La historia del cóndor de Loncopué que conmueve en las redes

La imagen de Condorito, un ave que corre con las alas abiertas en busca del abrazo de su compañero humano salió de Loncopué y conmovió al mundo. Pero no es tan idílica como la amistad de los cuentos de niños. Según los expertos, el contacto le generará al cóndor grandes problemas para su vida y lo matará ecológicamente.

“El mascotismo es un problema que se expande. Es la extracción de animales silvestres al ámbito doméstico. A veces se da por ignorancia, pero es grave porque no sólo se los extrae físicamente, si no biológicamente”, dijo Martín Monteverde, integrante del Centro de Ecología Aplicada del Neuquén.

Para los expertos una buena intención a priori, mata ecológicamente al animal, porque el contacto con el humano desde tan chico es negativa en cuanto a sus funciones biológicas y será difícil que vuelva a ser carroñero o que se reproduzca.

“Estamos tristes, no sabemos por qué tiene el contacto que se ve en el video con el cóndor, pero es malo para él. El color de sus plumas muestra que no tiene más de dos años. Vivirá 70 y ya está mascotizado, lo que lo condena a creerse humano para siempre”, dijo Vanesa Astore, directora Ejecutiva del programa Conservación del Cóndor Andino.

“Un mal ejemplo”

Ningún animal silvestre se debe tener de mascota y el video es un mal ejemplo que tomó vuelo. Lo primero que hay que hacer, si está herido, es socorrerlo y dar aviso a fauna y ambiente. La ley de Fauna es clara y anticipa que no se puede tener esta relación porque se cambia la conducta del animal para toda la vida.

“Además dicen que vuela a las condoreras y vuelve. Eso también es negativo, porque la información se pasa pasivamente a otras aves que también pueden ir a buscar comida a este lugar”, dijo Monteverde.

Según Astore, el mascotismo en animales carroñeros se da rápido porque se le facilita la comida y después es muy difícil cambiar la conducta.

“Cuando intervenimos los animales se aíslan del humano, con títeres, guantes. Le damos la comida de noche cuando duermen, los observamos a distancia o camuflados. No se debe reconocer con el humano. Quizás el primer gesto fue el amor, pero ahora va a vivir 70 años sin sentirse cóndor y sin ser correspondido por los humanos”, dijo Vanesa.

Buscan pareja

Desde el programa Conservación del Cóndor hace 25 años trabajan con cóndores y recibieron alguna vez cóndores con impronta con humanos. Éstos buscan pareja con humanos y no se logra revertir.

“El escarceo es una parte de la conducta fundamental entre los cóndores. Lo hacen para fomentar la relación entre ellos. Y cuando lo hace una persona como en el video, solo le generará confusión y es lamentable”, concluyó Vanesa.

“Muchos dicen qué bonito, y es una arma de doble filo, porque estás mostrando a la gente que es lindo algo que le hace mal”.

Vanesa Astore, directora del programa Conservación del Cóndor Andino.

El contacto con el humano es negativo en cuanto a sus funciones biológicas y será difícil que vuelva a ser carroñero o que se reproduzca.

El mascotismo en los animales

carroñeros se da

rápido porque se le facilita la comida y después es muy difícil cambiar la conducta.

Tenemos que recalcar las consecuencias negativas que tiene el mascotismo. Es grave lo que pasó, tiene estas aristas sentimentales pero legal y ecológicamente es dramático para el cóndor”.

Martín Monteverde, integrante del Centro de Ecología Aplicada del Neuquén