iPhone: diez años del smartphone que cambió el significado de los teléfonos

No sólo revolucionó la industria sino que impulsó el desarrollo de apps que nos permiten tuitear, enviar mensajes instantáneos o difundir videos endirecto.

Poca gente se percató de que ese día, cuando Steve Jobs subió al escenario de la conferencia McWorld, cambiaría todo. Ese día, hace diez años, Steve Jobs sacó el primer iPhone del sombrero de mago de Apple.

“De vez en cuando aparece un producto revolucionario que cambia todo’’, dijo Jobs ese día, en San Francisco. Hoy resulta obvio no se trataba de una jactancia vacía. Todos sabemos ahora que el “producto mágico’’ de Jobs ha cambiado la cultura, ha sacudido industrias, colocado computadoras en miles de millones de bolsillos y ha posibilitado hacer casi cualquier cosa con unos pocos toques de dedo en una pantalla.

Además de tener una pantalla táctil de 8,89 centímetros, el primer iPhone tenía un navegador web y aplicaciones informáticas integradas para revisar correo electrónico y obtener direcciones.

Apple vendió más de 1.000 millones de iPhones desde su salida al mercado, y dio pie al desarrollo de millones de aplicaciones móviles y a que otras compañías tecnológicas fabriquen smartphones similares que se han convertido en una extremidad indispensable para muchos de nosotros.

Utilizamos iPhones y dispositivos similares para compartir videos y fotografías con amigos y familiares de manera instantánea desde casi cualquier lugar. Los usamos para encontrar el camino a un destino determinado. Los utilizamos para encontrar las mejores ofertas al comprar en tiendas y para pagar artículos. Usamos los teléfonos para contratar un vehículo compartido, para afinar instrumentos, para monitorear nuestra salud y ayudarnos a encontrar nuestro siguiente empleo.

Los teléfonos se han vuelto tan multifuncionales que incluso nos responden a través de asistentes digitales como Siri de iPhone y el recientemente presentado Assistant del teléfono Pixel de Google.

La revolucionaria pantalla táctil del iPhone condenó a la ruina a BlackBerry, otro teléfono conectado a internet que era muy popular.

El entonces director general de Microsoft Steve Ballmer se burló del dispositivo de vidrio y metal de Apple y dijo en abril de 2007 al periódico USA Today que “no hay posibilidad de que el iPhone vaya a conseguir una participación de mercado significativa. Ninguna posibilidad’’.

Microsoft terminó derrochando los 7.600 millones de dólares que gastó para comprar tal fabricante Nokia en un inútil intento por alcanzar al iPhone.

Diez años atrás, sin dudas, lo más inesperado del iPhone fue cómo permitió el desarrollo de multitud de aplicaciones que hoy nos permiten tuitear, enviar mensajes instantáneos por Snapchat, jugar a Pokémon Go o difundir videos en directo.

“Apple permitió el desarrollo de estas aplicaciones, que trasladaron toda una plataforma informática móvil a los bolsillos” de la gente, explicó Brian Blau, analista de la firma especializada Gartner.

“Hoy es difícil crear un producto electrónico para el gran público sin conexión” a internet, añadió.

Los smartphones desempeñan incluso un gran papel en los accesorios de realidad virtual, que están cada vez más de moda: conectados a los cascos, sirven de pantalla para explorar toda una gama de reinos virtuales.

“El iPhone ha cambiado el mundo porque hoy la informática móvil forma parte de la vida cotidiana de la gente”, señaló Blau.

En cierto modo, este teléfono fue la semilla alrededor de la cual la industria de la electrónica dirigida al gran público creció y se multiplicó.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios