando Gutenberg desarrollaba la imprenta allá por el siglo XIV hubo quienes pronosticaron el invento del libro impreso como el inicio del fin de la memoria. Razonaban que si todo lo que necesitábamos saber podía imprimirse y multiplicarse, el hombre ya no necesitaría recordar y la memoria perdería su razón de ser. Sabemos qué pasó con ese augurio.

Para huir de los lugares comunes, al menos un rato, y sobre todo de las miradas que intentan infundir terror, hablar con el publicista cipoleño Diego Canut (37) es un verdadero placer. Factotum de la productora de proyectos audiovisuales “Angelito Cruz Diablo”, tiene en claro a partir de lo que va cosechando de su trayectoria que la comunicación –sea desde la publicidad, el periodismo o la propaganda o redes sociales– hará evolucionar a las profesiones que ella cobija hasta límites y lugares inimaginables, quedando las ideas como faros de luz. La idea o las ideas serán los dioses de esta profesión, razona Canut, en el futuro; el resto, es pura adivinación, pura lotería.

La productora de Canut trabaja y ha trabajado para MCcAN Ericsso de Nueva York, Coca Cola de Bélgica, Toyota de Polonia, American Express, bancos Galicia y Río, Pan American Energy, canales 13 de San Luis, 10 de Río Negro y TV Pública, Industrias Sud SRL, MICC SA, Mosaicos y Mármoles Neuquén, entre otras firmas del mundo y nacionales. Con esta autoridad y actuación es que mantuvimos esta entrevista con él.

–¿Cómo te definís vos en esta profesión?

–Un apasionado, un enamorado, un romántico clásico que camina con su chica de la mano por el centro tomando un helado. La verdad que nos es imposible ver lo que hacemos como un trabajo porque excede eso, amén que le ponemos muchas horas de trabajo, más de lo que la vida común y corriente demande, pero nos divertimos. Somos felices, aunque a veces cambiemos las perdices por el barro, pero amamos lo que hacemos y creo que de ese amor nace la obstinación y esa sensación es la que no te hace parar un segundo, comas perdices o comas barro. Pero los finales siempre felices, eso seguro.

–¿Cuál es tu formación? ¿Cuál ha sido tu trayectoria hasta ahora?

–Me formé como diseñador de imagen y sonido en la Universidad de Buenos Aires, Facultad de Arquitectura y Urbanismo. En producción y dirección de publicidades para el mercado local y el internacional resalto trabajos para agencias de renombre como MCcAN Ericsso de New York, marcas como Coca-Cola para Bélgica, Toyota para Polonia, American Express, Banco Galicia para el nacional, camarógrafo de canal 26 de noticias, productor de exteriores para la TV Pública.

Después, ya bajo el nombre de Angelito Cruz Diablo, mi productora de contenidos, hemos realizado desde 2007 programas de tv para el 13 de San Luis, América Sport TV, Canal 10, una película filmada en Chile y Argentina, publicidades para muchas de las empresas.

–¿Cuál es el sello de la productora?

–Somos varios ejemplares autóctonos quienes la componemos pero lo bueno de trabajar satelitalmente es que nos podemos permitir estar en distintos lados y trabajar en un mismo proyecto o en varios a la vez. Fijos somos tres, aunque tenemos nuestros socios estratégicos como nuestros propios colegas que, sin verlos como una competencia insana o amenaza, son nuestros colaboradores como nosotros de ellos.

El sello de la productora es intentar estar siempre a la altura de las grandes producciones; tener una mirada más internacional sin perder el sello local, regional, patagónico y con ello lograr un aporte creativo que se diferencie siempre del resto intentando, desde las inversiones, mejorar nuestros equipos y calidad de los trabajo que siempre son superadores.

–¿Qué rapport ha tenido la productora en las empresas y comercios de la región?

–La verdad que muchísima aceptación porque siempre intentamos innovar, generar, proponer, no nos quedamos de brazos cruzados esperando a que nos llamen. Cuando pasa, invitamos el asado. La realidad es que la Patagonia recién ahora se está preparando mejor para generar piezas audiovisuales, comerciales, institucionales, comunicación con todo lo que ello implica. A veces o casi siempre hay que reinventarse para que el cliente que aun no tenés entienda que no estamos más en el 1810 sino que estamos a punto de volar con los autos, por lo que el “boca en boca” si bien sigue funcionando, muchas veces seguimos pensando como pueblo, dormimos la siesta. Y la vida se escapa lentamente sin que nos demos cuenta, pero ahí pegamos nosotros: una película, una estética, un ejemplo, una muestra, generamos la necesidad pasando por la obviedad y ahí la reticencia desaparece, y nos dan chances de crear, analizar, producir y ser analíticos por sobre todas las cosas porque no todos los clientes son para nosotros ni nosotros para todos los clientes.

–Desde hace un tiempo se habla de que la división existente entre agencia de publicidad, agencia de marketing directo, agencia promocional y agencias digital no tiene mucha razón de existir, que es preferible trabajar desde el desdibujamiento de las líneas que separan a las distintas disciplinas. ¿Cómo se ve esto desde una productora regional?

–La realidad es que el mundo va más rápido de lo que realmente queremos o nos gustaría. Entonces acá tenemos dos salidas: quedarnos apretados mirando los sueños de los demás (pocos), o generar cosas que estén al alcance de todos y así poder ser competentes y lograr “borrar esos límites” entre las distintas disciplinas, sean las que sean. Hoy no solo se habla de multiplataformas sino de multidisciplinario. Quien no se anime a saltar al vacío terminará temiéndole a su propia espalda.

–Así como los diseñadores de moda definen tendencias sobre cómo vestirnos en cada temporada para conquistar las miradas, ¿las agencias siguen siendo las responsables de cómo deben verse los mensajes para atrapar a los consumidores?

–Definitivamente. Aunque no es algo que digamos nosotros, no, simplemente seguimos los ejemplos que suceden en el mundo, lo que demandan las grandes empresas o las grandes agencias o productoras. Hacer una publi no es agarrar una cámara y ya, no, hay que generar un concepto respecto de la marca o producto, hay que hacer una análisis de los competidores de esa marca o producto, saber a quée segmento se tiene dirigir, si es para todo el mundo, si es un producto clase A, o clase B, o clase C y que, luego de ello, es mucho máas probable que la publicidad tenga el punch que se desea… Luego de eso la parte divertida: crear, rodar, filmar, iluminar, guionar, imaginar, volar.

–¿Cómo se diseñan hoy experiencias enriquecedoras y estimulantes desde una productora de contenidos como la de ustedes?

–Es complejo porque siempre conviven en una misma cosa la objetividad y la subjetividad, y nosotros somos mas de intentar imponernos por sobre lo que nos da el mango todos los días. Enriquecedor es poder hacer lo que te gusta, desmedidamente, y eso genera estímulos creativos para todo lo de mas.

Si me das a elegir entre hacer una publi o un programa de tv, tal vez prefiera la primera por el dinero, pero ambas son maravillosas porque te permiten explotar los mismos recursos pero de distinta manera, desde la creatividad y la ejecución de esas ideas. Un ejemplo claro para mí sería vivir en las cavernas, tener la barba larga y filmar animalitos todo el tiempo, pero ¿quién me va a financiar eso? Entonces necesito caminar en la cornisa siempre: por un lado facturo y por el otro vivo, me escapo, huyo…

Horacio Lara

hlara@rionegro.com.ar

–¿Hasta cuándo los anunciantes seguirán recurriendo a ustedes para buscar soluciones de comunicación?

–Hasta que tengamos más plata que ellos (ríe). Las empresas siempre necesitan de nosotros porque tienen que comunicar, que “vender”, por más que no nos guste esa palabra . No somos de recaer siempre en los mismos desarrollos porque somos analíticos de nuestros clientes, por lo que siempre intentamos encaminarlos en el cómo, el cuándo, el dónde, el por qué y el para qué. Como cada vez más la tecnología avanza a pasos agigantados, las empresas y los productos se tienen que acomodar a los nuevos cambios que son vertiginosos y cada vez más.

–¿Cómo es el Alto Valle y la Patagonia para trabajar en publicidad?

–Es la tierra prometida. Pero no podés bajar los brazos un segundo porque sino no aportás a un cambio radical en la comunicación, retrocedés. Acá somos más parsimoniosos, relajados; todos comen asado y duermen la siesta, jugamos al fútbol y trabajamos en el petróleo. Hay poder adquisitivo como en pocas provincias de la Argentina pero no la vemos. Para nosotros, la Patagonia nos da la chance de experimentar cosa que en las grandes ciudades por las competencias, que seguramente serán desleales, no podés porque te pisan la cabeza.

En estos últimos años vemos que los profesionales nos estamos volviendo para estos lares y que eso sí o sí nos hace despertar de esa “virginidad” o estreches mental de la siesta aunque esté buenísima hacerla, comenzamos a ser más operativos, comenzamos a ser más profesionales. Por lo tanto, las empresas tienen una mirada distinta, no están tan temerosas de hacer un spot y te dejan de ver como que querés venderles espejitos de colores. Se están animando más. Ojo, no es soplar y hacer botella, no es llegar a la Patagonia y hacer la plancha porque todo es mágico, no. Si hay pasión, dedicación, acciones que generan movimiento y no ocio, es muy probable que alguien te diga que sí, y creo que por ahí pasa la cosa.

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