Intimidad al aire libre: Pérgolas para que te inspires

Sombra, media sombra, viva, impermeable. Para sentarse a descansar, reunirse con amigos, que jueguen los niños o resguardar el auto. Hay una para cada casa y cada bolsillo. ¡Animate!

La pérgola es un lugar de contención y protección al aire libre, un espacio semicubierto que necesita de una estructura de sostén. Puede ser impermeable o dejar pasar el agua, y también puede ser permeable o no al sol. La estructura suele ser de troncos, madera o perfiles de metal y encima se coloca policarbonato, vidrio, madera, tela, paja, mimbre, caña, plantas. Las opciones son múltiples, según la estética del lugar donde se va a emplazar y la función que se le quiera dar.

“Generalmente tiene multiusos. Puede ser para proteger el auto, a las personas, dar sombra a la casa”, nos cuenta el arquitecto Gonzalo Srur. Y continúa: “Después, lo que le pongas encima, ya sea una tela tensada o plantas o vidrio, va en función de los gustos y la funcionalidad, si querés que sea más o menos permeable”.

La más sencilla y económica

La pérgola más sencilla de hacer y más económica es la estructura de troncos o postes de álamo y clavadores con plantas trepadoras. La madreselva y la parra son las favoritas porque nacen de gajo o podo y crecen rápido. También podés optar por rosales, glicinas y jazmines. Todas ellas son resistentes al clima de la Norpatagonia.

“Es algo muy simple: ponés unos troncos y una planta de esas que cuelgan en racimos de flores, como la glicina, y tenés un lugar fantástico. Lo bueno de usar este tipo de plantas es que se cubren en verano y, como son de hoja caduca, dejan pasar el sol en invierno. Está bueno que deje entrar el sol cuando lo necesitás y te dé sombra cuando no”, aclara Srur, mientras nos muestra una pérgola con una estructura de troncos que deja lugar a dos abedules que estaban previamente y no quiso sacar al armarla. Arriba, una glicina deleita aunque hoy no esté florecida. “Son todos troncos y arriba se armó una glicina a la que le llueven los racimos de flores blancas y violetas. Lástima que la floración dura unos quince o veinte días al año”.

La favorita

“En el salón de eventos Francesca hice una pérgola con perfiles metálicos y una tela que va cosiendo esos perfiles y da un movimiento espectacular. Vi algo parecido en una isla en Grecia, pero allá en general estaban hechos con madera. Lo que pasa es que es difícil cubrir grandes luces (mayores de cuatro metros) sin tener buena madera y que no se doble. Acá en la zona no tenemos esas maderas. Con madera dura del norte se puede hacer, pero es muy cara y tiene que estar bien estacionada”, cuenta Srur sobre su pérgola favorita.

De buena madera

Algunas pérgolas pueden ser, además, usadas como terrazas. “Quien habla de pérgola también habla de deck. Son primos hermanos. Hay pérgolas permeables que tienen uso e, incluso, se pueden transitar. Y así generan un espacio más”, explica Srur. Pero eso implica el uso de una buena madera. Lo ideal es la teca por su durabilidad y resistencia, pero en la región lo que más se suele usar es eucalipto, proveniente de Entre Ríos o Corrientes, o pino, que por ser de la zona es mucho más económico. Ojo, el pino es una madera blanda y se dobla y estropea mucho en el exterior.

Cuidado con el viento

La estructura tiene que ser resistente a los vientos y también a la fuerza de la planta.

Para ello es importante la ubicación. “A veces la ubicación es la que te queda, la que tenés. Otras veces depende de las visuales. Pero en general es funcional, por ejemplo en el espacio donde está la parrilla, en el estacionamiento, etc.”, señala el arquitecto. Si pudieras elegir, que esté resguardada de los vientos del oeste, los más fuertes en la Norpatagonia, es una buena opción.

De todos modos, el secreto para el viento es la estructura. Los pilares de madera y los perfiles metálicos deben estar bien colocados. Incluso algunas veces es necesario incorporar una estructura de soporte en los laterales. Eso sí, cualquiera de los elementos que se usen tienen mantenimiento, y ese es otro tema a tener en cuenta.

Algunos precios útiles

La elección de la tela hace la diferencia. Movimiento y armonía con uno de los laterales.

Datos

$ 127
cuesta el metro lineal del perfil de hierro negro de 14 cm. El caño tiene 12 metros de largo. Del tamaño de la pérgola va a depender cuántos se necesiten.
$ 45
vale el metro lineal de poste de álamo de la zona.
$ 20
es el valor de los clavadores de álamo de 2,5 x 5 cm y 2,20 metros de largo. Sirven para entrecuzar en la parte superior de la estructura y soportar la planta o la tela.
$ 65
sale el metro lineal de poste de eucalipto de Entre Ríos.

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